NdA: Bueno, aquí os dejo una breve viñeta -casi una reflexión-, para terminar el año. Normalmente enfoco al personaje de otro modo, pero no podía quitarme esta perspectiva de la cabeza y sé que la acabaré usando en algún fic más largo. JK Rowling tiene los derechos sobre el Potterverso. Feliz 2008.

El retrato

Después de la guerra, cuando Hogwarts fue reconstruido y volvió a abrir sus puertas, Draco Malfoy , que aún tenía que terminar sus ÉXTASIS, colgó un retrato en la Sala Común de Slytherin. No estaba solo. Cuando sus compañeros vieron lo que estaba haciendo, le rodearon poco a poco, observándole con ojos serios que lo comprendían todo. El profesor Slughorn, que era entonces el jefe de la Casa de Slytherin, se acercó a ver qué pasaba y abrió la boca como si fuera a protestar, pero las miradas que recibió, miradas frías en las que no había un ápice de piedad, le hicieron cerrarla y asentir.

Sólo los Slytherin conocían la existencia de ese cuadro. Cuando el curso de Draco dejó el colegio, aún quedaba mucha gente que sabía qué significaba, pues también habían vivido todo aquello. Y se lo iban explicando a los alumnos nuevos, para que ellos también lo supieran. Unos años después ya no había un solo estudiante en Hogwarts que le hubiera conocido, pero el cuadro seguía allí y su dolorosa lección se daba nuevamente. Slughorn nunca se atrevió a descolgarlo.

Año tras año, convertido ya en ritual, los alumnos de primer año son conducidos hasta el cuadro y escuchan su historia. Está colocado boca abajo, en señal de deshonor, y muestra a un hombre de pelo oscuro, piel cetrina y nariz ganchuda. Es Severus Snape, explican, el traidor. El jefe de Slytherin que traicionó a todos sus alumnos. Y cuentan la historia. Él, que tenía que cuidar de aquellos niños, guiarlos mientras estuvieran en Hogwarts, los usó para aparentar que seguía siendo leal a Voldemort. Les incitó a que se burlaran de Harry Potter y los otros Gryffindor, ayudó a ponerlos en contra del bando al que realmente apoyaba. Cuando consiguió el puesto del director, supuestamente a las órdenes de Voldemort, permitió que alumnos de Slytherin torturaran como castigo a los estudiantes rebeldes. Y después se desentendió de todos ellos, abandonándolos a su suerte.

Los alumnos nuevos miran con desagrado al hombre del cuadro. Son Slytherin, y lo entienden. El jefe de Slytherin que no protegió a su gente.

Severus Snape, el traidor.

Fin