Hola! aquí regreso con un nuevo fanfic, me gustan las ideas extrañas así que no se sorprendan.
Los personajes no me pertenecen, de ser así, estaría en un yate dándome unas buenas y largas vacaciones. Son propiedad de Rumiko Takahashi.
Sumario:
Después de vencer a Naraku con la perla Shikon, fueron atacados por un yukai dejándolos heridos. Por cosas del destino Kagome se encuentra con el General Perro, de una manera singular.
Sera UA (Universo Alterno) y OOC (Fuera de personaje), para que no se sorprensan de los cambios...
Capitulo #1 El inesperado encuentro
Kagome se apresuraba por terminar de rellenar su mochila; ya que sus amigos estaban heridos, habían luchado contra un dragón de agua antiguo, que no lograron derrotar. Kikyo estaba en el grupo con ellos, mas a Kagome eso no le molestaba ya que aprendió que su amor por Inuyasha era diferente.
-¡Que bien, ya casi termino!- exclamo Kagome con un suspiro, se acomodo el cabello detrás de su oreja, o lo que entro, - ya solo falta… ¿Qué me falta?, bueno creo que eso es todo.- salio de su cuarto con la mochila de tamaño medio.
-Adiós mamá, abuelo y Souta- se despidió en la puerta de su casa y, poniéndose los zapatos- intentare volver pronto- grito mientras corría hacia el pozo devora-huesos.
-Cuídate hija y cuida de tus amigos- escuchó que le decía su madre-adiós hermana y saluda a orejas de perro- grito su hermano con una mano en la boca, para que se escuchara mas fuerte, según él- no te preocupes ya invente nuevos dictámenes médicos- dijo su abuelo con alegría, aunque ya se imaginaba ella que clase de enfermedad tendrían esos papelitos.
-Esta bien y ¡muchas gracias!- les grito entrando al pozo.
Como de costumbre escucho el cantar de los pájaros y el aire fresco y puro de esa época. Como no llevaba mucho en su mochila no le fue difícil sacarla, además solo llevaba su bolsa de dormir, unos pocos alimentos y muchas medicinas, vendas y demás.
-Vaya, hay mas maleza que de costumbre- se dijo en un suave susurro, mas el grito de un niño pidiendo ayuda la hizo apresurarse.
Corrió lo más rápido que pudo, y actuando de manera impulsiva, no llevaba ningún arma y si se trataba de un Yukai podría ser una muerte segura para ella y el infante, mas eso no le importo.
Lo que vio la dejo pálida, era el mismo dragón de agua, de hace unos días, en ese instante entro en pánico, estaba sola contra él… ¡Y SIN ARMAS! Solo ella conseguía acabar en esas situaciones, vio que el dragón estaba devorando a una Yukai, o sus restos. Y a un pequeño niño peliplateado que intentaba quitarlo de la presa.
El pequeño gritaba e intentaba atacarlo con sus garras, pero el dragón solo se burlaba de él y lo lanzaba contra los árboles.
-Piensa, piensa- se decía Kagome- puedes ir y convertirte en su postre junto al niño o ir a la aldea y buscar un arco y flechas.- Observo detenidamente el perímetro y lanzas, escudos, espadas y demás armas destruidas, pero le llamo la atención un arco viejo, que parecía a punto de romperse, y unas flechas tiradas en el suelo.
Rápidamente y sin pensarlo, las tomo y lanzó la primera flecha, destruyéndole una de sus alas, eso la sorprendió mucho, anteriormente no pudo hacerle mucho ni siquiera Kikyo, el dragón furioso posó sus ojos en ella, llenos de furia.
El pequeño la vio con desconfianza, y ella lanzo una segunda flecha no esperando que el enemigo lo hiciera primero. Este abrió su boca y lanzo un potente ataque de fuego, lanzándola por los aires y haciendo que chocara contra un árbol, su flecha había desecho gran parte del ataque y lo había herido un poco. Pero parte del ataque había dado de lleno a su presa incinerándola rápidamente, e hiriendo al chico.
Con fuerzas de quien sabe donde, se levanto y lanzo otra flecha destruyendo la cabeza del dragón, se sorprendió en gran manera, anteriormente no le habían hecho nada y ella con un par de flechas lo medio vencía.
Se acercó, y fue directo al corazón, junto sus manos y lo purifico, matándolo en el acto. Se dejo caer con alivio, estaba tan asustada, nunca se había enfrentado a un Yukai ella sola, era siempre la damisela en apuros. En ese instante recordó al niño y se dispuso a buscarlo, estaba a unos veinticinco metros de ella.
-Hola- le dijo, mientras lo ponía en su regazo, no parecía tener más de dos años- como te llamas- tampoco iba a preguntarle si estaba bien, era obvio que no.
-Po´que- dijo entrecortadamente- ela mi de-deve acabal con el- refunfuño frunciendo su pequeña frente llena de sangre.
-Aun no estas listo para esas batallas- le dijo firmemente, sorprendiéndose a si misma- ahora te voy a curar, no te preocupes, y dime tu nombre- regaño.
-Sesshoumalu- contesto el infante, dejando una estatua viviente frete a él.
-Si claro- dijo irónicamente, comenzó a mirar sus heridas- mejor busquemos un rió, para lavar tus heridas- se levanto con el pequeño en brazos dirigiéndose a el río que estaba cerca de allí.
Continuara….
¿Que les parecio? bueno comenten!!! besos bye ^^
