— ¡Félix!
— No.
— ¡Por favor! —Suplico al borde de las lágrimas. Él al ver su exageración, de nuevo, denegó— ¿Por qué no?... Solo unos segundos.
— No.
— Solo unos minutos.
— ¡Dijiste unos segundos! —Exclamo irritado.
Bridgette se mordió la lengua.
— ¡Perdón! quise decir segundos, por favor Félix solo será una vez.
— No.
— No te estoy pidiendo que me beses... aunque si tú quieres —Dijo con voz soñadora mirando el suelo y moviéndose de un lado para otro con corazones alrededor y sonrojada.
— No.
Quien luego de rechazarla por enésima vez, Félix se dio la vuelta con intención de marcharse.
— ¡Espera! ¡Por favor! Y-yo... ¡Te daré algo a cambio!
Él la miro de soslayo y continuo caminando.
— No quiero nada tuyo.
— Dejare de molestarte por un día.
Al oírlo, eso, fue demasiado tentador, se dio la vuelta y la miro fijamente.
— Una semana —Espeto.
— D-dos días.
— Una semana —Contesto firmemente.
— ¿Tres días?
— Una semana.
— ¿Cuatro?
— Una semana o ¿Prefieres un mes?
— ¡Esta bien! ¡Está bien! Una semana —Acepto a regañadientes— ¿Entonces puedo tocarte? —Pregunto ansiosa moviendo los dedos.
— El cabello —Repuso al ver su mirada lujuriosa por toda su cara— Y solo unos segundos.
— Sí, si —Dijo ella muy entusiasmada por tocar esa parte tan prohibida de él (A pesar de que todo era prohibido)
Ellos se encontraban enfrentados, quien Bridgette a las milésimas de segundos estiro sus manos lentamente hacia él hasta que llego a su cuero cabelludo y los deslizo hacia detrás de la oreja. Donde lo sacudió y lo despeino ligeramente.
— ¡Detente! —Exclamo al ver que lo estaba desarreglando.
— Tu cabello están suave.
— ¡Ya para!
Espeto de nuevo al sentir como sus mejillas se sonrojaban al sentir ese suave contacto detrás de las orejas.
— ¡Me encanta! —Articulo con voz fantaseadora.
— Ya paso los segundos —Le dijo para que retire sus manos y su cara recupere su color habitual.
— No, no lo hizo.
— Sí, lo hizo —Respondió con demasiada tranquilidad, ya que al parecer la caricia lo estaba adormeciendo— Acordamos unos segundos.
— Pero no cuantos, para mi eran un millón de segundos.
Con eso dicho sonrió. En cambio Félix fruncia el ceño, sintiendo como los dedos de Bridgette se deslizaban por sus suaves mechones rubios provocando miles de sensaciones en él. Sin notar ella de que Félix con su pelo desordenado se parecía bastante a cierto gatito.
— ¡Se acabó! —Alzo la voz al segundo, entretanto con sus manos retiraba las de ella de su cabeza— Listo ya pudiste tocar mi cabello y desordenarlo también —Empezó a decir mientras se acomodaba el mismo y se lo peinaba con sus dedos— Ahora no me molestaras durante una semana —Termino clavando su mirada en ella, quien lo miraba con su mirada depredadora.
Trato de ignorar eso y dándose la vuelta, comenzó a marcharse de allí.
— ¿Por qué me seguís? Acordamos que no me molestarías una semana.
— No acordamos que semana.
— ¡Esta!
— Ya es tarde para hacer modificaciones, aunque si me das un beso no te molestare durante dos semanas.
— No.
— Durante tres semanas.
— No.
— ¿Un mes?
— Ni por un año, no hare ningun trato más contigo Bridgette.
Ella refunfuño haciendo un tierno puchero.
— ¿Tampoco negociaremos un abrazo?
Al oír eso acelero sus pasos, dándolos más largos.
— ¡Félix!
Lo llamo corriendo hacia él.
— ¿Tomarnos las manos?
Insistió de nuevo. Mientras el la ignoraba, solo teniendo un pensamiento en su mente. El cual era que no haría ningún trato más con Bridgette y mucho menos cuando ella era tan buena negociando.
