Disclaimer o algo así era el nombre: Rebecca Sugar no me pertenece. Es propiedad de Steven Universe. ¿O era al revés?...
Nota de la seroña autora
Holi!, bueno, es mi primer fic, así que no me juzguen ;w; Espero recibir muchas criticas constructiva, de verdad lo apreciaría mucho.
Bueno, mientras lees, yo iré… por allá *va a una esquina y te mira fijamente*
Muchos milenios habían pasado ya.
Las guerras eran comunes en aquellos caóticos siglos. Miles de inocentes vidas se habían acabado violentamente, mientras que otras quedaban marcadas por los horrores que tuvieron que vivir.
Chrysocolla fue una de las Gems participantes en aquellos terribles exterminios. Había experimentado verdaderas torturas, viendo a todas las Gems que quería morir ante el enemigo. Luchó por su recuerdo y por las Diamante, pero esto no había salido barato: Su gema había sido destruida por una Gem.
Rose Quartz hizo lo que pudo, sin embargo, tantos fueron los daños que su gema quedó incompleta. Cuando al fin se regeneró la que alguna vez fue una grácil y fuerte guerrera hoy era una penosa inválida, solo provista de cabeza y pecho.
Sin embargo, y a pesar de que Chrysocolla se sintiese como una carga para el Imperio llegó una luz de esperanza: Una experta ingeniera bajo el mando de Yellow Diamond era capaz de proveerle cuerpo.
Desde el principio tuvo muy claro una cosa: Ese nuevo cuerpo no le devolvería el poder y agilidad que tuvo en la antigüedad. Sería más bien para poder movilizarse sola y poder ayudar en algo en los gigantescos recintos del Homeworld.
La ingeniera, de nombre Peridot, trabajó largos años en la construcción del cuerpo mecánico de Chrysocolla, y cuando ella no se encontraba allí, unos pequeños robonoides cumplían su trabajo, mientras tanto, la inválida gema se mantenía erguida en el traje, pero sin poder moverlo. Un par de veces llegó incluso a dormir, a pesar de que no lo necesitara.
Ansiaba con todas sus fuerzas tener un cuerpo normal, como el que tenía antes, como el de Yellow Diamond, o manos y piernas normales como las de Peridot. Pues estar así la deprimía mucho.
Una noche en la que Peridot estuvo muy ocupada ella debió quedarse sola, mientras trabajaban los robonoides. Cuando de pronto apareció una familiar figura en el umbral.
"¿Qu-qué haces aquí?"- Preguntó Chrysocolla. La figura se acercó a la luz, mostrando una apariencia femenina con un masivo cabello y un cuarzo rosa en el vientre.
"Vengo a despedirme"- Respondió ella. Sus ojos denotaban tristeza.
"¿Despedirte?, oh, cierto, irás al Planeta ese que descubrieron hace poco"- Respondió Chrysocolla evitando un poco el contacto visual. A menos que fuera Peridot le avergonzaba que la vieran en ese estado. Además, tenía un mal presentimiento con las palabras de Rose.
"Así es. Que mal que no nos veremos más"- Respondió ella, con voz ligeramente quebrada
"¿Cómo que no?, Se suponía que después de la instalación del nuevo Kindergarten volverías al planeta"- Dijo despreocupadamente, empezaba a comprender a su pesar.
"Lo siento mucho"- Dijo ella, y empezó a llorar. Entonces Chrysocolla comprendió. Rose se iba para siempre. Ella también lloró a través de su único ojo.
Luego de un rato Rose le besó la frente, y con una lágrima en su mejilla se despidió con la mano. Luego salió corriendo.
Varios siglos después de ese último encuentro el cuerpo de Chrysocolla al fin estuvo listo. Hubo una especial demora por el hecho que Peridot también sufrió daños, quedando ésta sin antebrazos ni piernas, siendo estas rápidamente cambiadas por los robonoides por unas precarias extremidades metálicas.
A la Gem veterana le encantaba su nuevo cuerpo, al fin podía andar, ayudar y también…
"Chrysocolla… ¡Chrysocolla!"
En eso la Gem volvió a la realidad, había pensado en su pasado, y se había concentrado tanto que olvidó por completo que tenía mucho trabajo ayudando a Peridot.
"¡Al fin bajas de las nubes, soñadora!"- Dijo la gema verde medio en broma medio en serio.
Chrysocolla se sintió algo incómoda. Su cuerpo artificial había sido recientemente actualizado, al igual que brazos y piernas de Peridot, solo que estos habían sido mejorados siglos antes.
Un momento después se vio a dos Gems caminar apresuradamente por los pasillos de un laboratorio, una de ellas era de un color verde agua, con una especie de casco ajustado, y la mitad de una lente que cubría su único ojo, mientras que donde debería estar el otro había una gema de Crisocola. Su cuerpo metálico estaba moldeado con forma de un vestido elegante, pero futurista. Su pomposo cabello anaranjado salía por los lados del casco, como una nube envolviendo una montaña. Llevaba un carrito con frascos llenos de líquido extraños
La otra, mientras tanto, con un cabello de forma peculiar, piel verde y una gema de Peridoto en la frente cubierta con un visor caminaba con rapidez y aparente furia, tomando más frascos con sus dedos flotantes y poniéndolos en el carrito, y murmurando maldiciones. Odiaba que la molestasen en el trabajo, incluso aunque fuera…
Finalmente las Gems dejaron el carrito a un lado y se aproximaron a una gigantesca puerta, la cual tenía grabada un enorme rombo amarillo, justo como el que las Gems tenían en sus uniformes…
¡Pues eso ha sido todo! *vuelve de la esquina*. Si a la gente le gusta la sigo, sinó, pues para qué :v
Hasta el proximo cap/proximo fic nwn
Siempre suya, pero no tanto
Pengin-san
