Heeey! n_n Bueno, aquí de vuelta con un nuevo FF, ya que veía a la pareja muy olvidada TTwTT
Tengo un poco más de tiempo asi que borraré y volveré a subir mis fics antiguos, ya corregidos
Pero por mientras, los dejo con un AU que se me ocurrió… esta bastante lento, pero valdrá la pena lmL lo prometooo! w
-"bla bla"- son diálogos
-bla bla- son comentarios
-.-.-.-.-.-.-.- marca el fin del capitulo
Advertencia; ESte fanfic está hecho por mi, cualquier efecto secundario y/o alteración en la conducta del lector
no caen -dada la advertencia- bajo mi responsabilidad.
Ni Beyblade, ni ninguno de los personajes que utilizo para mi propia satisfaccion me pertenece
MAXI'S BLOG 01/09/2012
Acababa de llegar a Moscú. Una importante compañía me había contratado para co-dirigir
un estudio sobre los espectros energéticos y sus usos en beneficio de la humanidad.
La verdad, siempre me gustaron los espíritus, pero no desde un punto esotérico,
sino desde el concepto que adoptaban dentro de la ciencia; en fin...
Llegando, lo primero que hice fue buscar un hotel cercano al laboratorio; dónde poder instalarme
provisionalmente, esperando tener tiempo para encontrar vivienda por el vecindario.
Sin embargo los días pasaron y mientras más buscaba, más costoso u oloroso era el lugar.
-"Moscú es un lugar muy caro para vivir, es por eso que nos pagan así."- Comentó uno de mis
ayudantes en el almuerzo, estando por cumplir las tres semanas de vivir en el hotel.
-"Quizá si buscaras más al sureste."- Mencionó otro de ellos un poco bajo de estatura y con
unos lentes enormes que ocupaban cerca de la mitad de su redonda cara.
-"Pero eso queda al otro lado de la ciudad." - Repliqué.
-"Si, pero ese lado de la ciudad es mucho más barato." - Añadió el mismo.
- "Pero... "- Antes de que lograra acabar mi frase la campana que anunciaba el fin del receso sonó.
- "No te preocupes Max, seguro encontrarás algo. "- Zeo solía ser muy amable.
Era un chico de tez clara, con cabello largo de un brillante color aguamarina igual al de sus grandes ojos,
que a pesar de sus 22 años, lo hacían ver joven. - "Anda, Kenny: esas pruebas no se harán solas."-
Dijo apurando al bajito, que siempre se entretenía investigando en su laptop. Kenny solo atinó a tragar
su último bocado y recoger rápidamente todos sus papeles y su ordenador para alcanzar a su compañero.
Él siempre se veía muy apurado, aunque todos reconocían que era excelente recopilando información,
teniendo en su posesión datos totalmente extraordinarios; pero siempre de fuentes fiables y
con pruebas tangibles. Su tez era un poco más bronceada que la de Zeo -tomando en cuenta que
en Moscú casi no da el sol- y su cabello era castaño y corto; aparte que el aguamarino era de facciones
delicadas, mientras el castaño era robusto, bajito y de facciones redondas.
Tiré mi basura y volví a la sala de pruebas dentro de mi oficina. Mi compañero ya estaba trabajando.
Me puse mis lentes especiales y me acerqué a ver sus notas.
-"Es impresionante."- Me dijo, mientras sus ojos de un azul, mucho más claro que el de los míos,
centellaban encantados al observar una de las vitrinas especiales que manejábamos.
-"¿Qué es eso?"- Exclamé sorprendido al ver un montón de ráfagas luminosas.
-"Aún no lo sé; lo extraje de un trozo de roca que Dickenson trajo a revisar. Dijo que Kinomiya
lo había encontrado en Japón, pero que prefería que lo indagáramos nosotros".
Dickenson era un socio importante y se encargaba de la imagen global de la compañía:
controlando la información a los medios y generando eventos de todo tipo, él era muy sabio,
en cuanto a su manera de llevar a cabo las cosas, y le gustaba estar al tanto de todo,
por lo que siempre que venía a Rusia, era de esperarse verlo con Kenny.
-" ¿Kinomiya?"
-"¡Cierto! Aún no te toca conocerlos."- Agachó la cabeza como regañándose -"Son una familia muy
interesante: El abuelo era una especie de espadachín, ya está bastante viejo; su hijo es el arqueólogo
que recolecta la mayoría de las piezas que revisamos y el hijo de él es el voluble detective en jefe de
la policía local. Te tocará verlo, en alguna de las ceremonias o quizá antes si te gustan los lugares
peligrosos."- Sonrió cómplice. -"Por cierto... ¿cómo vas en tu misión de encontrar casa?"
-"Ni lo menciones."- Musite cabizbajo, estaba bastante preocupado por esa situación.
-"Hay una habitación de sobra en mi casa. Si gustas quedarte, en lo que encuentras un lugar"- Me dijo;
conociendo mi situación.
Yuriy: mi compañero, era una persona que rara vez sonreía, pero que tenía su particular y disimulada
manera de ser amable. No teníamos mucho de conocernos, pero no tardamos en volvernos amigos,
gracias a que tenemos maneras de ser muy sencillas.
Físicamente era un chico de cabello borgoña -oscuro, entre naranja y rojo- de largo medio, hacia arriba
en dos picos, uno a cada lado y dos tiras de copete en la frente. En ese entonces tenía veintitrés años;
solo uno más que yo, aunque se veía más adulto-por ser tan formal- y mucho más alto. Su piel era
pálida como la nieve y sus ojos de un azul tan pálido y cristalino que podía jurar que cambiaban de color.
Yo soy una persona que se emociona con facilidad, así que era de adivinarse que no me tomaría
ni tres segundos aceptar la oferta.
- "¿En serio?"- mis orbes brillaban de alegría. Él asintió y solo atiné a abrazarlo contento,
recuperando rápidamente la compostura al recordar que estábamos en el trabajo -"Este..."- Carraspee
nervioso -"¿Dónde nos veríamos para ir o cómo le hacemos?"- Sonreí por mi comportamiento anterior.
-"Podemos pasar por tus cosas saliendo, si gustas."- Dijo comprensivo, a lo que yo asentí
reanudando mi labor.
Los minutos pasaban lentos cuando pensabas en que tus problemas serían solucionados pero
aun así la hora de salida llegó; no podía evitar sonreír mientras esperaba que Yuriy asegurara las muestras.
-"Listo"- Exhaló dirigiéndome una de sus contadas sonrisas diarias.
Lo seguí hasta el ascensor, pero contrario a toda expectativa mía, el pelirrojo marcó la azotea
en vez del estacionamiento. No pude evitar verlo extrañado.
-"Olvidé decirte que el acceso es difícil"- Sonrió torcido; se veía muy macabro; incluso me asustó un poco.
Justo en ese momento se abrió la puerta, mostrando un helicóptero azul marino esperando encendido.
Abordamos y nos pusieron una especie diadema con audífonos y un micrófono. El ojiazul intentaba
decirme algo, pero no alcanzaba a escuchar nada hasta que paso su mano por mi auricular y
escuché el crujido de un switch.
-"Hay que encenderlos"- Repitió.
Paramos en el techo del hotel y Yuriy bajó a ayudarme con mi equipaje; no tardamos mucho en
volver e inmediatamente partimos.
-"¡Es impresionante!"- Exclamé emocionado por la vista; ya me había subido a helicópteros,
pero nunca había visto el bosque y los lagos nevados desde arriba. Hasta ese momento nunca me pregunté
qué tipo de casa sería la de Yuriy, pero pensaba que sería fabulosa, del tipo rico excéntrico que tiene cuadros
de sus ancestros que te observan mientras caminas en largos pasillos de piedra.
Empezamos a descender en un terreno rodeado de bosque, una glorieta adornaba el centro del jardín frontal,
de ella salían chorros de agua de colores: como una fuente danzarina y, justo al centro de ella, se alzaba
majestuosa la figura de un fénix. Era obvio que se trataba de una pieza en algún tipo de roca,
pero el tallado era tan preciso, que se veía muy real.
-"Ese es Dranzer, el escudo de los Hiwatari"- Explicó señalando la figura, mientras un carro de golf nos
llevaba a la entrada de la mansión en el otro extremo de la glorieta.
-"Espera..."- titubee algo sorprendido -"¿Hiwatari?"
-"¡Oh, cierto! Olvidé decírtelo, vivo en casa de mi primo Kai"- Respondió tranquilo.
-"¡¿QUÉ? ¿Y NO SE TE OCURRIO DECIRME ANTES?!"- Quizá sobreactué un poco, pero era algo de considerarse.
A la muerte de Zagat -padre de Zeo- su hijo vendió su parte de la compañía y Voltaire Hiwatari quedó
como único dueño, pero éste se la regaló a su nieto Kai junto con otras de sus empresas, al iniciarse
en la política. En resumen: Kai es quien tiene la última palabra en lo referente a mi trabajo. Era muy
tarde como para reclamar. El pelirrojo me explicó que su primo viajaba mucho y era aburrido
tener una casa tan grande para él solo.
Finalmente llegamos a la entrada y la puerta se abrió apenas hubiéramos pisado el pórtico.
-"Es automática"- Me explicó el ruso al observar que yo buscaba disimuladamente a la persona
que nos hubiera abierto.
-"Y eso ¿no es peligroso?"
-"No creo que exista alguien de fuera que pueda entrar aquí"- Rio ligeramente el ojiazul, pero su
expresión cambió inmediatamente al mirar el interior de la mansión -"¿Kai?"- De repente paso
a sorprendido y una milésima de segundo después mostró la sonrisa más grande que haya visto en mi vida,
y eso que yo sonrío bastante.
MAXI IS OFFLINE NOW
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
Listooo! Que les pareció? :) espero que alguien lo leyera y que les haya gustado n_n
como les dije, es algo lento, asi ke probablemente el neko no aparezca hasta el 3er capítulo, pero no os desespereis :)
y yap xDDD
se agradecen comentarios, sugerencias, consejos, y reviews :) déjenme saber que les pareció y si
vale la pena continuar la historia.
Biitez! (")
