Silencio, solo pedía eso, un poco de silencio. Eso en mi vida era básicamente imposible, dos individuos se encargaban de ello, se pasaban haciéndome la vida imposible día tras día. Yo debía encargarme de la casa, de que estuviese impecable todo, de que hubiese suficiente comida y a la vez me encargaba de estudiar con el fin de poder marcharme pronto de aquí, de poder huir cuanto más lejos mejor, ya que era lo que más ansiaba en la vida.
Quién diría que Isabella Swan, hija de uno de los hombres más importantes del país, acabaría como cenicienta. No le deseaba este mal a nadie.
Todo cambio desde que mi padre me abandono con solo 3 años. De la noche a la mañana el desapareció, mi madre me dijo quien era, Charlie Swan, el cual ahora era millonario y poseía muchísimas empresas, pero él no se merece ni que trate de buscarlo ya que nunca quiso saber nada e mi.
Estaba a punto de cumplir la mayoría de edad así que deseaba conseguir una beca para la universidad, quería deshacerme de todo lo que me relacionase con esta vida que llevaba. Deseaba estudiar publicidad y marketing ya que siempre me gusto ese tipo de cosas y esperaba conseguirlo.
Respecto a mi madre se podía resumir en que pasaba e mi, nunca me quiso siempre fui un estorbo en su vida. La soportaba pero todo cambio cuando se volvió a casar con Phil, desde ese entonces mi vida se volvió más oscura y me quede más sola aun. Phil no me soportaba, me quería quitar de en medio y día tras día tenia que soportar sus gritos y golpes.
Todo esto iba a cambiar y para ello faltaba muy poco, mi 18 cumpleaños estaba a punto de llegar aunque nunca pensé que ese día pasase la peor tragedia de todas.
