Ser o no ser
Esa es la cuestión.
Benjy era conciente de que no estaba bien de la cabeza.
Al ser un chico ravenclaw, cualquiera hubiera pensado que antes de actuar pensaría las cosas, comprobaría los pros y los contras, analizaría la situación desde todos los ángulos posibles.
Era un ravenclaw, pero ante todo, era humano. Tenía necesidades. Y se dejaba llevar.
Y Evan Rosier estaba condenadamente bueno.
No estaba seguro de como habían comenzado esas breves reuniones en el aula de Transformaciones. Recordaba a Evan sentado en el escritorio. Y él, por algún motivo, había sido seleccionado por McGonagall para ir a buscar unas tazas al salón.
Evan lo había mirado con sus penetrantes ojos oscuros y esbozando una sonrisa terrorífica, musitó:
─Lindo, lindo, chico rae ─canturreó, mientras Benjy rehuía de su mirada. Tomó las tazas y huyó lo más rápido posible.
Solo que desde entonces, Evan no paraba de acosarlo (y a Benjy no paraba de gustarle): en los pasillos lo miraba de arriba a abajo, lo seguía a los baños, y se esforzaba por hacer contacto visual con Benjy en el Gran Comedor.
Como ese día.
Evan lo miraba a los ojos, mientras le asentía levemente a Dolohov, quien sentado frente a él; parloteaba sin cesar sobre un hecho que a nadie le importaba. Devoraba un bollo de bath lentamente, y luego, se lamía el azúcar de los labios.
Toda su cara parecía decir este bollo podrías ser tú.
Benjy esperaba que su cara dijera ese bollo seré yo.
Y lo fue.
Pero esa ya otra historia
¡Mi primer BenjyxEvan! (y esperemos que no sea el último) Lo shipee mucho desde que leí Historias de Hogwarts de Cris Snape. Lo amo, a pesar de lo tóxica que sería su relación.
Es cortito, pero espero poder escribir algo más sobre ellos, en un futuro (no muy lejano) (espero)
Un saludo,
J.
