Bueno, al fin llego con este tan ansiado fic que hace tanto tiempo he querido hacer pero no puedo. Hace mucho tiempo que no escribía algo, espero les guste, esta es una leve y breve introducción al fic dedicado a todos los amantes del kaiyuriy o yuriykai, aunque prefiero mas la primera no se porque XD, en fin, pues esta intro es indispensable para el desarrollo de la misma, pero ya en el próximo capítulo entraré de lleno con la historia en si, además de que habrá más personajes n.n, sin más preámbulos los dejo leer:
Capítulo uno: Prefacio
Hace muchos años conocí a alguien que me fascinó más que cualquiera que haya conocido. La fascinación que experimenté probablemente estuvo muy cerca a cierto tipo de amor. Él fue la primera y la última persona que quise. Y sé que todos dicen lo mismo del primero, pero… Pero cuando estábamos juntos, me sentía perfecto.
Se encontraba muy concentrado frente al espejo cepillando su cabello casi con adoración, dándole su habitual forma. Sus hermosos ojos brillaban con ansiedad preguntándose el porqué de la tardanza de quien esperaba cuando sin esperarlo, el sonido de un claxon hizo que diera un pequeño brinco de exaltación, seguido por una familiar voz que lo llamaba desde afuera del edificio.
-¡Ivanov!- Dejó su cepillo sobre un buró y se asomó por la ventana para verificar la identidad de la persona, aunque era obvio que sabía quién era, reconocería esa voz entre una multitud. Al asomarse por la ventana empujó una maceta con su brazo accidentalmente, la cual le hubiese caído en la cabeza al recién llegado de no ser porque se hizo a un lado.
-¿Intentas matarme o qué?-Le reprochó cierto bicolor alzando la vista al tercer piso del pequeño edificio de donde se asomaba el otro, quien le dirigió una pequeña sonrisa a modo de disculpa.
El pelirrojo tomó su abrigo y sus llaves para salir del pequeño departamento, al bajar las escaleras se encontró con Kai, quien lo observaba sonriendo maliciosamente recargado en una motocicleta, vistiendo unos pantalones negros y una chamarra de piel del mismo color, cubriendo sus ojos color vino con unos lentes wayfarer de sol.
Salieron de la ciudad, Yuriy no sabía a donde lo llevaba el bicolor pero no le importaba en lo absoluto, solo se dedicaba a mirar el cielo y los enormes árboles a la orilla de la carretera. Cerró los ojos fascinado inclinándose un poco hacia atrás y estirando los brazos horizontalmente sintiendo y jugando con el viento que golpeaba su cuerpo, Los torneos y batallas habían quedado un par de meses atrás, y él ya no planeaba volver a jugar, solo quería estar así por siempre, junto a la persona quien lo acompañaba en ese momento. Él, quien siempre había sido muy ambicioso, al fin había encontrado lo que quería, no quería nada más, no podía ser más feliz.
Se enderezó pegándose al bicolor, quién tomó su mano izquierda jalándolo para que rodeara su cintura. El pelirrojo hizo la misma acción pasando su mano derecha, abrazando la cintura del otro, apoyando su barbilla en el cuello de su compañero, sonriéndole quien le dirigió una mirada por breves segundos para regresarla a la carretera. El ojiazul sonrió, y recargó su rostro en el otro hombro. El bicolor despegó su mano izquierda del manubrio para ponerla sobre las manos entrelazadas de Yuriy en su cintura, manejando sólo con su mano derecha. El pelirrojo volvió a sonreír, definitivamente, eso era la felicidad que siempre creyó tener pero que en realidad nunca tuvo.
Se encontraban en el muelle de un lago. Kai recargado en su motocicleta, y Yuriy jugando tambaleándose sobre las tablas del piso
-Oh, ¿cerveza ah?- Le dijo incrédulo al ver al bicolor abriendo dos botellas.
-No pude encontrar la manera de cómo hacer que los martinis no salpicaran- Le respondió extendiendo el brazo para que tomara una botella.
-Y te llamas a ti mismo un hombre inteligente- Tomó la botella que le ofrecía el japonés, emitiendo un chasquido con la lengua en forma de desaprobación.
-¿Eres demasiado superior para una cerveza Yura?-
-¿Tratas de llevarme a la cama con una Baltika 9 y una manzana?- Le dijo con burla alzando la manzana que tenía en su mano izquierda.
-También traje postre.- Le dijo después de tomarle un trago a la bebida, siendo contestado con una risa sarcástica por parte el ruso.
-¿Y cómo?... Siempre he querido saber cómo es que alguien como tú terminó mezclándose con el lunático de Boris.-
Yuriy le dirigió una mirada interrogante, seguido de su característica sonrisa arrogante.-Vivía en la calle… Bryan y yo vivíamos en la calle-Rectificó- No teníamos nada que hacer, ni a donde ir, solo sobrevivir. Un día me metí en problemas, y entonces de repente apareció él… No sé si podría decir que me salvó, bueno, a pesar de todo lo que hizo… Podría decirse que en aquel lugar, yo era un Dios entre insectos. No estaba bastante mal…- Confesó, dando una mordida a la fruta.
-¿Te gustaba vivir de ilusiones espeluznantes y bizarras alucinaciones o qué?- Le dijo encendiendo un cigarro.
-No, no estaba bien, era sólo que… bueno sí, era todo una simple y falsa ilusión. Pero yo era perfecto, todos me respetaban.- Se defendió, acercándose al bicolor.
-Pero sólo veías la superficie, no veías lo que estaba dentro.-
-Quizás sí lo veía pero prefería ignorarlo… o simplemente no me importaba- Argumentó tomando un trago de cerveza.
-Hace poco leí un libro acerca, de un chico, un prostituto, que trabajaba para un… no recuerdo como se le llama, emm, pero este sujeto, manipulaba al chico, lo controlaba, y el otro hacia todo lo que su "amo" le decía o insinuaba, el amo hizo una fortuna gracias a él, lo vendía, más bien lo rentaba al mejor postor. Pero el chico nunca obtenía nada, el creía que lo tenía todo con ser el favorito… pero la realidad no podía ser más diferente.- Le contó el bicolor con un deje de falsa tristeza, empinándose su bebida.
-¿Qué puedes tu saber si no estuviste ni la quinta parte del tiempo que yo estuve ahí? ¿Cuál es tu problema con el hecho milagroso de haberme sentido bien en ese lugar, aunque todo fuese un engaño?- Le reprochó con voz frágil.
-No tengo un problema contigo- Le miró.-Mi problema es con lo que adoras.- Finalizó soltando el humo de cigarro que tenía retenido en su garganta.
-¿Y que hay sobre ti? Vi tu cara en unos anuncios… Finges ser un rebelde pero pude ver que te regodeabas en esa sesión fotográfica.- Acusó el pelirrojo mirándolo sarcásticamente obteniendo balbuceos por parte del bicolor, causando que su sonrisa aumentara aún más.
-Ehh... no, no te confundas, ese anuncio tenía un mensaje- Articuló marcando distancia entre él y el ruso al pasar a un lado de él, haciendo que el pelirrojo le diese la espalda.
-¿Y cuál es exactamente ese mensaje?- Le interrogó dándose media vuelta para encararlo.- Aparte de "Hey, mírenme"-Recalcó.
El bicolor volteó a verlo un instante.-Nah… yo soy solo un deportista, eso es todo.- Contestó haciendo que el ojiazul soltara una socarrona risa.
-No-Rió con ironía- Tú eres un profeta sobrepagado y yo un pobre niño huérfano.- Recriminó el ruso mordiendo de nuevo la manzana mientras el bicolor se acercaba hacia él.
-Ivanov, no sabes nada de nada. Abre los ojos y echa un vistazo al mundo que te rodea. No todo es la abadía.-
-¡A ti te es muy fácil decir eso!- Alzó la voz mostrando una clara molestia, empezando otra de sus tantas discusiones.- Desde tu posición maravillosa y glorificada, donde tienes autos, casas, y tu pinche motocicleta.- Apuntó .
-¿Crees que me importa toda esta mierda?- Cuestionó señalando el vehículo.
-Creo que es obvio que sí te importa.
-¿Crees que realmente me importa? Esto no es real vólk.- Le respondió tirando su botella, ocasionando que se rompiera al contacto con el suelo del muelle para después montarse en la motocicleta.-Nada de esto es real cariño.-
El japonés encendió la moto y la aceleró sin quitarle el freno, para después quitarse haciendo que la motocicleta saliera disparada cayéndose al agua. Los dos miraron sorprendidos como la moto se hundía, mientras que el bicolor se tapaba el rostro con una mano, sin poder creer lo que había hecho enojado por el momento. El pelirrojo al ver la expresión en el ojisangre empezó a reírse de él. Mientras que el peligris aún con la mano tapando su boca, se contagió de la risa que emitía Yuriy, empezando a reír también tambaleándose al no poder sostenerse por la risa, apoyó las manos en sus rodillas.
-¿Por qué hice eso?- Se preguntó cuándo ya se había calmado casi totalmente. Para después tornarse serio al abrazar al pelirrojo juntando sus rostros.
Se encontraban de pie en la recámara de una pequeña cabaña junto al lago. El bicolor estaba sin camisa mientras que su compañero se encontraba sin pantalones. Le acarició la cintura sin dejar de mirarlo seguido de un profundo beso. Las manos traviesas que jugaban con la piel del pelirrojo le sacaron el suéter que llevaba puesto dejándolo solo en boxers. Cuando toda la ropa de ambos fue despojada se abrazaron besando y acariciando el cuerpo del otro tanto como podían.
El japonés recorrió toda la espalda del pelirrojo con sus manos firmemente pero a la vez haciéndolo con delicadeza mientras le otorgaba besos en sus hombros y parte de su pecho. Sus manos llegaron hasta los redondos glúteos del ruso, apretándolos con fuerza para después levantarlo dándole un beso a su tórax, haciendo que Yuriy pasara las piernas alrededor de su cadera.
Ambos cayeron sobre la cama, y el bicolor no perdió tiempo para continuar con las caricias, enloquecido por la suave piel del pelirrojo. Bajó a la altura de su cintura otorgándole fervorosos besos a su vientre y abdomen, causando que el cuerpo bajo él se retorciera de placer y a veces soltando una risita por las cosquillas que el peligris le hacía al besar algún punto sensible. Kai dejó esa zona para subir, dejando un camino de besos por todo el cuerpo del pelirrojo, desde su vientre hasta su cuello para llegar a su rostro y mirarse el uno al otro con milímetros de distancia entre sus bocas.
Le sonrió al ojiazul mientras tomaba su cadera para penetrarlo con cuidado, besándolo apasionadamente mientras empezaba a moverse rítmicamente recibiendo caricias en su espalda por parte del pelirrojo.
-Bystryee… ¡bystryee!- Gemía extasiado el pelirrojo pidiéndole al bicolor que aumentara la velocidad de sus embestidas. El bicolor para profundizar el contactó, se hincó, levantando la cadera de Yuriy.
Nublado por el placer, no notó cuando habían cambiado de posición y ahora era él quien se encontraba debajo del pelirrojo, el cual se movía encima de él aumentando la excitación de Kai gracias a semejante imagen erótica que tenía frente a él, del pelirrojo moviendo sus caderas. Gimiendo de puro placer, acarició la cintura de su amante, subiendo por su pecho hasta llegar a su boca donde acarició sus labios. El ruso le tomó las manos dejándose llevar por el contacto que ahora bajaba a su cuello, para regresar a su pecho y posteriormente a su abdomen y cadera.
El japonés se sentó abrazando al otro que se movía deliciosamente lento lanzando un suspiro al eyacular, besando tiernamente el hombro del pelirrojo que tuvo su orgasmo poco después que él. Se miraron durante un rato, acariciando el cuello y mejillas del otro. Satisfechos, se recostaron en la cama aún sin dejar de mirarse. El bicolor se alzó un poco para tomarle de la mejilla, acariciándola con sus dedos provocando que el ruso cerrara los ojos mostrando agrado por el contacto, el japonés sonrió y al cerciorarse que no lo veía, movió los labios articulando un silencioso te amo sin ningún matiz de voz, seguido de un sencillo beso en los labios.
Sin duda, esos eran los mejores días de sus vidas.
Bueno, espero que les haya gustado, es bueno estar de vuelta :D, si tuve algún error o no le entendieron a alguna parte haganmelo saber, aunque comprendan que aun estoy un poco fría para esto x) ya despues entraré en calor jaja!. Está cortito, pero pues es solo una introducción pequeña. Bien, espero sus comentarios, que tengan un bonito día, nos vemos en el prox capitulo!
C.I.
