Harry luego de regresar de una misión como auror de apoyo en Alemania, sus compañeros de trabajo lo habían arrastrado a una discoteca de ambiente muy exclusiva.
–A que no te esperabas esto Harry–dijo Colin dando saltitos entusiasmado.
–Claro que no Colin, es Potter, te apuesto mi fortuna que nunca ha pisado un lugar como este –habló Blaise, quien era novio del ex fotógrafo de Hogwarts y parte del equipo de inteligencia de los aurores.
Aunque Harry detestaba darle la razón al ex Slytherin, era verdad que nunca frecuentaba ese tipo de lugares pero era por una buena excusa.
Pasa que Harry Potter no era un buen bebedor, la última vez que se embriago término mandándole una carta parlante a Snape cantándole una canción infantil muggle, desde esa ocasión había decido evitar cualquier combinación de alcohol.

Pero todos sus compañeros insistieron una y otra vez hasta que lo convencieron que solo serían unas cuantas copas que termino perdiendo la cuenta.

Entonces Potter se le acercó contorneándose a cada paso, su mirada lo hipnotizo para que olvidará todo lo demás de su alrededor y sólo se fijará en el ex Gryffindor, este estaba a una palma de su rostro y podía sentir claramente su aroma corporal mezclado con el olor del ambiente.

Con el chasquido de sus dedos Harry hizo aparecer un tubo de metal que estaba unido al techo y al suelo del lujoso cuarto privado que contaba la discoteca y luego con un pequeño empujón hizo sentar a Draco en el sillón y se acercó a su oído para hablarle en un tono que rayaba al parsel –¿Estás listo Draco?– mientras sus manos desabotonaban la camisa de seda y tocara el torso del heredero de los Malfoy.

Y aun sin una respuesta, se alejó de la cercanía de Draco para quitarse la camisa y los pantalones, mientras este solo deseaba poder tocar ese cuerpo fornido por el ejercicio que tendría en su trabajo como auror y que no se comparaba a nada al recuerdo del chico flacucho que era en la escuela.

En ropa interior y con una mano apoyándose en el tubo subió a este con gracia y sensualidad y moviéndose con una maestría impresionante que dejo admirado y caliente a Draco.

Cuando el autocontrol del ex Slytherin se había agotado y este estaba desesperado por sentir el cuerpo de Harry junto al suyo y como si él hubiera leído su mente se sentó en su regazo, sin perder tiempo toco todo lo que estaba a su alcance mientras el auror se mecía frotándose descaradamente encima de Malfoy quien no perdió tiempo y no lo pensó dos veces para hacer una aparición conjunta en su departamento pero justo abrieron la puerta una preocupada Hermione acompañada de Ron, que se habían enterado que había un Harry ebrio suelto en una discoteca sin que sus compañeros sepan exactamente donde estaba.

-Mione, dime que ellos no eran Harry y Malfoy- dijo Ron sin aun creer lo que acaba de pasar.

Harry en la mañana no quería levantarse de la cómoda ¿almohada?, abrió los ojos sorprendiéndose con quien estaba compartiendo cama pero asi como rápidamente abrió los ojos se relajó y siguió durmiendo.

Al menos esta vez no había mandado nada vergonzoso a Snape.