N/A: antes que nada quiero aclarar que este es mi primer fic, tanto en esta página como de One Piece y que los personajes no me pertecen – si así fuera, One Piece no sería tan machista y habría más fanservice –

La historia está situada post Amazon Lilly. Es mitad Universo Alterno pero con recuentos del anime/manga.

Calculo que ya para nadie es Spoiler lo que pueda llegar a hacer mención pero, de todos modos cuando haga referencia a algún hecho, pondré aviso de spoilers antes que comience el capítulo.

Aclaro que este fic es de mi completa autoría y que corre riesgo de haber demasiado OoC entre los personajes principales.

Si no eres amante del YURI, YAOI y esas cosas, aconsejo que no leas mi fic.

Se centrará básicamente en la relación que mantiene Hancock con Margareth y como desaprueba que la rubia esté enamorada de Nami, mientras la navegante de los Sombrero de Paja se debate entre esta y Monkey D Luffy.

Sin más que decir, espero que disfruten esta historia.

Los veré abajo.

Mentirosa

Parte n° 01: Perfecta

Por: Pirate Empress Boa Hancock

Misteriosamente y sin previo aviso, dejé que él me llevara a otro mundo y de paso también te involucré a ti en un viaje sin sentido, en el que te enamoraste de ella.

No lo planeaste, como así tampoco lo planeé yo pero, de todos modos, se dio.

Esa otra te enredó con sus aires de chica del mar y más allá de mi hermosura, te resististe a mí y no a ella.

Claro estaba que yo era tu amiga, que me tenías respeto y todo eso pero, ¿qué onda con la tercera?

No tenías la misma relación con ella.

Al contrario, tratabas de hacerte la simpática como pendeja enamorada a ver si te registraba, sin mucho resultado.

Ella parecía estar mucho más interesada en su puesto que en ti y no más alardeaba que pronto sería reina.

¿Reina de qué? Era demasiado engreída la mocosa y lo más gracioso era que así tú te morías por ella.

Si te mandaba a por algo, ahí ibas tú como si fueras su mascota, si te pedía tu opinión porque no le convencía la suya, ahí tú le dabas la razón; parecías una perra faldera a la que sólo le faltaba el collar y la correa.

Eras así de patética sabiendo que no le movías un solo pelo y que en años luz, ella te sacaría a pasear.

¿Bajarse de lo alto para darle la mano a una como tú?

No, la señorita no haría eso porque a diferencia tuya, ella tenía clase. Involucrarse con una mediocre, no estaba dentro de sus planes de chica fina.

Por supuesto, no quería manchar su imagen.

Ella toda recta, ella toda firme, si se decidía a por ti, ¿dónde quedaría toda esa cordura?

No tenía un tacho de basura por ahí, como para tirar su orgullo y lanzarse a tus brazos.

Perder todo grado de decencia y sólo por ti, ¿en qué demonios estabas pensando?

¿De veras creías que cometería semejante locura por alguien que siquiera la movía?

Estaba claro que estabas ciega pero, ¿tan ciega que no te dabas cuenta que siquiera quería divertirse contigo?

Sí que eras tonta, niña. Tonta e ingenua, como para soñar ese tipo de cosas, sin pies ni cabeza.

Aunque claro, tú ya estabas en las nubes cuando la conociste y ahora saltabas en ellas por cómo te sonreía.

Ese era el trato que tenía contigo y que a ti te bastaba para hablar horas y horas sobre eso que no tenía fundamento.

En resumen, lo tuyo con ella era unilateral.

Pero claro, de ahí a que tú lo vieras, el tiempo hasta me alcanzaría para sentarme, que me cansaría si me quedaba esperando parada.

Que tú fueras tan tarada y que te volvieras aún más tarada, me ponía los pelos de punta y de mal humor.

¿Pero, ir a decírtelo? ¿Para qué?

A ti te iba y te venía si yo andaba de reproches y me llamabas loca, cuando decía algo en su contra.

Para ti, era como una especie de angelito y que raro, yo no le veía las alas por ninguna parte.

Sí que tenías lavado el cerebro que, hasta probablemente te hubiese caducado, contando que venías de una fábrica con fecha de vencimiento.

Eso yo me lo sabía desde el principio pero, nunca me atreví a decirte que estabas por demás de podrida.

Porque por más encantadora que fueras tenías tus malos hábitos y de paso, un muy mal gusto.

Claro que el mío no era mejorcito pero, al menos yo no quería salir con una ladrona como ella con aires de grandeza.

Si era eso lo que te gustaba de ella, aquí tenías a una que hasta nació con lo grande bajo el brazo.

Pero no, a ti te llamaban la atención otro tipo de cosas, empezando por su carácter que variaba con los días, si le molestaban o no.

Su sueño era ser una chica tranquila, sirviente de su trabajo pero, tenía el camino entorpecido y de paso, tú no se lo hacías más fácil; porque te aparecías cuando no quería verte y ella te metía la excusa de que estaba ocupada y que por favor te fueras.

Ahí venías tú entonces, con la cara por el piso y el alma besándote los pies, diciéndome que una vez más te había echado.

¿Qué pretendías con eso?

Yo no iba a abrazarte, ni que así me lo pidieras.

¿Estabas bastante grandecita para ponerte en el papel de bebita, no te parece?

Razonar contigo era absurdo, hacer que sentaras cabeza mucho peor, abrirte los ojos respecto a ella imposible; tenías una especie de barrera que sólo bajabas cuando ella decía tener ganas de estar contigo.

Y tú – de idiota que eras – te la creías e ibas con tu cara feliz de la vida, a disfrutar del poco tiempo que te daba.

¿Genial, no? Parecía que aparentaba para que el resto no sospechara y cuando ellos bajaban la guardia, se iba a buscarte y te vendía uno de esos cuentos baratos que a ti tanto te gustaban.

Así como te gustaba ella, así como no te gustaba yo.

-¿Hoy también?- tiré cuando te levantaste

-¿Los otros no están, no?- me miraste contenta -Tendré tiempo de estar con ella-

-Margareth- te llamé y me puse seria -¿Cuánto tiempo piensas seguir con esto?- fui directa -Sabes que tarde o temprano…-

-Eso no pasará- dijiste confiada -No nos descubrirán-

-¿Y eso?- me llamó la atención -¿Cómo estás tan segura de que…?-

-¿Tú me cubrirás con Luffy, verdad?- nombraste al que no tenía importancia -Eres mi amiga, después de todo-

-Abusas de esto- acoté -Te irá mal-

-Si eso pasa- lo diste como posible -Tengo la excusa perfecta-

Sigue en – Parte n° 02: Diferente

Mi política

Si les gustó: dejen reviews

Si no les gustó: dejen reviews

Si creen que debería continuar: dejen reviews

Si creen que no debería continuar: dejen reviews

Pirate Empress Boa Hancock