Hola! Bueno solo unos cuantos avisos antes de que comiencen a leer , la historia son todos humanos , he tratado de no cambiarles el caracter y esta en tercera persona. Ahora si lean tranquilas.
Till I found you
Edward era un chico caballeroso, con cabellos color bronce y unos penetrantes ojos color esmeralda. Medía un 1.88, las chicas se morían por el.
Podía a llegar a ser un poco irritante para sus hermanos, Alice y Emmett, pero igual lo querían.
A él no le llamaban la atención las chicas, excepto una, Isabella Swan.
Isabella era una chica reservada, un poco tímida se podría llegar a decir. Tiene unos cabellos castaños, media 1.68, unos ojos color chocolate cautivantes y una torpeza que la hacía única. Estudiosa y buena amiga, son sus dos palabras con las que la puedes definir. Los chicos no le importaban, tenía uno que especialmente va detrás de ella, aunque ella no le tomaba atención aún así le cae muy bien.
Edward era el nombre del chico por el cual Bella se sentía atraída y también un poco de curiosidad, es que a veces ella pensaba que Edward la odiaba, y es que tenía algunas miradas "raras".
Hoy era lunes, un mal día para los dos. Cuando Bella llego al instituto se estacionó al lado de un Volvo plateado, que reconoció por el de Edward, cuando el bajó de su auto a Bella el corazón le dio un vuelvo o tal vez cuatro. Se sonrojó un poco y luego bajó de su vejestorio. Su primera clase era ciencias de la vida y le tocaba…si con el, con Edward.
Al llegar a su clase Bella se sentó en el único asiento libre con Edward. "Mi peor día, es Lunes". Pensó.
El profesor entró a clase y Bella sacó un cuaderno cualquiera y lo puso a rayar, era la primera vez que se sentaba con Edward.
La clase pasó tan rápido que ni siquiera la sintió.
-Chicos la tarea de hoy es, planear una familia con tu compañero de al lado. Tienen que decidir a que colegio van a mandar a sus hijos, en que van a trabajar. En otras palabras tienen que convivir juntos por una semana. El próximo lunes se entrega el reporte.- A Bella se le abrieron los ojos como platos, mientras que Edward apretó muy fuerte el lápiz que tenía en sus manos.
¿Planear una familia con Edward? Eso no lo había pensado ni en sueños, y no es que estuviera muy complacida con ello.
Edward no sabía si estaba feliz o desconcertado, no sabía que decirle; Bella era diferente a las otras chicas, nunca sabias como iba a reaccionar.
Ninguno se atrevió a mirarse, solo se quedaron ahí estáticos. Mientras que todos salían del salón, ellos aún no asimilaban la noticia de tener que planear su familia.
-Perdón por no haberme presentado antes, es un poco tarde considerando que estamos a mitad de año.- Sonrió y el corazón de Bella parecía querer salirse de su pecho.- Mi nombre es Edward Cullen.- Los dos sabían el nombre del otro, pero ninguno quería arruinar el momento.
-Bella Swan.- Bella sonrió tímidamente
-Bueno mientras mas pronto comencemos con la tarea, mas pronto terminaremos.- Edward analizo lo que había dicho y el doble sentido de sus palabras; deseó que Bella no lo tomara a mal.
-Entonces ¿En mi casa o en la tuya?- Preguntó Bella. Ella estaba deseando que dijera en la suya, tenía algo de curiosidad.
-En la mía, si no te molesta, ¿Hoy después de clases?
-Claro.
-Hasta entonces
-Adiós.- Dicho esto los dos se pararon, salieron de la clase y se fueron en diferentes direcciones. Bella estaba feliz y Edward igual, y es que nunca pensaron en hacer algo juntos.
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En la salida, cuando los dos ya estaban en el estacionamiento. Edward divisó Bella subiendo a su auto, el la siguió y toco su ventana. Ella le abrió la puerta.
-¿Qué haces?-Preguntó Edward algo irritado.
-Te voy a seguir con mi auto.- Explico Bella.
-Yo te voy a llevar.
-Soy perfectamente capaz de seguirte en mi auto.
-Bella no lo pongas difícil, de una manera u otra te voy a llevar… ¿Por favor?- Dijo Edward un tono suplicante. A Bella le dolían las costillas de lo fuerte que le latía el corazón.
Bajo de su auto, si es que se lo podía llamar así. Edward cerró la puerta del auto de ella y la guió hacia su Volvo. Le abrió la puerta del copiloto y ella se subió, se puso el cinturón de seguridad y el hizo lo mismo.
Mientras estaban de camino a su casa, ella miro todo el tiempo por la ventanilla y en algunos momentos se sintió observada.
La casa de Edward era muy grande de paredes blancas y grandes ventanas.
-Es hermosa.- Dijo Bella.
-Gracias.- Se bajaron del auto y Bella se sorprendió al ver su camioneta allí.
-Alice lo trajo.- Respondió Edward como leyéndole la mente, ella asintió.
Al entrar en la casa, o mas bien dicho mansión. Bella notó que no estaban sus padres. Solo Alice, a quien conocía por nombre y otro chico más, era músculo con cabello negro rizado que estaba jugando videojuegos.
-Alice, te quiero presentar a alguien.- Alice tenia la forma de un duendecillo, vino dando saltitos.- Bella ella es Alice, mi insoportable hermana.- Dijo Edward en broma y por respuesta recibió un codazo.
-Hola Bella, yo soy Alice la hermana de Edward.
-Hola.-
-Emmett, ven un momento.- Paró su juego y fue donde ellos.
-Emmett, ella es Bella.- Emmett se acercó a Bella y le dio un fuerte abrazo. Hasta dejarla sin aire.
-Emmett…no…res…piro.
-Lo siento.- Dijo el y la soltó.
-Vamos a estar trabajando en mi cuarto, no queremos que nos molesten. Esto va para ti Emmett.
-Aja, claro trabajando, descuida Eddie. La primera vez no es difícil.- Edward profirió un leve gruñido y Bella se sonrojó. Emmett por su parte se carcajeó al ver las reacciones de los dos.
Subieron las escaleras y fueron a su habitación. La ultima habitación del segundo piso.
El cuarto era de color azul, contaba con una gran ventana y con una gran colección de discos también. Por la cual Bella sintió curiosidad, se acercó a ver los títulos y la mayoría coincidía con sus favoritos.
.Así que…música clásica.
-Me gusta mucho ¿Por que?
-A mi también, es que nunca creí que a alguien de mi edad podría gustarle eso.
-Yo tampoco.- Edward se acercó a su mochila y sacó un cuaderno y un lápiz. Luego se sentó en su cama –Empecemos.-Bella se sentó en su cama pero no al costado de el.-Primero nos conocimos en…
-No lo se ¿San Diego?
-¿Qué tal aquí, en Forks?- Ella se sintió algo tonta por haber dicho lo de San Diego, así que se sonrojo.
-Claro. Entonces nos casamos ¿Dos años después?
-Bueno ¿Qué hay de la luna de miel?
-A mi me gusta el Caribe.
- Allí será.- A Edward le pareció algo rara la conversación, es mas nunca se había imaginado tener ese tipo de conversación y menos con ella.- ¿Qué hay de nuestros hijos?- A Bella esa pregunta le cayó como un balde agua fría. No había pensado en niños, no era muy amiga de ellos que digamos. Pero quería ver algunas reacciones de Edward.
-No lo se, pero pocos…supongo que trece esta bien.
A Edward los ojos se le abrieron como platos ¿Había dicho trece hijos?
-B-bueno. ¿S-segura tr-trece?
-Si, es un número lindo y necesitamos una casa con grandes jardines, me gusta todo verde.- Bella era una mala mentirosa y no sabía como Edward le estaba creyendo.
-Entonces trece.- Edward dijo ese número con algo de terror, pero entonces se dio cuenta de la mentira que le estaba diciendo Bella y le siguió el juego.- Esta bien todos irán a un internado en Londres.- Ella se espantó ante esa idea e intuitivamente se paso la mano por el vientre, Edward se rió ante esa reacción
-¿¡Que?!¿¡Por que?!.
-Para tener más tiempo para nosotros, amor.- Bella se sonrojo y esta vez había batido su record. Se dio cuenta que el le estaba siguiendo el juego y Bella quiso hacerlo también.
-Tienes razón, los matrimonios con estrés no son nada buenos.
-Si, bueno mi trabajo es doctor.- Entonces Bella se atrevió a hacer algo que jamás en la vida lo había pensado. Le tocó el brazo a Edward y cuando hizo esto, le encanto.
-Pero amor, vas a dedicar toda tu vida al hospital.- Edward no se incomodo por el contacto con Bella, le gustó.
-Querida, no te preocupes siempre habrá tiempo para nosotros. Cariño ¿Tu que vas a ser?
-Abogada, creo.- La verdad es que no tenía alguna carrera definida, no le gustaba pensar en eso.
-Entonces los dos daremos nuestras vidas al trabajo, no me parece nada atractivo.
-Si.- Edward trató de cambiar de tema.
-¿Mascotas?
-Siempre me han gustado los perros, cariño.
-Todo lo que mi esposa quiera.-Dijo con una sonrisa, que Bella pensó que debería ser ilegal.- ¿Cuál va a ser su nombre?
-Jacob.
-Bueno, querida, respecto a nuestros retoños.
-Dime
-Como tú dijiste, vamos a necesitar una casa grande, ¿A las afueras de Forks?
-Sí, me parece bien.- Esto del juego les parecía divertido a los dos.
- Y las universidades, cariño.
-La universidad de California es buena.
-Mejor Darthmouth, amor, es muy buena.
-Y también muy cara.
-Querida, vamos a poder pagarla.
-¿A los trece?
-¿Y si reducimos el número de nuestros hijos?
-No lo se, amor.
-Entonces sometámoslo a votación, querida.- Dijo Edward amablemente. Bajaron las escaleras y vieron la misma escena que cuando llegaron, solo que esta vez ya había oscurecido. Bella le fue a preguntar a Alice y Edward a Emmett.
-Emmett, necesito un consejo.- Edward no se podía creer lo que estaba haciendo en este instante, pidiéndole un consejo a Emmett.
-Dime, hermano.
-Bella y yo vamos a tener trece hijos y no sabemos que hacer.
-Púes…-Emmett se puso un dedo en la barbilla.- Van a necesitar una cama muy resistente o mejor…protección.- Dicho esto Edward le propino un golpe en el hombro a Emmett. A Bella por su parte le fue un poco mejor.
-Alice necesito que me ayudes.
-Dime.
-Edward y yo vamos a tener trece hijos y no sabemos que hacer
-Bueno, necesitaran una tienda de marca que venda al por mayor.- Dijo Alice seria.
-Gracias Alice.- Dijo Bella tratando de no reírse. Edward y Bella se reunieron justo en el centro de la sala.
-¿Cariño tuviste suerte?- Preguntó Bella, Alice y Emmett escucharon como Bella había tratado a Edward y pensaron que estaban saliendo hasta que Alice comprendió que tan solo estaban haciendo el mismo trabajo que le habían dejado.
-No, amor ¿Y tú?
-Tampoco.
-Esta bien, tendremos tan solo dos hijos.
-Querida mejor discutimos esto arriba.-Dijo Edward ya que sus dos hermanos estaban al borde de un ataque de risa.
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-¿Los nombres?- Dijo Edward ya en su cuarto, sentados como antes.
-Primero querido, las dos mujeres o los dos hombres o hombre y mujer.
-Yo creo que es mejor, hombre y mujer.
-Entonces el hombre Edward.-Dijo Bella bastante sonrojada.
-¿Quieres que mi hijo se llame igual que yo?-Dijo algo extrañado.
-No tiene nada de malo.
-Si tiene, mejor otro nombre.
-¿Gabrielle?
-Si, ese me gusta
-¿Y la niña?
-Marie, es hermoso ¿Te gusta?-Bella se sonrojo una vez mas, Edward no comprendía esta vez por que se sonrojaba.- ¿Tienes algún problema con el nombre, cariño?
-Es que es mi segundo nombre.
-Oh, es muy hermoso.- Los dos se sentían algo incómodos por el silencio que acababa de ocurrir.
-Bueno, amor, ya tengo que irle a preparar la cena a tu suegro.
-Yo te llevo, cariño.
-¿Y mi auto?
-Estoy seguro que a Alice no le importará llevarlo a tu casa.
-Bueno.- Los dos bajaron y Bella se despidió de Alice y Emmett, aunque ahora la verían muy a menudo, al menos eso esperaba ella.
El camino se la pasó escuchando su canción favorita Claro de Luna de Debussy.
No se dieron cuenta cuando llegaron.
-Hasta mañana, amor.- Dijo un divertido Edward
-Hasta mañana, cariño.- Y Bella se acercó a darle un beso en la mejilla a Edward , su corazón latió desbocado y rogó por que Edward no se diera cuenta , pero Edward si lo hizo , mas no dijo nada tan solo sonrió.
Bella estaba bajando del auto y Edward recordó los buenos modales que le había enseñado Esme.
-Buenas noches Bella, que duermas bien.
-Buenas noches Edward.- Bella bajó completamente del auto y se quedo en la puerta de su casa, hasta que vio al Volvo alejarse. Cuando entró vio a Charlie tirado en la sala viendo televisión.
-¿Ya te doy la cena, papá?
-No hace falta, me fui a la casa de Billy después del trabajo y acabo de llegar.
-Bueno, ya me voy a dormir.- Eran las diez y media; Bella no había captado la noción del tiempo y es que cuando estas con tu esposo las horas tan solo son segundos. "Esposo."Pensó. Bella nunca había querido casarse, la idea le parecía aterradora, sin embargo ahora le parecía un tanto divertido, sobre todo por que es con Edward Cullen. Estaba subiendo las escaleras, subió a su cuarto, se baño y se echo en su cama.
"Edward y yo, esposos ¿Quién lo diría?" Bella seguía insistiendo en eso, pero sus pensamientos la arrullaron.
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Edward se levantó con los mismo pensamientos de antes Bella y él…esposos, era la chica con la que menos terminaría o al menos eso creía hasta ayer.
No podían sacarse esos hermosos ojos color chocolates. Así que decidió darle una sorpresa esta mañana.
Se bañó y se vistió muy rápido y casi no desayuno. Se dirigió a casa de Bella y cuando llegó tocó el timbre.
Bella corrió a abrirle sin saber que era el.
-Edward…-Dijo bastante sorprendida.
-¿Cómo estas?
-Bien.
-¿Te puedo llevar al instituto?- Bella sabía que Edward era bastante reservado y que nunca se le veía juntarse con nadie, se pregunto cual sería la reacciones de sus compañeros cuando la vieran entrar con Edward.
-Claro.- Se apresuró en responder.-De pronto una sonrisa se cruzo por el rostro de Bella dejando muy desconcertado a Edward.
-¿De que te ríes?- Dijo ya estando camino a su auto.
-Tengo algo importante que decirte, Edward.- Por un momento Edward se puso serio, y algo tenso también. Entonces vio una chispa igual a la de ayer en los ojos de Bella, una chispa que indicaba travesura, entonces se relajo y dio una sonrisa fugaz.
-Dime, Bella.
-Estoy embarazada.- Edward río y Bella sonrió. Ella pretendía seguir el juego por toda la semana, sería una forma de conocer al enigmático Edward Cullen.
-Wow…yo no se que decir.- Lo que ellos no sabían que Charlie estaba viendo todo y escuchando también , se puso furioso y más cuando vio la nívea mano de Edward poniéndole un mechón de cabello de Bella detrás de la oreja . Charlie salió de la casa y los llamó a los dos, se sentaron en la sala.
-Bella, ya me enteré no hace falta que lo digas.- Bella no entendió nada, pero Edward si, trató de mantenerse serio pero una que otra vez se le escapaba su encantadora sonrisa.-Pensé que eras mas responsable, es mas ni siquiera me dijiste que tenías novio.
-¡Oh papá, me asustaste por un momento!- Entonces Edward y Bella rompieron a reír a carcajada batiente.
-No le veo nada gracioso, chicos.
-Papá, Edward y yo tenemos que hacer una asignatura, tenemos que ser una familia, eso es todo.
-Oh, bueno siendo así, pueden irse.- Edward y Bella aún seguían riéndose, llegaron al instituto y las predicciones de Bella se cumplieron, las miradas de todos estaban en ellos.
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Al final del día, Bella se fue a la casa de Edward por que todavía quedaba algunos detalles por cuadrar.
Ya estaban en la sala de su casa los dos, discutiendo sobre cosas insignificantes, como el color de las habitaciones, los carros.
-Tendrán un carro cuando se lo ganen.- Dijo Edward fingiendo autoridad.
-Como tu lo haz hecho.- Contribuyó su duendecilla hermana.
-Alice, estos son problemas maritales.
-Jasper y yo no tenemos ese tipo de problemas.- Dijo con algo de pica y sacando su lengua.
-Pero tu y Jasper no tienen un bebé.- Alice los ojos se le abrieron como platos y luego comprendió todo; se llevó una mano al vientre y se fue corriendo a buscar a Jasper.
-Hablando de eso…- Edward estaba dudoso si pasar o no, su mano por el vientre de Bella.- ¿Cómo estamos allí dentro?- Bella pensó que era el padre que quería para sus ficticios hijos. Tomó la mano de Edward y la guío hacia su vientre.
Estuvieron así, quien sabe cuanto tiempo, pero les encanto. Ninguno de los dos se dieron cuenta que sus rostros estaban demasiado cerca, no pudieron contener sus impulsos, sus labios estaban prácticamente uno sobre el otro y…
Hola chicas, bueno esta historia es la mas larga que he escrito, pretendo dejarla en un One-shot pero de repente le ponga un capitulo mas no lo se. Ustedes díganmelo.
Besotes estilo Edward
Abrazos
Ale
Cullen.
