Holaa.. Bueno pues la verdad es que hacía mucho tiempo quería escribir algo de Resident Evil, solo que no se me ocurría nada. Creo que ahora tengo una idea, DIGO, no está para nada desarrollada pero bueno, supongo que la iré desarrollando conforme vaya escribiendo jajaja.
Si tienen alguna sugerencia, me la dejan por favor. Gracias.
Infierno Blanco
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-Maldicion!-
Una joven de cabellos castaños murmuraba entre dientes, hacía horas estaba escondida en el mismo lugar esperando a que alguna idea viniera a su mente, pero nada. La única que hasta aquel momento se le había ocurrido, definitivamente no era la más brillante de las ideas, pues sólo consistía en correr de aquellas repugnantes criaturas hasta no poder más, así, sin contar con arma alguna. Definitivamente, no era una buena idea.
Suspiró pesadamente. Lo único que podía escucharse en aquel lugar era alguna gotera que honestamente estaba empezando a ponerla nerviosa, y algún que otro ruído proveniente del piso superior, como si fuera golpes o gemidos de aquellos monstruos.
La chica se tiró al suelo, recostando su espalda por una de las paredes, tomando su cara entre sus manos. Una vez más, se encontraba en aquella situación. Sólo que esta vez, era aún peor, se encontraba en la ciudad de Nueva York, completamente infectada por el virus T, si Raccoon City fue una pesadilla, Nueva York iba a ser doblemente espantoso, una ciudad mucho más grande, muchas más personas infectadas y por lo tanto, menos posibilidades de sobrevivir.
Repentinamente, un sonido estruendoso la sacó de sus cavilaciones. Alguien había abierto una puerta. Sintió el sudor frío recorriendo su cuello entonces, estaba totalmente desarmada, si una de aquellas criaturas había logrado entrar, atrás de ella entrarían decenas, no, cientos más. Buscó inmediatamente un lugar en donde esconderse, no habían demasiadas opciones pues era un estacionamiento. Decidió meterse bajo un automóvil, después de todo, la falta de luz en el lugar le sería de utilidad, se quedó tiesa, mirando fijamente los alrededores, para ver cuando la criatura se acercase.
Los pasos empezaron a sonar, algo apresurados, tal vez demasiado apresurados como para que sea uno de los infectados. Entonces la vio. No parecía estar infectada. Era una jovencita, sus cabellos rojos enmarañados, sus ropas algo rasgadas, estaba agitada. La observó por unos minutos, y luego decidió que sería prudente salir. Al sacar la parte superior de su cuerpo, escuchó un grito.
-Quédate ahí monstruo!-
Y seguido, un tiro que ni si quiera le había pasado, cerca, luego otro, un poco más cercano ésta vez.
-Detente! No estoy infectada, para!- Le gritó, agitando las manos.
El semblante de la joven de cabellos rojos se relajó, mientras la de cabellos castaños caminaba hacia ella.
-Realmente se nota que no tienes idea de como utilizar un arma. Soy Claire, Claire Redfield.- dijo acercándose a ella y ofreciéndole la mano.
-S-Soy Lauren. Y no, no se usar estas cosas.- dijo un tanto apenada.
-Bien Lauren, entonces de dónde sacaste aquella arma? Debemos conseguir al menos una más si queremos sobrevivir-
La pelirroja la miró un tanto dudosa.
-Sólo la encontré en el cuartel de policias, de ahí vengo. Las calles son una locura, ni si quiera sé cómo llegué hasta aquí.-
-No te han mordido? Siempre y cuando no hayan fluidos de ellos en tus heridas, estarás bien.-
-No. Por suerte, eso no ha pasado.-
De repente, un sonido se escuchó a lo lejos. Era como si alguien estuviera caminando lentamente a lo lejos, el eco retumbaba por todo el enorme estacionamiento. La mente de Claire estaba a mil por hora, podía ser otro sobreviviente, o bien podía ser un infectado. Claire tomó a la chica del brazo y la estiró hasta que las dos estuvieran pegadas a la pared.
-Tú dejaste aquella puerta abierta?-
-Y-Yo no lo sé, sólo vine corriendo y...-
-Shhh!- exclamó la castaña al escuchar como los pasos de aproximaban cada vez más, la puerta por donde había entrado la pelirroja estaba al doblar la esquina de la pared en la que ellas estaban apoyadas.
Un olor fétido, a putrefacción empezó a percibirse, como si un animal llevara muerto varios días. Ya no había duda, era uno de ellos.
-Dame el arma.- ordenó Claire al identificar el terrible aroma a muerte que se acercaba. -Quédate aquí, no te muevas. Si algo pasa, sólo corre, busca otro lugar dónde esconderte- La chica asintió.
Claire se acercó a la puerta sigilosamente, los pasos ya se oían a centimetros de ahí. Y entonces, pudo ver como aquella repulsiva criatura entraba lentamente al lugar, para su horror, atrás de ella venían más. Disparó apenas lo vió, un tiro directo a la cabeza, disparó a los otros, siempre intentando apuntar bien a la arrba, después de todo, para su suerte, eran lentos, pero aún así no debía descuidarse. Cada vez eran más, así que decidió que sería mejor huír de aquel lugar.
-Lauren, corre! Son demasiados!- ordenó a la chica, y en cuanto ésta se echó a correr, la siguió -Más adelante hay otra salida! Intenta abrirla!-
Corría a todo lo que daba su cuerpo, estaba cerca de aquella puerta. Pero en sólo milésimas de segundo, uno de sus temores se había hecho realidad. Escuchó ladridos, eran perros... Perros infectados. Mucho más rapidos que las personas infectadas, mucho peores. Giró la cabeza y miró hacia atrás, habían tres de ellos. Dejó de correr por un instante.
-Lauren sigue! Intenta abrir la salida!- dijo mientras apuntaba al perro más cercano y le disparaba en medio de los ojos, al segundo intentó dispararle también en el mismo lugar, pero éste se esquivó, así que volvió a intentarlo y lo logró. Cuando quiso acabar con el tercero, horrorizada quedó al darse cuenta de que ya no tenía más balas.
Empezó a correr, y al ver que Lauren aún no había podido abrir la puerta por un segundo se desesperó.
-Está atorada! No puedo abrirla!-
Claire retrocedió unos pasos, y corrió hacia la puerta intentando abrirla a la fuerza.
-Ayúdame Lauren!- ordenó gritando.
Repentinamente, sintió el ladrido de aquel perro una distancia bastante corta. Corrió hacia la puerta y con todas sus fuerzas logró abrirla, su hombro le dolía como si se lo hubiera sacado de lugar, pero no importaba, lo importante era salir de aquel lugar.
-Lauren!- gritó horrorizada al ver como aquel perro saltaba encima de la chica de cabellos rojos, mordió su cuello en sólo un segundo, la joven gritaba desesperada, pues ahora se veía rodeada de infectados, que se tiraban encima de ella para devorar su carne, mordida a mordida.
Claire miraba con una mezcla de rabia y pena aquella escena, ya nada podía hacer por ella. Siguió corriendo escaleras arriba, no sin antes asegurarse de haber cerrado la puerta que con un golpe había logrado abrir, si tenía suerte, la parte de arriba, que suponía iba a ser el lobby del edificio, no estaría tan llena de zombies.
Paró cuando vió el umbral de la puerta en las que finalizaban las escaleras. Con un movimiento brusco, colocó su hombro en su lugar, un gemido agudo de dolor salió de su boca, y ese era más ruido del que había querido hacer.
Abrió la puerta con una patada, lista para atacar y salir corriendo, esperaba ver el lugar lleno de aquellas abominaciones, pero en cambio...
Bien, que les pareció el primer capítulo? Espero que les haya gustado. :)
