Buenos días, buenas tardes y buenas noches queridos amigos…perros...gatos...lectores...lectoras…escrit ores…escritoras…hoy traigo un nuevo fic…esto trata sobre como Slenderman conoció a Jeff The Killer…según yo…si creen que el fic es una m**rda…háganmelo saber para que lo borre o para que lo mejore…y si no…dejen review…y si tienen alguna duda déjenme un mensaje…pero bueno…este fic va a ser algo corto…pero depende de ustedes si lo quieren leer o no...

AVISO:…en el fic hay algunas escenas de sangre…si creen que son muy fuertes…avísenme para cambiar el Rated T a M…

AVISO 2:…también…verán que Slenderman está un poco ablandado…pero es como me lo imagine yo y como tenía que ponerlo aquí…si no...no podría acomodar las piezas...

Sin joderles más…ya pueden leer…


La soledad no es infinita

Capítulo 1

(Slenderman POV)

Hoy era una de las noches más hermosas que caía en mi bosque. Estaba sentado en las ramas del árbol que se encontraba en medio de un claro. Lo llamaba el árbol 'Aterrador' (sus ramas se parecen a mis tentáculos y mis tentáculos son aterradores). Miraba el cielo con mis no-ojos. Ahora que estoy tranquilo, me pregunto varias cosas, ¿Por qué estoy solo? ¿Por qué los humanos corren al verme? Solté un bufido y miré el suelo. ¿Acaso el hecho de no tener rostro me hacia lucir tan espeluznante? Creo que sí. Cuando las personas me ven, solo gritan de terror y salen corriendo. Eso me hace sentir la peor criatura del mundo…eso me provoca…me provoca matarlos. Por eso pongo mis notas. Son como advertencias. Tienen tiempo para marcharse del bosque para siempre. Si no lo hacen…mal por ellos. Yo el monstruo sin cara…nunca tendré un amigo…

Paré de pensar cuando sentí que algo cayó en mi regazo. Miré lo que parecía ser un pequeño cuervo. Me miraba interrogante, ¿Qué hacia aquí un pequeño como él? ¿No debería estar con su familia? Empezó a chillar. Noté como movía su ala izquierda de forma extraña.

— ¿Qué pasa? —pregunté algo preocupado.

Levantó su ala. La revisé y vi un corte profundo que aun sangraba. El pequeño dio un chillido mientras le revisaba.

—Lo siento. —empecé a decir. — ¿Cómo te has hecho eso?

El pequeño miró arriba. Yo miré la copa del árbol y caí en cuenta. Parecía que mientras volaba chocó contra el árbol y las ramas lo lastimaron.

—Ya veo. —el cuervo picó mi mano. —Te voy a curar ¿De acuerdo? —lo mire con mi inexpresiva cara.

El cuervo graznó de alegría y saltó a mi hombro. Me parecía un poco raro que entendiera lo que digo. Acerqué mi mano hacia él y le acaricié la cabeza. Bajé del árbol y empecé a caminar a oscuras, solo la luz de la luna iluminaba un poco mi camino. Llegué a la casa que tenía un poco alejada de mi bosque. No era tan grande, pero como vivo solo, no me importa. Entré a mi morada y dejé al pequeño cuervo en la mesa del salón-comedor. Fui a la cocina y saqué un paquete de vendas de la encimera y cogí unas cuantas. También saqué el agua oxigenada y el algodón. Teniendo todo eso, fui a curar el ala del cuervo.

Cuando terminé de poner la última venda, el pequeño graznó como expresión de agradecimiento. Acerqué uno de mis tentáculos a él y este se subió. Saltó a mi hombro y picó mi no-cara. Creó que le agrado. Si hubiera tenido boca, habría sonreído. Estaba feliz de tener un amigo. Se siente muy bien. Al fin no voy a estar solo. Tomé al cuervo en mis manos y le di un abrazo. El hizo un pequeño ruido que parecía de satisfacción. Lo volví a poner en mi hombro y salimos de la casa.

Los días pasaron y mi nuevo amigo había dado indicios de que su ala iba mejorando con el pasar del tiempo. Me gustaba su compañía, aunque fuera pequeña. El también parecía cómodo con mi presencia. Mi felicidad aumentaba con el pasar de los minutos. Todas las noches íbamos al árbol 'Aterrador' para ver la luna y pasar un momento tranquilo.

Ya ha pasado una semana y llegó el día en el que le iba a quitar las vendas. Estábamos en una parte abierta del bosque. El estaba parado en uno de mis tentáculos. Yo me iba a quedar viéndolo por si algo malo ocurría. Mi amigo me miró y yo le hice una señal de ánimo con la mano. El aire fresco de la mañana lo entusiasmo más. Saltó y empezó a agitar sus alas, tomó vuelo y comenzó a planear. Mi felicidad aumento radicalmente. Estaba a punto de saltar de alegría, pero mantuve la postura. No soy de las personas que expresan sus así sus sentimientos, un momento, ¿He dicho sentimientos? ¿He dicho persona? ¿En qué estoy pensando? Yo no soy una persona y no debería tener sentimientos. Yo soy un monstruo sin cara que nunca tuvo que existir.

Un chillido me sacó de mis pensamientos. Miré el cielo y vi que mi cuervo no estaba. Algo está mal. Otro chillido se hizo presente, pero esta vez era de dolor. Escuché voces y risas. Siguiendo estos sonidos, me encamine a encontrar al cuervo.

— ¡Jajajaja! ¡Rómpele las alas! ¡Rómpele las alas!

Cuando escuche eso, me imagine unas cosas horribles. Aumenté la velocidad de mi caminata. Di unos pasos más y me encontré con algo que jamás hubiera pensado. Tres niños golpeaban y pateaban a mi cuervo. Lo pisaban y le jalaban la cola y las alas. Todo lo que había hecho con mi amigo paso lentamente por mi cabeza. El odio y la rabia se apoderaron de mí. Mi mente se bloqueo con el deseo de ver a esos niños muertos. Ya no tenía control sobre mi cuerpo. Con pasos decididos me acerqué a esos asquerosos humanos. Dos se dieron cuenta de mi presencia. Sus rostros estaban blancos por lo asustados que estaban.

—Ra-y-y-y. —dijo uno tocando al que seguía golpeando a mi cuervo.

— ¿Qué quieres ahora? —preguntó de mala gana. Al ver el rostro de su compañero, se giró y me miró. Su rostro arrogante paso a ser uno de horror.

—Co-co-co-rran. —empezó a decir mientras retrocedía lentamente y sus compañeros también daban pasos hacia atrás. — ¡Corran! —gritó asustado.

Antes de que pudieran hacer algo, mis ayudantes salieron de mi espalda y los agarraron del cuello.

—Ustedes no tienen corazón. —dije fríamente.

Los tres me miraron asustados y llorando. Sin piedad, a los tres los decapité con un solo movimiento de mis finos tentáculos. La sangre salía a chorros de los cuerpos sin cabeza.

Agarré toda esa escoria y la boté de mi bosque. Me daba asco tener ese tipo de basura aquí. Regresé al lugar donde estaba el cuervo. El pequeño aun respiraba, pero débilmente. Lo agarre con mis manos, la sangre oscura de este me manchó.

—Lo siento. —dije bastante apenado.

Tenía unas raras ganas de llorar, pero no tengo ojos y menos lacrimales. Caí de rodillas al suelo con el cuervo aún en mis manos. Le di una última mirada. Ya no respiraba y sus ojos estaban cerrados. Una gran tristeza me invadió. Las manos me temblaban. Mi…mi único amigo murió, no va a regresar nunca. ¿Por qué siempre a los seres que quiero les pasa algo malo? ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Será que los monstruos siempre nos quedamos solos? Miré el cielo y un grito cargado de ira y rabia salió de mi no-boca. Una gota de agua cayó en mi blanco rostro. Rápidamente, me saqué el saco y envolví el cuerpo del cuervo con ella. Con mis tentáculos empecé a cavar un hoyo. Al acabar, puse el cuerpo dentro, tapé el agujero con la tierra y para terminar coloqué dos rocas, como si fueran una lápida.

Cuando termine de hacer la pequeña tumba, la lluvia empezó a caer. Me senté al lado de las rocas y agarré mi cabeza con las manos. Todo era mi culpa, si no me hubiera puesto a pensar nada de esto hubiera pasado, todo siempre es mi maldita culpa. Otra vez me vinieron esas ganas de llorar. Golpeé el suelo con frustración. No me importaba mancharme de barro. Mis tentáculos parecían actuar por si solos. Trataban de levantarme del suelo. Todo el dolor y la tristeza, no podía descargarlo con lágrimas. Tenía que matar, matar para cortar todo el dolor que hay en mí. Me levanté y empecé a caminar. No me importaba estar mojado y cubierto de lodo. Mataría a alguien y de la manera más cruel posible si es necesario.

(Jeff POV)

¡Mierda! ¡¿Por qué tenía que pasar esto ahora?! Los malditos policías me han estado siguiendo desde que salí de ese pueblo. Todo por culpa de esa asquerosa mujer que gritó al verme matar a ese hombre. Mataría a esos hijos de puta, pero me han disparado tres veces en el brazo derecho. ¡Se que suena cobarde! ¡Pero no puedo usar mi cuchillo si tengo mi brazo favorito con tres huecos que chorrean sangre! Menuda suerte tengo hoy. Para colmo las piernas me están empezando a doler. He corrido kilómetros para llegar aquí, un pútrido bosque oscuro. La lluvia me dificulta las cosas. ¡Ahhhhh! ¡Maldita roca! ¡Joder! Tenía que caer de cara en este maldito momento, ¡Y el sabor a barro es asqueroso! Me limpié la cara. Maldigo a la lluvia. Traté de ponerme de pie pero el dolor de mi brazo no me ayudaba en nada.

—Mierda, tenía que pasar esto. —susurré.

Mis heridas ya habían provocado bastante pérdida de sangre. El dolor me mataba y la vista se me volvía borrosa.

— ¡Ven aquí maldito cobarde! —esa era la voz de uno de los policías.

Con una fuerza sobrenatural me levanté del suelo y corrí lo más rápido que pude. ¡Jeffrey The Killer nunca se rinde! Reí a carcajadas ante ese pensamiento. Grave error. Los policías me oyeron y empezaron a disparar. Me detuve, y me oculté atrás de un árbol. Saque mi cuchillo de la sudadera con el brazo izquierdo. Tenía que usar el brazo más inútil y que más odio para acabar con esto.

— ¡Maldito infeliz!

Ese grito hizo que mi locura y ganas de matar aumentaran al tope. Nadie se atreve a decir que soy un infeliz. Salí de mi escondite, los policías estaban enfrente de mí. Empezaron a disparar. Use el cuchillo como escudo. Las balas rebotaban gracias a que mi resplandeciente (con algo de sangre) hoja metálica era muy resistente. Solté una risa de psicópata. Estaba a punto de abalanzarme sobre ellos…pero…mi gracia se acabo cuando sentí que algo perforaba mi estómago. Me miré y noté que todo mi abdomen estaba manchado de sangre. Una gran e insoportable oleada de dolor recorrió todo mi cuerpo. Caí al suelo quedando en posición fetal agarrándome el estómago. Ahogue un grito y empecé a temblar. ¡Ya sé que parezco una nena! ¡Pero el cuerpo me duele como la...! ¡Agggg!

— ¡¿Creíste que ibas a escapar?! —gritó uno.

Yo gruñí en respuesta. Perdería los estribos de no ser por las heridas que tengo. Quiero que se mueran…quiero ver su sangre en mi cuchillo…y que mis manos sean las culpables. Es verdad, ¿Dónde carajos esta mi cuchillo? Levanté un poco la mirada y vi que estaba a unos pocos centímetros de mí. Estiré mi mano tratando de alcanzarlo. Un pie pisó mi mano. Le di una mirada asesina al policía, el tenia un rostro burlón. Ahora que podía ver un poco mejor…me apuntaba con el arma.

— ¡Oye! ¡La cosa no es matarlo! —gritó su compañero.

—Cállate…este asqueroso asesino es el más buscado…un loco como este no merece vivir…merece estar en el otro mundo junto con sus inocentes víctimas.

Ay mierda…el discurso de este idiota no me va a cambiar…no me voy a arrepentir de nada…y lo más importante…no voy a tener compasión por nadie. Pero regresando al momento…cuando el policía termino su discursito…empecé a reírme como nunca en la vida. ¡Van a matarme! ¡Me parece lo más patético y gracioso del mundo! Empecé a toser. En ese lapso de tiempo…infinitas imágenes de todo lo que pase en mi miserable vida…corrieron a la velocidad de un rayo. Escuché ese sonido que hacen las pistolas antes de disparar. ¡Va a ser mi fin! Otra vez mi risa se hizo presente. Espere el disparo más feliz que nunca, pero…el disparo nunca llegó.

Escuché un grito y saliendo de mi locura mire lo que parecía ser un hombre…alto…vestido formalmente…cubierto de lodo y mojado…pero lo que más me llamó la atención…era que no tenía cara…y que tenía tentáculos en la espalda. Estaba parado entre los policías y yo. Creo que esta... ¿Protegiéndome? ¡No! Solamente es una estúpida jugada de mi cerebro. Pero…entonces, ¿Por qué los policías estaban con caras de horror? Uno de ellos le disparo al ente sin rostro. Me sorprendí al ver que este señor…detuvo la bala con uno de sus tentáculos.

—No quiero pelear…

Esa voz. ¿De dónde coño vino? No puede ser... ¡Ese hombre sin cara habló! Definitivamente estoy drogado…o tal vez estoy muerto…joder…

(Slenderman POV)

Miraba a los policías con mi inexpresiva cara. Cuando les dije que no quería pelear, creo que se asustaron más. Bueno…tengo que hacer algo para que este extraño chico no salga lastimado. No quería matar a los policías. Ya me desquite con unas cuantas personas que estaban en un campamento cerca de mi bosque. Menos mal que mi camisa no se mancho con la sangre. Con mis tentáculos agarre a los dos señores.

—Escúchenme. —dije con una voz escalofriante. —Váyanse de aquí y no vuelvan…ni se les ocurra decirle a otras personas lo que vieron o sobre este chico. —ejercí presión en el agarre. —Sino…les arrancare todas las extremidades del cuerpo ¿De acuerdo?

Los dos cobardes asintieron débilmente. Los solté y apenas cayeron se fueron corriendo con gran rapidez. Suspiré y mire al chico. Este me miraba…o al menos lo hacia porque sus parpados no se cerraban. A no ser que…o no…tengo que curarlo rápido antes de que se muera. No soportare ser culpable de otra muerte.


Hasta aquí este capítulo…de repente subo otro mañana…pero eso depende de ustedes…si es que dejan review…diciendo que les gusta…y para que no me bajen la moral…bueno…adiós :)

Atte: ShiroTsuki99 (Mar :3)