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Capitulo 1: Lydia

Lo más importante para Lydia era su trabajo.

Cuando se le asignó un Thane comenzó a fantasear, debía ser el mejor guerrero de toda Tamriel, un nórdico de gran fuerza y valor, pero las cosas normalmente no son lo que uno esperaba...

Gabrielle Graywolf era una bretona, sin fuerza aparente, pálida, de cabello castaño y rebelde que le daba un aspecto inexperto y con la perpetua compañía de un perro de guerra blanco.

Lydia suspiro.

"He prometido portar tu carga..."

Su relación nunca fue buena, Lydia no hacia esfuerzo en ocultar su desdén. Su único deber era protegerle, agradarle no entraba en su trabajo.

No fue hasta ese momento, en la tribuna de Laberintia, viendo a Gabrielle Graywolf saltar sobre su enemigo, que las cosas comenzaron a cambiar.

Escucho la verdadera voz de su Thane: Thu'um.

Una mañana, regresando a Carrera Blanca, Lydia se sintió extraña.

Se dirigió a la herrería para encontrar a una Gabrielle desfalleciente contemplando su nuevo set. La bretona se acerco a su guardián, cayendo sin fuerzas en sus brazos.

Lydia la llevo hasta su cama, pesaba mucho menos de lo que creía. Se inclino sobre ella, olía a fragua y a sudor; por un momento sus ojos se nublaron... Probó sus labios.

Salió de la habitación dirigiéndose rápidamente a la suya. Se resignó; pronto irían a Riften y, cuando lo hicieran, ella se escabulliría de su deber (por primera vez en su vida) y pasaría a conseguir cierto amuleto.

Sin embargo, al día siguiente, Gabrielle se había unido a los Compañeros. Lydia solo asintió, un tiempo a solas le vendría bien.

Y ahí estaba, meses después, esperando como un perro; el Heraldo de los Compañeros volvía para tomarse un descanso en casa.

Cuando escucho la puerta, se giro con nerviosismo y rapidez.

Era como si todo el avance que la nórdica consiguió se fuera a la basura.

"¿Lyd, podrías darme una botella de vino?, me lo merezco"

Lydia actuó con rapidez, sirvió un poco de vino para ambas y se sentó, sin quitar la mirada del amuleto que estaba usando la mujer frente a ella.

"Piensas sentar cabeza pronto ¿eh?"

"Dudo que se me este permitido pensarlo" Ambas rieron y volvieron a beber.

"¿Vas a salir?"

"Farkas tiene un trabajo para mí, pero antes iré a saludar a un par de personas"

Lydia se levanto parándose frente a su Thane, ya era el momento.

"¿Tienes a alguien en mente?" Parecía estar confundida "Y-yo te protegería... Más que cualquier otra persona..."

"Lydia... ¿Estás bien?" Lydia vio la auténtica confusión en los ojos de su Thane.

"Tu... El amuleto..."

"Es bueno para mi magia" Lydia no tenia palabras "Podemos discutirlo luego ¿no?" Estaba a punto de salir "Voy a necesitar tu ayuda otra vez, nos iremos en un par de días" y sin más, salió de la casa.

Cuando se hubo alejado lo suficiente, Lydia comenzó a reír, con más fuerza de lo que lo había hecho en toda su vida.