SUMMARY: Asesinos. Los dos. Unos asesinos. Ella se encarga de hechizarlos, él de matarlos. En tiempo de mortífagos, Rose y Scorpius no se aman, no se quieren ni se gustan, simplemente se protegen.
DISCLAMEIR: Los personajes pertenecen a la única, inigualable, incomprendida (por asesinar a Remus, Tonks [...], ¿por qué, por qué?) ... ¡JK Rowling!
En Tiempo de Mortífagos
PRÓLOGO
—Corre, maldita sea. ¡Corre!
—¿Y qué crees que estoy haciendo, grandísimo idiota?
Ella esquivó una ramita de árbol dando una zancada espectacular. No sabían qué era lo que los tenía más excitados. ¿Era acaso la adrenalina que corría por sus venas? ¿Era por el paso acelerado al que iban? ¿Era porque ambos huían para salvar sus vidas?
Scorpius Malfoy no podía creer que hubiese alguien tan lenta como Rose Weasley, así que la cogió de la mano y prácticamente la arrastró entre la maleza del bosque. Sus corazones iban latiendo a mil por hora.
Hojas. Troncos. Verde. Pisadas. Lluvia. Crujir. Y correr mucho más rápido. El suelo no era favorecedor compuesto de lodo y algunas plantas secas.
Era divertido. Sí, divertido. Literalmente divertido. Excitante y divertido. Estaban por alcanzarlos. Estaban por atraparlos. Si no aceleraban un poco más, tal vez sus vidas correrían más peligro del que ya estaban.
—¿Dónde… está Albus? —logró completar la pregunta Rose, ya que la respiración se le iba.
—¡Con los demás! —exclamó Malfoy antes de detenerse bruscamente cuando salieron del bosque.
Precipicio.
Atrapados. Estaban atrapados. Entre ellos y el precipicio.
Los rodearon.
—Maldita sea… ¿qué vamos a hacer? —cuestionó una angustiada Rose Weasley.
No hay salida. Ni una salida. Era morir. De una u otra forma. O caer en manos del vacío… o en manos de ellos.
Que déjenme decirles que los mortífagos eran en el mundo mágico como zombies son aquí. Porque en tiempo de mortífagos o matas o te matan. Y Scorpius Malfoy no iba a rendirse. Oh, claro que no. Sin varita, él aún era un mago.
—Vamos, Weasley, que prefiero morir cayendo que con ellos —dijo Scorpius Malfoy y con Rose bien sujeta entre sus dedos, corrieron hacia el precipicio, dando un brinco y abandonando sus cuerpos a su suerte.
¡Gracias por leer! :3 Saludillos!
