Advertencias: Puede que exista alguna licencia e incoherencia, pero espero que sean menores. Género bélico e histórico.

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Disclaimer: Axis Power Hetalia no me pertenece, es una obra de Himaruya Hidekaz.

Todos los personajes históricos y que en su día vivieron son tratados desde el máximo respeto.


Promt primero: Aproximaciones.

Palabras: 302
Personaje: Estados Unidos de América.
Situación: Operación Overlord. D-Day. El desembarco de Normandía. WWII.
Localización: Utah Beach, Francia.


« […] cuando se dirigen las tropas, es primordial conocer con antelación las características del terreno. En función de las distancias, se pondrá en práctica un plan de acción directa o indirecta.»
Mei Yao Ch'en


Si algo caracterizaba la forma de ataque de Estados Unidos, era el impulso y el balance hacia el ataque directo y contundente. El plan de hacer desembarcar a los ejércitos ingleses, estadounidenses y canadienses por todo el largo de las costas norteñas de Francia había sido idea suya, o eso pensaba él.

La sincronización entre los tres grupos tenía que ser perfecta. El servicio secreto británico había hecho creer a los alemanes que el desembarco se produciría cerca de Calais, cuando en realidad Estados Unidos pensaba tomar Utah y Omaha, dejando el resto a Inglaterra y Canadá. Contaban con la ventaja del factor sorpresa. Estaba seguro.

El día señalado a la hora señalada, Estados Unidos embarcó y atravesó el Canal de la Mancha, rumbo a Francia. Su destino personal era Utah, al oeste de Omaha. Acercarse en las barcazas pronto presentó un problema porque la artillería alemana colocada en la costa comenzó a disparar incluso antes de que los estadounidenses pudieran ver la orilla.

Las cortinas de humo que provocaron los bombardeos navales detrás y a sus flancos, obligaron a Estados Unidos a desviar el rumbo, haciendo desembarcar a las tropas un kilómetro más hacia el sur de lo previsto. Pero aún así no se echó atrás, su misión era clara.

—¡Adelante! —exclamó nada más pisar arena seca, seguido de sus soldados—. ¡No importa! ¡Sus defensas son menores en esta zona! ¡Avanzad, avanzad!

Y echó a correr. Con cada zancada se acercaba cada vez más a su objetivo, aproximándose al enemigo, disparando sin pensar. Sin pararse, sin mirar atrás. Directo como siempre era él en todo.