28. A tender girl picking flowers.
Jolyne recogía flores del jardín mientras Jotaro la miraba desde atrás. Sentado en la tierra, con el viento acariciándole la cara, observaba a su hija como disfrutaba cogiendo todas aquellas flores. De pronto, ella se incorpora y va corriendo hacia él. Jotaro la mira con curiosidad, y ella sonríe con las manos escondidas detrás de su espalda.
Cuando está delante de él, le pide que cierre los ojos. Él, murmurando para sí mismo "yare yare" la obedece, y se queda quieto esperando. Jolyne le quita el sombrero y Jotaro se tensa, pero no dice nada y la deja hacer.
"¡Ya he terminado!", grita eufórica. Jotaro abre los ojos y se lleva la mano a la cabeza, encontrándose una torpe corona de flores en lugar de su gorro. Sonríe un poco y le pone el gorro en la cabeza a su hija, que lo acepta sin rechistar con una sonrisa en la cara. Se sienta a su lado, pero Jotaro la incorpora y la sienta sobre sus piernas. Jolyne le coge una mano con sus pequeñas manitas y la sostiene con cuidado, acariciando los callos y cicatrices que tenía. Él, una vez más, la deja hacer en silencio.
De pronto, Jolyne se gira, le da un beso en la mejilla y se incorpora, volviendo a correr al campo de flores. Jotaro vuelve a llevarse la mano a la cabeza, rozando las flores con los dedos.
Yare yare daze.
Y sin embargo, está sonriendo.
