Hola muy buenos días, tardes, noches, sea cual se el horario espero que se encuentren muy bien de salud; les vengo presentando esta pequeña historia que se me ocurrió justamente anoche y la empece a la una de la madrugada, claro a hurtadillas para que mi mami no me regañara :), espero que les guste y por favor no sean tan crueles conmigo, y si quieren contactarme pueden buscarme en facebook como Alejandra Valladares (Valladares).

Bella POV

-No gordo, nadie te quitara la comida, come despacio y deja de gruñirle a la nada - eran las diez de la noche hace una hora salí de mi trabajo de medio tiempo que por temporada de vacaciones lo tomo a plazo completo, ¿Por qué una chica de 16 años trabaja? Fácil amo a los animales, en especial a los perritos, tengo 5 que afortunadamente me ha dejado adoptar mi madre, claro con la aclaración de que si llego con otro me correrá a mi, se que lo dice de broma o eso espero, de cualquier manera para no causarle problemas conseguí este trabajo, esperen esto es muy largo para ser el primer párrafo y no las quiero aburrir.

Como les contaba, el trabajo que tengo lo obteni en un momento de rebeldía por así decirlo, pues mi madre Rene se negaba a que yo trabajara tan pequeña pues de quince año ¡puaj!, efectivamente obtuve muchos rechazos hasta que llegue a una papelería, yo solo quería unos cuantos formatos para pedir empleo hasta que la vi, una señora de no mas de 30 años estaba acomodando unos cuantos lápices en el estante, era muy guapa tenia un cabello color caramelo hasta los hombros, un rostro en forma de corazón, una silueta que incluso yo envidiaría y unos ojasos color miel que emanaban….

-¿Te puedo ayudar en algo? – fue ahí cuando me di cuenta de mi grosería de observar detalladamente a alguien.

-Solo cinco solicitudes de trabajo, por favor - le dije mirando hacia otro lado, tratando de esconder mi sonrojo, me sonrió con delicadeza y se fue a buscarlos, no me pude haber sentido más cohibida, yo y gran mi torpeza.

-Aquí están – me las tendió y pude observar que en su dedo anular llevaba un anillo de boda, si ella estaba guapa suponía que su esposo no era mas que un supermodelo o algo parecido – ¿te puedo hacer una pregunta? – me dijo sacándome de mis cavilaciones.

-Eh… si claro – le dije

-Estas - me señalo los formatos - ¿las ocuparas para alguna tarea o en verdad buscas trabajo?

-Estoy buscando trabajo, solo que estas serian las numero 30 que llenaría y eso que Forks es pequeño, claro que también eh buscado en Seattle pero a mi madre le preocupa el camino de regreso por las tardes - le dije pensando en las miles de discusiones que había tenido con mi madre de no haber necesidad de buscar un empleo.

-Oh, que bien, justo estoy buscando una chica que me ayude en mi pequeño negocio - que sinceramente de pequeño no tenia nada - como veras esta un poco alejado del pueblo, pero si tengo la clientela suficiente para necesitar ayuda, les eh pedido a mis hijos pero al parecer les aborrece la idea de tratar con humanos – como alguien tan joven puede decir hijos y por la manera en que lo dice ya deben de estar grandesitos, esperen dijo "humanos", que se pensaban ¿vampiros? Jajajaja - entonces que dices ¿aceptas?, mi nombre es Esme Cullen por cierto.

Y desde ese día llevo trabajando con la señora Cullen un año, todos son un encanto, su esposo como predije era guapísimo, pero en vez de dedicarse al modelaje, era uno de los doctores mas respetados del pueblo, sus hijos resultaron ser adoptados, con un total de cinco, Emmet que cada vez que me veía me hacia bromas o me robaba el aliento con sus abrazos de oso, hasta que Jasper le daba un golpe en la cabeza que para ser sincera a mi me mataría, este fue adoptado junto con su hermana Rosalie, la cual que así como era de hermosa era de creída, para ella yo no existía y al parecer era novia de Emmet, polos totalmente opuestos, Jasper también tenia a su novia Alice, mi nueva mejor amiga, súper linda, carismática, cuando me pasaba a ver en la papelería, parecía un duendecillo danzando por todo el establecimiento, rogándome que fuéramos de compras, aunque su ropa se veía carísima, y no es que Esme me pagara poco, es mas, exageraba en mis pagos, pero no era la típica chica que le entusiasmaran las compras a menos claro que se tratara para mis bebes (perros).

Y por ultimo estaba él, Edward Cullen, el chico mas guapo que había conocido en mi vida, alto, con un cuerpo bien trabajado, no tanto como el de Emmet, pero si en los puntos necesarios, cabello color bronce y esos hermosos ojos dorados, que en ciertas ocasiones los notaba mas oscuros, se que solo eran tonterías mías pero en verdad había veces que así los notaba.

El no era tan cruel, gracias al cielo, como Rosalie, pero sabía que jamás estaría a su nivel, era muy atento y cordial, de hecho, para fortuna mía, era el que se disponía a traerme a casa después de mi jornada, eran alrededor de media hora de camino, que por desgracia, debido a mi timidez eran mal aprovechados, pues me la pasaba en silencio, hasta que le agradecía y salía corriendo hasta el porche, debido a la lluvia, pero de ahí en fuera, ni un atisbo de que me viera mas allá que como una amiga, aunque agradecía que tampoco tuviera novia, hacia digamos, mas agradable mi melancolía de amor unilateral.

De repente empezó a escuchar la musiquita del carrito de las nieves, obvio nadie en su mas alocada vida vendería nieve, en primer lugar, a altas horas de la noche y en segunda, en un lugar donde llueven 360 días al año.

Diga - conteste mi pequeño celular

Hola Bella, perdona que te llame a estas horas de la noche….