Teen titans

Dante el I

Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura

Se escuchaba el sonido del agua golpeando el piso, una gota, pero su olor delataba con fuerza su verdadera naturaleza, era metálico su aroma y al sentir una de esas gotas en sus labios lo supo… era sangre.

-Mi cabeza- dijo

Adolorido el joven héroe abrió sus ojos para ver donde se encontraba, al revisar su entorno sus ojos no se sorprendieron por el lugar donde se encontraba, sino que con quien estaba.

-Raven- viendo a la hermosa bruja tirada en el piso

El joven intento acercarse hacia su compañera que seguía inconsciente pero fue detenido por la cadena puesta en su mano. En vano trato de quitársela más sin ningún resultado favorable, atino solo a gritarle para que despertase a la joven oscura.

- ¡Despierta Raven!- grito Robin, quien no podía acercase a ella

La chica de a poco comenzó a abrir sus ojos recobrando sus sentidos y mirando a su líder.

-¿Robin?- pensó la de ojos oscuros, extrañada de ver a su líder

La gótica mira sin entender al chico

- ¿Dónde estamos? y ¿Por qué tienes sangre en tu cabeza?- fueron sus primeras preguntas en tono demandante.

El chico no sabia como responder la primera pregunta, pero si la segunda. Con su mano indica el techo de la habitación el cual con grietas deja pasar gotas del líquido rojo sobre los jóvenes.

- ¿Esta goteando sangre?- asustada-

- Así parece, pero no se de donde ni de quien proviene- dijo el pensativo

-Salgamos de aquí… hay que ver que sucede- hablo, presurosa de salir del lugar.

Raven intenta usar su demoníaca magia pero no sucede nada, intento tras intento, conjuro tras conjuro llega a la conclusión de que algo esta impidiendo el uso de sus poderes, lo cual la deja como una débil y normal mortal.

- Mis poderes…no los puedo ocupar – murmuro la bruja, sintiéndose impotente

—Yo tampoco tengo mis armas —dijo Robin, consternado

Ambos chicos observan que ambos están encadenados de su brazo izquierdo.

-¿Qué demonios pasa aquí?- con voz demandante dice el joven héroe.

De pronto del suelo aparece un maquina horrible llena de sierras y oxido metálico, cuyas poleas estaban conectadas a las cadenas de los jóvenes haciendo que hubiera tensión entre ellas.

-¿Y esta maquina?- dice la chica atemorizada por ver tan grotesca y peligrosa maquina.

De repente de la horrible maquina aparece un holograma de un anciano demacrado y enano que a su sola vista pareciera que moriría en cualquier momento. El anciano con esfuerzo comienza a hablar con una voz grabe y opaca.

- Saludos héroes, mi nombre es Dante el XXX- dice el viejo

Robin sorprendido al verlo se acerco al holograma diciendo.

- ¿No eres tú el responsable de los secuestros de hombres, mujeres y niños de los últimos 4 años?- seguro de saber quien es.

-¿El que mutilo a cien niños por no haber sido bautizados en Italia?- dice Raven, recordando las horribles imágenes de ese suceso.

El anciano con cara complacida le dice.

-Veo que me conocen- sonriendo

-¿Conocerte? ¡Maldito, Raven y yo te hemos buscado todos estos años!- furioso dice el muchacho de antifaz.

-Eso lo se, por eso os traje- dice en voz baja.

Raven sin entender por que dijo que "el" los trajo hacia su base le pregunta.

-¿A que te refieres con que tú nos trajiste?... ¿para que nos trajiste?- demandando la respuesta.

Dante mirando a la joven maga se reclina en su sillón tomando una jeringa e inyectádsela en su brazo derecho, luego de un rato comienza a hablar nuevamente.

- Los traje por que estas son mis últimas horas en este mundo- tosiendo al terminar la frase.

-¿Y quieres que estemos aquí para sentir pena por ti?- dijo Robin en tono sarcástico.

El anciano al escuchar esto da una risa muy sonora, luego respira profundamente y vuelve a hablar.

- Los traje aquí para que sean ustedes los testigos de mi más grande proeza en honor a dios. Ustedes harán el recorrido que hizo mi antepasado hace más de setecientos años.- sonriendo de una manera en que solo un enfermo de atar lo haría.