Empezar otra vez


Cuando Nico llega al campamento todo es un desastre. Hay bancas tiradas y destrozadas por todo el lugar. Es como si se hubiera librado una batalla; además de eso no hay nadie a la vista como debería ser. Cuando esto pasaba normalmente todos los campistas se reunían para ayudar a rehacer el campamento, esta no parecía el caso en absoluto.

No parece que haya nadie y Nico trata de ignorar el hecho de que tiene un poco de miedo, no porque sea un cobarde, si no, porque realmente no podría con otra muerte de alguien a quién aprecia. De eso ya tiene mucho con la muerte de Bianca y su madre.

No se preocupa realmente por todos los semidioses, mentiría si dice que lo hace, sin embargo no les desea el mal a los demás campistas aunque muchos de ellos sean unos tontos totales. El hijo de Hades espera que Percy, Piper, Leo e incluso Annabeth estén bien.

Annabeth, la hija bonita e inteligente de Atenea pero por sobre todo la novia de Percy Jackson, es por esa razón que Nico trató de odiarla muchas veces, pero eso sería tan irracional y no por ser hijo de Hades deba tener que serlo. Annabeth y Percy son una de las parejas de oro en el campamento mestizo, todo el tiempo juntos, agarrándose de las manos mientras se pasean por ahí. Acurrucados juntos mientras está la fogata, gracias a eso Nico tiene una aversión por esa actividad. Pero aún así no quiere ser egoísta porque Percy es feliz y sabe, aunque en el fondo le queme, que es lo mejor para todos. Él no tiene ningún derecho de pensar lo contrario. Él quisiera de verdad.

Nico se limita a esperar que venga algún semidiós o para el caso Quirón o el señor D., preferiblemente Quirón. Su mente comienza a trabajar en hipótesis de lo que ocurrió, llega a muchas conclusiones y no son nada lindas, unas son mucho peores que otras, claro, pero eso no evita que un escalofrío le recorra la espina dorsal.

Es inútil quedarse sentado en una roca esperando que pase un milagro que lo arregle todo o por lo menos le haga entender qué demonios pasó. Nico se levanta para poder hacer un sombra viaje para buscar ayuda, tal vez a Jason o Hazel pero cuando él por fin se decide a pedir ayuda al campamento Júpiter, en lugar de estar sentado y sin hacer nada, aparece un sujeto realmente molesto para Nico.

Los dientes le rechinan.

"Vaya, vaya. Hola, Nico" Le dice Cupido con esa estúpida sonrisa socarrona.

Nico no puede soportar al hijo de Venus. Sobre todo porque él es el culpable de que Jason se enterara de su enamoramiento con Percy, él no pensaba nunca decirle a nadie. Ahora que Jason lo sabe no es mejor porque casi siempre le aconseja decirle a Percy sus sentimientos. Se supone que el peso de su secreto debería pesar menos. No lo hace. A pasar de que Hazel y Jason son las únicas personas que saben de estos sentimientos, él no puede llegar a sentirse mejor de ninguna forma.

Eros es un tipo que odia y está seguro de que odiará todo lo que le queda de vida... y tal vez después de ella, porque bueno, no por nada es el Rey fantasma.

"¿A qué se debe tu increíble presencia?" Suelta con sarcasmo que no se molesta en ocultar. Cupido se acerca a él no pareciendo entender que existe el espacio personal, pero Nico no retrocede. Hay muchas razones por las que no lo hace y una de ellas es: No hay manera en el infierno de que vaya a darle el gusto de mostrarse intimidado, porque no lo está.

"Estoy aquí por un encargo de mi madre" Cupido se aparta de Nico y se sienta a su lado. Los ojos del hijo de Hades lo miran con curiosidad. Hay algo en todo esto que no le da un buen augurio. No se sabe mucho sobre encargos de Afrodita. Eros chasquea los dedos y le sonríe aún más reluciente que antes y Nico se irrita más.

"¿Qué clase de encargo?" Pide. Cupido se carcajea antes de desaparecer completamente.


Nico mira a su alrededor, hay semidioses merodeando por todo el lugar, el campamento sin un rasguño o pruebas de que haya sido un desastre hace poco tiempo. Todos hablan con normalidad, como si nada. Y Nico no tiene que ser un genio para saber que tiene que ver con Afrodita.

Antes de ponerse a investigar un poco de lo que sucedió, decide ir a visitar su cabina. Hace casi cinco meses que no entra. Todo culpa del hijo de Poseidón. A Nico le duele tener que verlo, sobre todo cuando Annabeth lo abraza o se toman de las manos.

No es momento de pensar ese tipo de cosas, se dice mientras se prepara para ducharse y vestirse.

Cuando sale de su cabina observa que hay una gran cantidad de semidioses formados en hileras. Entre todas esa multitud está Percy, en una de las filas delanteras, no está Annabeth con él y eso es muy raro.

Muchos semidioses se ven aburridos de estar esperando, otros brillan de curiosidad. Los semidioses menores están extrañamente emocionados, y tratan de no saltar de arriba abajo. Hay murmullos y algunas risas que Nico no puede entender. Miran de un lado a otro esperando con un tipo de ansias.

Nico fija su mirada en Quirón que se encuentra al frente de todos los mestizos. El centauro le hace señas para que se acerque, tiene esa sonrisa que no muestra más que falsedad. ¿Nadie más se da cuenta?

El hijo de Hades vacila mientras se acerca a Quirón. Los murmullos se hacen cada vez más fuertes mientras camina para llegar a Quirón. Casi todos los campistas posan su mirada en él, Nico se incómoda ante toda la atención, no se siente a gusto con todos esos campistas observándolo como si quisieran comerlo. El hijo de Hades jamás se acostumbró a tener atención por parte de mucha gente.

Sus manos sudan y se las limpia en el muslo, es raro que él sude, casi nunca lo hace, es algo que tiene que ver con ser hijo del dios del inframundo.

"Éste es Nico di Angelo, hijo de Hades," Escucha algunos gritos. Los de adelante se miran unos a otros como si se dijeran palabras con los ojos. Hay otros que exclaman con asombro ¿El hijo de uno de los tres grandes? Otra buena cantidad castañea los dientes con miedo, sobre todo las niñas. Ellas dan un chillido, Nico quiere pensar que no es de miedo. Mucho niños hacen muecas al escuchar que es hijo de uno del los tres grandes. Los niños de Hécate sonríen. Entendiendo que no es fácil ser un niño de Plutón.

¿Qué demonios? ¿Por qué lo estaban presentando otra vez?

"Es su nuevo compañero" Les sonríe a todos y está vez nadie dice nada. Oh, no.

Quirón se empieza a alejar y la multitud se disipa. Esto que está pasando no puede ser bueno para él.

Hay un cierto vacío que persiste en su estómago.

"¡Quirón!" Nico le grita. Corre hacía él porque nada de lo que pasa se siente bien, no hay nada que se sienta siquiera normal en ese instante, todo es como si estuviera dentro de una pesadilla o algo así.

Quirón se detiene y lo mira. "¡¿Qué demonios está pasando?!" Le grita sin contenerse.

"Vayamos a hablar a la casa grande"


Nico se sienta en uno de los grandes sillones que provee la sala de estar de la casa grande. Se siente inquieto, no puede imaginarse lo que pasa, lo que ocurrió haya afuera. Nada de nada.

Quirón le da una taza de café y él la acepta.

El café es su bebida favorita. Siempre lo ha ayudado a calmar sus nervios.

"Todo esto es culpa de la señora Afrodita," Nico abre los ojos. Quirón baja la mirada y la mantiene en su regazo. Sonríe tristemente. No ha tomado nada de su café y esa debe ser una mala señal. "Ella quiere demostrarte tú potencial en el amor," Nico trata de no ahogarse con su propia saliva ¿De qué habla? ¿Potencial en el amor? Ridículo. Él no tiene nada de eso. Los pensamientos vuelan y le impiden pensar con claridad porque nada de lo que le dice Quirón tiene sentido. ¿Por qué quería que supiera su "potencial en el amor"? Para él no es importante y además está herido a causa de ello. ¿Por qué los dioses lo odiaban tanto? en primer lugar sabía que algo tenía que ver Afrodita en su enamoramiento con Percy ¿pero ahora esto? ¿Acaso ninguno de los de arriba tenían pudor? No, claro que no. Nadie es tan estúpido como para creerlo. Ellos sólo se divierten jugando con ellos, como si fueran su única fuente de entretenimiento en el mundo o para variar, en el universo. "Por eso hizo que casi nadie te recuerde" El dolor se extendió por todo su pecho como si un alfiler se le hubiera clavado ¿Por qué?

Él no había hecho nada malo, siempre respetó a los dioses y los apoyó sin esperar nada.

Ahora resulta que casi nadie lo recuerda... "Sin contarme sólo te recuerdan Hazel y Jason, creo que es parte del plan de la señora Afrodita." ¿Y Percy? ¿Qué pasa con él? El corazón le palpita fuerte y espera pacientemente a que Quirón mencione el nombre del hijo de Poseidón, pero cuando no lo hace los ojos le empiezan a arder con una sensación que ya conocía tan bien, y sin embargo que no sentía desde hace mucho tiempo.

Nico di Angelo casi nunca llora, no por qué sea un maldito insensible, si no porque ya no quería el constante dolor clavado en él todo el tiempo.

Aunque tal vez sea buena cosa. Si Percy ya no lo recuerda tal vez ahora pueda conseguir olvidarlo, él ya no tendría que visitar de vez en cuando el campamento solo porque Percy le pide que regrese y es algo que Nico no le puede negar, aunque ya sepa la razón de su petición. Percy se siente culpable por la muerte de Bianca y lo trata de compensar preocupándose por él (de manera que Nico sospecha que es falsa), el hijo de Poseidón ya no se sentiría culpable y dejaría de tratar de ser amigable con Nico nada más por remordimiento. Por otra parte el hijo de Hades no se vería obligado a verle el rostro más y eso ayudaría a mares a olvidarlo. Sería perfecto para ambos semidioses. Jamás volvería a experimentar el abrumador dolor de los celos quemándole las entrañas y esas estúpidas nauseas. Quizá esto es más bueno de lo que Nico pensó. Una nueva vida lejos del campamento y de la pareja de oro no haría daña al contrario..."Además tú no puedes hacer tu sombra viaje sin Percy," Oh, dioses ¿Qué clase de tortura es está?

La sonrisa de Quirón se hacía cada vez más triste. En ningún momento desde que comenzaron a platicar el centauro dejo de mirar a su bebida. Como si sintiera culpabilidad. "También debes ser sincero con tus sentimientos hacía la gante, no puedes mentir sobre tus emociones o de lo contrario sentirás dolor... aunque todavía no sé en qué parte del cuerpo." La garganta Nico se seca en el momento, está charla era de lo peor. No puede pensar en algo que sea más terrible que esto. Para Nico lo que dice Quirón no lo entiende, para él son habladurías sin sentido. La rabia vibra por el cuerpo. "Perdóname, Nico" El centauro suspira humilde. Nico entiende que Quirón también está envuelto en "el encargo de Afrodita", pero posiblemente Quirón no haya estado de acuerdo del todo en ser participe.

"El señor Hades tampoco estaba de acuerdo, pero creo que lo encontró un beneficio al final" ¿Su padre también? Si su padre también estaba metido no había una buena pinta en nada de esto. Normalmente Hades no participa en cosas que tienen que ver con los otros dioses; cuando lo hace es porque es un buen negocio y por lo tanto se ve beneficiado con el trato (Nico prefiere pensar que no es una mercancía entre los dioses). Si su padre aceptó, la ganancia debe ser muy buena. Lo mire como lo mire es bastante cruel.

"¿Qué clase de beneficio?" Pregunta con enojo. La sonrisa de Quirón decae nuevamente. La incertidumbre flota en el aire. El hijo de Hades tiene una expresión que hace derretir a los campistas de miedo. Su vida ahora mismo se está tornando en una clase de juego para los dioses y no hay nada que pueda hacer. La impotencia fluye de forma casi instantánea. Además de que está un 50% seguro de que sus ojos emanan fuego.

"Eso es un secreto entre nosotros" ¡Y una mierda! Esa cosa suya tiene a Nico acorralado en un callejón sin salida y vaya que lo está estrujando. Él tiene todo el derecho de saber sobre el acuerdo que lo implica a él y lo tiene como protagonista del drama. ¡Quirón se había disculpado ¿no?! ¿De qué sirve si le sigue ocultando cosas?

"¿No cree que es injusto? Yo necesito saber" Nico no puede creer que le siga hablando con respeto. Debería darle un golpe o algo así, pero no puede. Tiene el presentimiento tonto de que Quirón le informa lo más que puede, pero sigue siendo injusto.

"Esa información que no estoy autorizado a dar" Quirón se remueve en su silla. Su forma de hablar es un poco más dura de lo normal. Nico le da una mirada comprensiva. Sabe que Quirón está luchando para no decirle. Él entiende que los dioses lo castigarían si habla demás y por mucho que Nico quiere saber no puede hacer que torturen a Quirón, a pesar de que a lo mejor se lo merece.

"Nico, nada más tienes que intentar llevarte bien con tus compañeros, como antes" Ese es el problema. Eso es lo más difícil. No hay muchos que quieran ser sus amigos por el simple hecho de ser hijo de dios del mundo terrenal. La mayoría de los semidioses tratan de evitarlo. Le temen. Mucho trabajo le había costado lograr hablarle a las personas que ahora aprecia y al final no vale nada, debido a que ellos lo olvidaron. No se le ocurre como volver a lo mismo. Para Nico di Angelo nunca fue fácil socializar y para variar creció en una época donde el sentido del humor (y casi todo) era diferente.

"Yo no quiero... No puedo" Es vergonzoso estar en ese tipo de estado tan deplorable y lo sabe, también sabe que los dioses tienen algo en su contra ¿No le bastaba a Afrodita con la mierda de vida amorosa que le había dado? No, ella necesitaba más.

Quirón se da cuenta y trata de hablar pero Nico lo impide duramente. "¿Qué pasa si nadie se enamora de de mí?" Hacía falta ser un idiota para enamorarse del hijo de Hades. Nadie en su sano juicio se enamoraría de él, probablemente tendrían que estar borrachos o drogados en los peores casos.

Si fuera una mujer la que se enamorara de él sería injusto para los dos, en primer lugar porque ella recibiría un rechazo total. A Nico le gustan los hombres, o mejor dicho, en toda su vida le ha gustado uno. En segundo lugar era injusto para Nico ¿de qué servía su "potencial en el amor" si la persona que quiere no tiene esa clase de sentimientos por él?

Percy tiene una bonita novia y ella es el presente y futuro de él.

Nico finge que no se ha abierto su herida de nuevo.

"Nadie recordará que exististe, pero puedes seguir con tu vida normal," Nico se muerde la lengua para no quejarse. "Sin embargo, lo alarmante es tu sombra viaje porque no puedes... Oh, y que no puedes ocultar tus sentimientos" ¿A eso llamaba "vida normal"? Su nombre vulgar era: RESTRICCIÓN DE LIBERTAD. Todo con mayúsculas.

"No, gracias. ¡Yo estoy bien con mi vida!" De ninguna manera quería hacer nada, él quería escapar. Jamás debió volver, debió quedarse en los bajos fondos y cuidar del trabajo de Bob.

De repente una nube se forma y de ella sale la persona menos favorita de Nico.

"Hola, Nico" Saluda con su sonrisa radiante. Hay misteriosas chispas balanceándose a su alrededor. "¿Te gusta el regalo de mi madre?" ¡Venga, Nico, grítale: bastardo! Su mente se agita. Eros le muestra todos los dientes blancos y la sonrisa reluciente.

El hijo de Hades ansiaba tanto arrancar todos y cada uno de los estúpidos rizos de Cupido.

"Yo no lo estoy disfrutando para nada, así que ya puedes des-" Cupido se acerca y cierra los ojos suspirando satisfactoriamente.

"Siempre eres tan directo, eso me gusta" Nico de inmediato siente las nauseas venir. Todo en esa frase le disgusta, lo asquea. Esa misma es la intención de Eros.

Quirón se retira a quién sabe dónde.

"Como sea, dile a la señora Aten-" Una vez más es interrumpido. La paciencia se le agota. No tarda mucho en querer sorrajarle un buen golpe en la cara y nunca más volverá en su vida a ser "bello".

'Maldito' Los puños del hijo de Hades se aprietan, no duele, pero al menos lo distrae de las cosas que dice este bufón.

"Cuidado con lo que dices, hijo de Hades. Mi madre es tan indulgente que está haciéndote un gran favor" Las cejas de Nico se fruncen. Cada palabra que Cupido pronuncia suena a pura sucia mentira. Es como una broma de mal gusto que Nico no está disfrutando para nada.

"¿De qué habla?" Se levanta bruscamente de su asiento. "¡¿Qué tiene de bueno tener restricciones en mis habilidades?!" Eros se encoje de hombros mientras coloca sus manos en su cadera. Ladea la cabeza.

"Ya lo verás, y cuando eso pase deberás agradecerle a mi madre por todo lo que ha hecho por ti, hijo de Hades" Cupido se desvanece una vez más.

Nico se avienta al sofá estruendosamente, notablemente cansado de ser una atracción para los dioses, quiere un descanso de todo esto, pero no puede hasta que alguien se fije en él, que probablemente es casi imposible, una posibilidad entre cien (y está siendo generoso consigo mismo). Quirón regresa dos minutos después con una taza de café en la mano.

"Eros se fue... y yo le iba a ofrecer un poco de café" Quirón suspira desanimado; al parecer porque gastó café de más y lo aprecia. Esto va a tardar bastante.


Al día siguiente Nico se dispone a tratar de relajarse y decirse que todo está bien, aunque toda la situación apunte a lo contrario.

Una vez que él va a la mesa de Hades y comienza a comer poco como de costumbre se da cuenta de que muchos campistas parecen encontrarlo interesante. Las miradas lo sofocan, odia esto absolutamente.

No hay manera de que pueda resistir, pero al menos Jason y Hazel lo recuerdan.

Antes de irse deja a su padre un tributo y se aleja lo más rápido que puede. Nadie lo interroga, nadie dice nada.

Nico no espera que las cosas vayan a salir bien, normalmente cuando un dios hace estás cosas terminan mal. Nico nunca había escuchado que Afrodita hiciera esas cosas, porque el amor se da fácil en unas personas y difíciles en otras y bueno... respecto a él tal vez no se da, sin embargo eso no quiere decir que la diosa del amor tenga que saltar hasta estos extremos en su vicio por tratar de emparejarlo desesperadamente con algún otro semidiós. Por lo menos hubiera hecho las cosas menos complicadas para él, ya que ese era un abuso y una mala jugada para que se enamoraran de él ¿no estaría siendo a la fuerza? la sola idea lo enferma. No es así como debe pasar. A pesar de que no está seguro de como debe ser, sabe que la forma en la que Afrodita lo hace no es la correcta. Sería un poco más adecuado si por lo menos le hubiera advertido ¡Ja! como si fuera a hacerlo.

Ojalá estuviera aquí su madre para que le aconsejara algo, cualquier cosa estaría bien en el momento actual.

María di Angelo sabría un poco de lo que debe hacer, después de todo ella logró enamorar a Hades e incluso hacer que sonriera. Su madre podía derretir los duros caparazones de la gente que la rodeaba.

Nico se recuesta en su cama con la esperanza de dormir un poco y tal vez deseando que cuando despertara nada de esto hubiera pasado, pero como siempre nada funciona como él quiere.

Su puerta es golpeada, una vez, Nico gruñe pero no va a abrir, dos veces, el hijo de Hades cubre sus oídos, tres veces, coloca con irritación una almohada encima de su cabeza para amortiguar el sonido, cuatro veces, está dispuesto a matar a la persona que está tocando desmesuradamente, cinco veces, es todo.

Nico se levanta enojado, se dirige a la puerta y la abre con estruendo.

"¿Qué?" Espeta y Percy se exalta... espera ¿Percy?

Sus mejillas se encienden. No puede mirar directamente a los ojos del hijo de Poseidón, es un día bastante amargo ya, como para que ahora la persona de la que ha estado enamorado por seis largos e inmundos años llegue a su puerta y no lo recuerde para nada. Al principio Nico pensó que no sería doloroso saber que Percy no lo recuerda, pero una vez más se equivocó (como siempre).

"¿Nico di Angelo?" Le dice una vez que se recupera del susto. Percy piensa que es un niño de al menos catorce años de edad por su baja estatura y peso. Los círculos negros coloreados alrededor de sus ojos le dan un aspecto fantasmal, es muy obvio que este debe ser un hijo de Hades, hay un montón de cosas que lo delatan y Percy sonríe.

"¿Qué?" Repite en el mismo tono irritado pero está vez moderando su volumen. Percy sonríe más ampliamente, no podía esperar otro tipo de humor viniendo de un hijo del dios del inframundo. Por muy extraño que parezca Percy está bien con ello, no esperaba que Nico fuera de otra forma, sería extraño si se encontrara con un niño que regala sonrisas por todos lados, o que se viste de colores resaltantes. El hijo de Poseidón se siente feliz de que no sea de otra manera. Es como siempre se imaginó que sería un hijo de su tío Hades. Que ahora que lo pensaba este griego en frente suyo era nada más y nada menos que su primo. "¿Vas a hablar o sólo vas a mirar?" Percy se remueve un poco incómodo con la pregunta que suena algo sugerente.

"Uhn... Oh, sí. Quirón me dijo que te mostrara el campamento" Nico enarca una ceja. Maldito traidor. ¿No podía haber enviado a otra persona?

"No gracias, ya lo conozco" Rueda los ojos. Quiere azotar la puerta y dejar al hijo de Poseidón ahí afuera. Hace ya un buen tiempo que no ve a Percy, es más alto de lo que recuerda y es molesto, Nico es tan pequeño. Ojalá y el hijo de Hades pudiera ser más alto.

Percy también se ve más guapo de lo que recuerda... pero aún así no va a ceder y darle gusto a Quirón en todo este asunto. No quiere recorrer el campamento con Pery, de ninguna forma.

"Pero... acabas llegar..." Percy arrastra su mirada lejos de la de Nico, apenado. Es extraño ¿desde cuándo Percy es así? El silencio que reina tensa los cuerpos de ambos. Por un minuto Nico olvida que en verdad Percy no lo recuerda.

"De todos modos no creo que sea necesario" Hace una mueca mientras se encoje de hombros. Trata de pensar en cómo echarlo más efectivamente, él es todo un maestro en el arte de ahuyentar gente. No es algo de lo que deba estar orgulloso pero hoy está jodidamente feliz de serlo.

"Pero... Quirón dijo que-" Nico le tapa la boca con la palma de su mano. Si Percy lo iba a llevar a "conocer" los alrededores de la isla no iba a ser por qué le estaban diciendo que lo hiciera, es humillante en tantos sentidos; tal vez Percy en verdad no quiere hacer esto pero como es un obediente semidiós lo hará. Es injusto.

"Sólo quiero que te vay-" El dolor del que hablaba Quirón se empieza a hacer presente. Las piernas le duelen, como si clavaran estacas de metal una y otra vez, pero eso no es todo, la cabeza le pulsa como mil infiernos. ¡Oh, vamos! ¡Él está siendo honesto! En verdad quiere que se vaya Percy ¿no?

"¿Estás bien?" Justo cuando va a caer por el dolor Percy lo atrapa y no quiere admitir que se siente bien sentir los brazos de Percy al rededor de su cintura. Sí tan sólo fuera en otra situación, él estaría feliz.

"Sí, estoy bien" Quita con dureza los brazos del hijo de Poseidón de su cuerpo. El dolor disminuye, sin embargo hay mucho malestar en la cabeza, se siente como migraña. "Como te decía, quiero estar solo en este mome-" Y ahí va el dolor de nuevo. ¡Malditos sean los dioses!

Está vez el dolor incrementa y se extiende por su estómago. Sus brazos se aprietan contra su vientre con la esperanza de calmar su malestar, pero es inútil. Sigue allí, como agujas atravesando todo su ser. "¡Bien! vamos" Casi como si viviera en un mundo surrealista (como de verdad es) el dolor se detiene de inmediato. Nico sonríe malévolamente. "Cambié de opinión, después de todo quiero estar so-" De nuevo el dolor se apodera de él. "Demonios" Percy lo mira entre confundido y divertido. Está claro que no entiende lo que pasa pero sonríe de todas formas.

"Vamos" Dice Percy agarrándolo de la mano y básicamente arrastrándolo fuera de la cabina trece.

Las mariposas vuelan y no precisamente afuera del campamento. Malditos sean los bichos en el vientre de Nico.


Hay tanto que quiero escribir ahora mismo. Me gusta tan jodidamente mucho esta pareja.

Voy a tratar de actualizar lo más pronto posible, pero no prometo nada ya que mis vacaciones están a punto de expirar ;-;

Gracias por leer(?

Oh, sí, sus comentarios ayudan mucho a la hora de escribir.