¿Lo ves?

¡Ahí esta!

Una línea, ya no tan gruesa ni notoria como tiempos anteriores. No era una precaución donde si pasas esa línea eres una presa para depredador o te conviertes en un depredador para la indefensa presa. No era una brecha.

No lo era más...

La línea que dividía a presas y depredadores, no existía, al menos en Zootopia un lugar donde puedes ser lo que desees.

Ya no había esa división o... ¿Si la había?

Después del incidente de las flores "aulladores" Este mismo ocasiono que los pensamientos que ocultaban en su interior los animales, salieran a la luz.

El miedo de que un depredador ataque alguna vez una presa. Que los instintos resurjan y una tragedia ocurra. Y ahora después de que había sido resuelto, los animales no podían sacarse de la mente lo sucedido.

Y Nick lo notaba.

Las miradas de los individuos penetrando su ser.

Esperando...

Que la ataque, la lastime. Que cumpla su función y sea un depredador.

Eran un equipo, pero...

¿Ahora lo ves?

Había una línea. Era delgada, invisible, pero aún estaba. La línea que dividía a presas y depredadores.

La división seguía ahí.

"No la voy a lastimar"

Intenta decir con la mirada. Nick no lo iba a hacer, no podría.

Nunca.

Sin embargo las miradas no cesan, los murmullos tampoco. Hace oídos sordos, pero no funciona, las palabras hacen eco en la cabeza.

¿Se lo está imaginando?

Tal vez...

No obstante, ella fue la primera persona que confió en él. En un zorro. En un depredador.

No la iba a traicionar, aun si una fuerza exterior lo obliga a hacerlo.

En este momento cuando Judy lo abraza en tono amistoso. No puede evitar imaginarse perderla por sus propias manos.

"No te voy a lastimar"

Repite en su mente, poniendo sus patas en su espalda.

En ese instante, Nick solo se dedica a cerrar los ojos, mientras apretuja más el agarre porque no puede sacarse de su mente la idea de que una fuerza exterior lo llegue a controlar. Que no pudiera hacer nada sino dañarla, herirla, lastimarla.

¿Y si eso llega a pasar?

Al pensar en eso inmediatamente niega con la cabeza.

"No te voy a lastimar"

De nuevo repite en su cabeza. Esperando que esas palabras sean certeras y nunca llegue a lastimarla.