¿Y si te lo pido yo?
Bella: No sé qué hacer…
Alice: ¿Qué ocurre?
Bella: Todo se me va abajo. Todo lo que hago sale mal.
Alice: Tu problema es que quieres que todo el mundo sea feliz, sin pensar en ti misma.
Bella: Es que haciendo feliz a todo el mundo me hace feliz a mí.
Alice: No te mientas a ti misma, sé honesta con tigo. Tú no eres feliz. Al menos no completamente pero…nunca conseguirás hacer feliz a todos sin hacerte daño a ti misma.
Bella: Es tan fácil para ti decirlo…
Alice: ¿Es tan fácil para ti mentirte?
Bella: Todo es parte de un problema; un problema que yo misma construí, y sin darme cuenta, estoy perdiéndolo todo.
Alice: Exactamente para ti, ¿Qué es ese todo? O más bien diría… ¿Quien?
Bella:Edward no tiene nada que ver con esto.
Alice: Bella, el es parte de todo esto. El es el fruto de tu problema.
Bella: !Él no es el problema! ¡No lo metas a él en esto!
Alice: ¿Entonces a quien quieres culpar? La unica responsable de todo esto eres tú, Bella. Él te ama pero tú no lo quieres aceptar y te llenas de remordimiento pensando que te enamoraste del ser equivocado cuando la equivocada eres tú y nadie más que tú.
Bella:Él no me ama. Somos mejores amigos desde que tengo memoria y no lo voy a culpar a él por mi infelicidad. No tiene sentido que él me ame, solo me ve como su mejor amiga, nada más.
Alice:¿Cómo te puedo mostrar cuan equivocadas están esas lágrimas que ahogan tu alma?
Bella:No hay nada que mostrar.
Alice: Déjame mostrarte que…
Bella:¡Calla! No sabes cuánto dolor me haces. Lo amo más que a nada en este mundo como para herirlo. Daría mi vida por él, y si me toca dejarlo por su bien, lo haría.
Alice:¿No estás pensando…?
Bella:Cuando lo veo, ya nada importa. Solo existe él y yo, nadie más importa. Ya no es la gravedad la que te sostiene, es él. Cuando su mirada se junta con la mía y me sonríe, llego a un éxtasis de felicidad absoluta, ya nada importa. Pero ese éxtasis alguna vez se rompería, haciéndome volver a la realidad. La unica realidad en la que desvía su mirada de mí y sale por la puerta de la cafetería del colegio sin decirme un "adiós". Y yo siempre me quedo ahí, sentada en una de las mesas de la cafetería junto a ti, Alice, pero siempre con una sonrisa, trato de reprimir aquel pensamiento que siempre me inverna cada vez que se va: "Él nunca me amará".
Alice: Valla, amiga, te luciste. ¿Enserio eres tan bruta de irte y dejarlo?
Bella: ¿Cambia algo?
Alice: ¡Claro que sí! Él te ama. ¡Por Dios, Bella! ¡Baja de las nubes!
Bella: Eso hago. Aré lo que debí de hacer desde un principio, desde la primera vez en que empecé a verlo con otros ojos.
Alice: ¡No te irás!
Bella: ¡Tú no me puedes pedir eso!
Edward: ¿Y si te lo pido yo?
Fin
