Prologo: Separándonos

Pasado

Narra Flora:

Contemplaba la gran cantidad de rosas que tiene plantadas el señor Albafica, es algo maravilloso, le admiro bastante como quisiera ser su aprendiz y aprender más de él para que así pueda defenderme sola, y los caballeros dorados así dejarían de librarme de los líos en que suelo meterme.

-Flora tenemos visitas –Dice Albafica dentro del templo, dejo de admirar las bellas rosas y me dirijo hacia el templo.

Al entrar me encuentro con mis mejores amigos el caballero de Cáncer y Capricornio, corro a abrazarlos haciendo que estos empiecen a reír… me encanta hacerles reír como quisiera que esta alegría durase por siempre pero sé que no será así, ellos arriesgan sus vidas para mantener a salvo a la diosa Athena para que así esta pueda proteger la Tierra. Aun que me molesta que estén llenos de tantas responsabilidades, y más mi amiga Sasha.

Miro desde la ventana que el sol se está colando sobre las montañas, tengo que volver a casa.

-Esto… chicos tengo que volver a casa, nos vemos mañana –Con mi mano izquierda me despido de los tres caballeros y corro fuera del templo, paso por los demás templos despidiéndome de los chicos hasta quedar en el templo de Aries.

-Hola pequeña amiga –Dice el protector del lugar.

-¡Shion! –Exclamo con felicidad –Perdón por no pasar tanto tiempo contigo pero prometo que mañana estaré todo el día contigo.

-Está bien, ahora vuelve a casa de seguro tus padres estarán preocupados –Dice él con una sonrisa.

Asiento y corro hacia el pequeño bosque que rodea al santuario, pospongo mi paso y yendo en paso lento hacia el pueblo de Rodorio, de seguro Shion tiene razón en que mis padres estén preocupados y más ahora que en el pueblo ha habido varios asesinatos, o más bien los yomas han matado a aquellas personas y ahora el pueblo ha preferido llamar a las brujas de ojos plateados o así llamadas claymores; sigo caminando hasta sentir que alguien esta tras mío, al darme la vuelta me encuentro con alguien vistiendo un manto que le llega hasta el suelo de color negro, se ve bastante intimidante pero a la vez malo.

-¿Quién eres? –Pregunto cerrando los puños, los caballeros me han enseñado varias cosas pero aun las sigo practicando.

Este coloca su mano sobre mi cabeza, susurra unas palabras, de pronto todo se vuelve borroso para luego volverse todo negro. Pero antes escucho del hombre: "Vendrás conmigo Flora"…