Notas de traductora: ¡Hola! De nuevo por aquí, y esta vez les traigo la que vendría siendo mi segunda traducción, al menos en lo que a fanfics respecta. Le agradezco mucho a su autora original, Nayru-chan, por dejarme traducir su historia al español.

No es necesario que les hable acerca de la trama ni les aclare cosas de más, puesto que en las notas siguientes la autora lo hace con más detalle.

Espero de verdad que disfruten leyendo. Ha sido un placer traducirlo para ustedes. ¡Siéntanse libres de comentar! Estoy segura de que la autora también lo apreciará mucho, al igual que yo. Sin hacer estas notas aún más largas, lo dejo hasta aquí.


Notas de Nayru: Me he obsesionado con D Gray-man. Con Allen y Kanda en particular (ambos son increíbles personajes en mi opinión). Así que, aquí.

Si quieren que les sea honesta, éste es mi primer intento de escribir una historia que tiene tanto una pareja chico/chico como lemons en ella. Y me siento algo… inquieta con el resultado, pero supongo que me acostumbraré a ello eventualmente. Aunque en serio, creo que he muerto bastantes veces mientras escribía esto.

El inglés no es mi lenguaje nativo, así que me disculpo si cometo errores. Estoy consciente de que este fanfic podría tener uno que otro. Si encontraran alguno, por favor no duden en señalarlos. Me ayudaría a mejorar y estaría agradecida.

También, tal vez hable de los últimos capítulos conforme la historia avance. Por favor, estén conscientes de que hay spoilers.


Parejas: Kanda/Allen, Allen/Kanda (pero la última toma lugar sólo una vez, y es más como que no sucederá de nuevo; culpo por completo a la necesidad de progreso en la trama. Sigue siendo totalmente Yullen); leve Allen/Lenalee aquí y allá (pero en un modo más fraternal). Más parejas están sujetas al desarrollo, pero mencionarlas sería un spoiler.

Escenario: OU; la historia comienza en algún lugar por el capítulo 157 del manga, después del ataque de Lulubell a los cuarteles; antes de que la Orden comenzara la mudanza.

Raiting: NC-17.

Advertencias:Varían con cada capítulo, pero mencionarlas sería un spoiler de la historia, creo, así que no las diré todas. La advertencia de NC-17 debería ser suficiente en sí. Esperen cualquier cosa de esta historia, en serio.

Completamente, hay spoilers hasta el capítulo 157 del manga en adelante, violencia, sangre, mal lenguaje (especialmente por parte de Kanda), angst, temas sexuales, lemons y sabrá Dios qué más conforme la historia progrese.

Intento escribir lemons en una forma más sutil, pero entonces también está la pregunta de cuánto puede uno dejar volar su imaginación.


~Gone Forever~
Capítulo 01: ¡Despierta!


"Lo haré."

El prolongado silencio fue repentinamente interrumpido por una voz. Komui creyó que todo el mundo ya había dejado la habitación, pero ese no parecía ser enteramente el caso. Estaba tan perdido en sus pensamientos, sin embargo, que no había notado a nadie diciendo nada en absoluto. No a la primera.

"… ¿Huh?" El hombre alto miró interrogativo en dirección a la fuente del sonido, su comprensión sin funcionar al momento.

"Dije que seré yo el que lo haga." Allen repitió con rostro firme. Sus ojos estaban fijos en la persona frente a él, y uno podría decir que el chico iba en serio con esto, tan en serio como un hombre podría ir. "¿O preferirías dejar a Lenalee después de todo?" Preguntó luego, realmente no esperando una respuesta. El chico sabía a qué estaba intentando llegar.

Lenalee, Lavi –demonios, podría ser cualquiera, honestamente- Allen sólo traba de llegar al punto. Y la chica fue usada como ejemplo por una razón. El exorcista peliblanco sabía exactamente qué botones pisar justo ahora, no teniendo intención de echarse atrás.

Bueno, su lado oscuro estaba sacando lo mejor de él algunas veces.

"Por otro lado… Sería menos problemático si es un chico, ¿cierto?" Agregó entonces como un hecho, tratando de sonar tan convincente como fuese posible. "Y estamos cortos de tiempo. Tú mismo lo dijiste."

Sólo convencer al supervisor, esa era la meta principal. Allen no estaba consciente de que probablemente también estaba tratando convencerse a sí mismo en el proceso.

Komui sólo pudo pestañear, intentando comprender la forma de razonar del chico. Tenía un buen punto acerca de lo de la mujer, cierto… Pero, ¿qué demonios estaba él diciendo? Eso era un asunto serio, y alguien de su edad…

"Allen-kun, no puedo dejarte hacer eso…"

"… Kanda me odia de todas formas." El exorcista le cortó, palabras de protesta inquebrantables. "… No tengo nada qué perder, de verdad."

El hombre más alto sólo le miró directo, con una expresión lejos de complacida. Más que nada, Komui parecía claramente preocupado.

Después de un momento cerró los ojos, llevando su mano hasta rascarse la cabeza, suspirando hondamente en derrota.

"… ¿Estás claro de en qué estás intentando meterte, no es así?" Finalmente preguntó, ya dándose cuenta de que Allen no aceptaría un 'no' por respuesta.


"¿A-A qué te refieres?" Lenalee preguntó, preocupación aparente en su voz.

"Exactamente lo que dije." Komui respondió calmadamente, continuando su discurso.

Le pidió sólo a un seleccionado grupo de personas venir a su despacho, concluyendo que sería mejor de ese modo más que crear una gran conmoción del actual problema.

General Froi Tiedoll, General Cross Marian, Noise Marie, Allen Walker y Lenalee Lee. Arystar Krory también hubiese recibido una invitación, si no fuese por el hecho de que seguía inconsciente en la cama de la enfermería.

"Explicaré todo de nuevo. Tan simple como pueda."

Todos prestaron atención de nuevo, guardando para después cualquier tipo de preguntas que tuviesen.

"Siguiendo los pasos de Lenalee, ambos, Miranda Lotto y Kanda Yuu intentaron convertir la cubierta de sus Inocencias en una de tipo cristalización." Komui explicó.

"En el caso de Miranda, el proceso falló, y difícilmente pudo escapar con vida. Afortunadamente, su condición ha logrado estabilizarse hasta ahora, y ya está fuera de peligro."

"En el caso de Kanda, sin embargo, las cosas fueron un poco diferentes. Cuando Hevlaska introdujo la Inocencia en su cuerpo, éste empezó a reaccionar a ella de una manera extraña y muestra síntomas que no somos capaces de definir todavía. Entre otras cosas, el factor de lujuria de Kanda -llamémosle así- incrementó drásticamente, y como si las cosas no fueran suficientemente malas, él ha perdido totalmente la razón. La Inocencia sigue conectada con él, y mientras el cuerpo de Kanda ni se sincronice ni la rechace, probablemente se quedará en ese estado hasta que el factor se estabilice o él muera."

El silencio cayó sobre toda la habitación. Komui tosió, aclarando su garganta.

"Lo que quiero decir es…"

"Necesitamos a alguien que estuviese dispuesto a acostarse con él, ¿es eso?" Cross interrumpió sin rodeos, una pequeña sonrisa ladina aparente en su rostro.

Todo el mundo volteó la cabeza en dirección al General. Lenalee comenzó a sonrojarse.

Marian no pudo evitar dejar escapar una risotada. "Esto es tan retorcido que es casi gracioso."

"¡Maestro!" Allen reaccionó, al parecer irritado ante el comportamiento de su tutor.

"Ahora, ahora…" Tiedoll se unió, tratando de calmar las cosas. "Este no es un asunto para reírse, desafortunadamente. Yuu podría morir si no hacemos nada, si entendí correctamente."

Komui simplemente asintió. "Exacto." Y entonces su expresión facial cambió a ese tipo de cara que siempre ponía cuando hablaba de sus 'brillantes' inventos. Como Komurin.

Apoyando uno de sus pies en la mesa, sus ojos brillaron. "Estamos necesitando a… ¡UNA MUJER!"

"¿EEH?" Lenalee chilló, ruborizándose incluso más.

"¿Qu…? Ah, ¡no! ¡No, no, NO!" El supervisor corrió hacia su hermana, abrazándola fuertemente. "No quise referirme de ese modo, Lenalee!" Cascadas de lágrimas comenzaban a descender por su rostro. "¡Jamás te dejaría hacer semejante cosa! ¿Cómo puedes si quiera pensar eso? ¡Waaah!"… Sí, empezaba a actuar como retardado.

"Ha… ha…" Allen tenía ahora un tic en su ceja, ojos cubiertos por una sombra, rostro abierto en una sonrisa atontada, y dos hebras de cabello sobresalían de su cabeza.


"… Así que, si alguien tuviese alguna idea o encuentra una solución de algún tipo, saben donde encontrarme. Confinamos a Kanda en una habitación, así no huiría a ninguna parte." Komui indicó después que finalmente todo logró calmarse. "Sólo recuerden que el reloj está corriendo. No sabemos cuanto pueda durar esto." Añadió entonces, cuando todos comenzaron a levantarse. "… Y si es posible, les pediría mantener esto por lo bajo. Conmociones innecesarias sólo nos traerán problemas."

Y con eso, la reunión terminó. Todos se dieron la vuelta para dejar la sala. Bueno, casi todos.


Con un demonio que sí sabía en qué estaba intentando involucrarse.

El momento en que Allen entró en la habitación y vio el estado en que Kanda en efecto se encontraba, se dio cuenta de que Dios le había abandonado por incluso considerar la sola idea de hacer eso. Sin mencionar que el pelinegro probablemente lo mataría por ello después de que todo terminara.

Eso, asumiendo que no lo matara en el proceso primero.

¿Acaso Komui mencionó algo acerca de Kanda perdiendo la razón? Al diablo con eso, Allen podría jurar que el chico lucía como si alguna especie de demonio lo hubiese poseído. Peor, incluso. Los Akumas se quedaban pequeños en comparación a él. Y el hecho de que todo aquello fuera obra de la Inocencia… sencillamente le aterraba.

Simplemente… ¿qué demonios?

"Um… Hola, Kanda…" El chico intentó saludar al otro con una sonrisa, pero no se sentía para nada con ánimos de sonreír en ese momento. La única respuesta que obtuvo fue algo similar a un gruñido y algunos otros sonidos difícilmente comprensibles. Dios bendijera a aquél que pensó lo suficiente y ató al bastardo –ese era el único pensamiento de alivio que tuvo Allen. Ni siquiera quiso pensar cómo acabarían las cosas, con Kanda en tal situación tan insegura.

Bueno, tenían que llegar a la parte más dura de algún modo. Con 'cómo' siendo una muy buena pregunta.

A decir verdad, cualquiera tendría una idea de cómo esa clase de cosas funcionaban después de pasar cuatro años enteros al lado de Cross. Tal vez Allen seguía siendo joven, pero las cosas que ha oído o visto mientras estaba en todos esos burdeles a lo largo de su pequeña aventura probablemente dejarían sobrecogidos a un gran puñado de adultos.

Entonces, de nuevo, teoría y experiencia eran también dos cosas completamente diferentes…

Aún manteniendo la distancia, el chico peliblanco agitó su mano frente el rostro contrario, intentando ver la reacción de Kanda.

"… No captas ni una palabra de lo que te estoy diciendo ahora, ¿cierto?" Allen preguntó, con ligera decepción presente en su voz.

Se planteó que el "… grawh!" suponía ser un 'no'.


"¿Qué es esto?" Allen preguntó al supervisor, mirando con curiosidad la botella que le fue entregada.

"Es lubricante."

"¿Lubricante…?" El chico repitió, aún no entendiendo el punto por completo. "… Oh."

"Lo necesitarás para…"

"¡Lo sé, lo sé!" El peliblanco gritó como si su vida dependiera de ello, sonrojándose escandalosamente. "N-No tienes que andarlo diciendo en voz alta…" Masculló bajo su nariz, tratando de comunicarse consigo mismo.

¿Podría ir ahora? Genial.

"Allen-kun." Bueno, aparentemente Komui no había terminado con él aún. "Antes de que vayas, aún me gustaría hablar contigo primero."

El chico detuvo su camino y se dio la vuelta, dándole a su superior una mirada levemente confundida. "Um… ¿seguro?"


Allen fijó sus ojos sobre Kanda, luego su mirada viajó hacia la botella en sus manos, entonces, otra vez a Kanda. Suspiró.

"Escucha… Voy a liberarte ahora." Allen buscó el brazo del otro, agarrando las cuerdas alrededor de éste. No estaba seguro si esa era la cosa más apropiada de hacer, en primer lugar, pero tenía que comenzar por algún lado.

Para su sorpresa, Kanda pareció haberse calmado un poco tras aquel paso.

Bueno, aquí avanzamos nada…

Cuando Allen terminó de poner a Kanda en libertad, estuvo consciente de una cosa.

Esa fue una muy, muy mala idea.

Por un momento entonces, no tuvo idea de lo que en efecto estaba sucediendo.

Estrellas. Podría jurar que había visto estrellas justo en frente de sus ojos. Y la cosa contra la que había golpeado su cabeza seguramente era el suelo. Cuando algo del sentido regresó a su persona, notó algo más. Tres cosas, para ser exactos.

La primera de todas, el repentino y agudo dolor en su cuello. Aparentemente, Kanda había clavado hondamente sus dientes dentro de la carne del chico. ¿Qué demonios? ¿Estaba jugando al vampiro ahora?

Segundo, la botella que había estado sosteniendo hace unos segundos ya no estaba en su mano. Probablemente cayó por algún lado a causa del impacto.

Y, tercero, podía sentir la… erección del pelinegro. Presionada contra él. Lo cual, a cambio, hizo a Allen sonrojarse como loco.

"¡K-Kanda!" El chico se estremeció, entrándole un repentino pánico. "E-Espera… Esa no es la manera en la que se supone que tú…" Llevó sus manos al pecho de Kanda, intentando empujarlo de alguna manera, pero al parecer el pelinegro no estaba contento con la idea.

Un rápido movimiento, y las manos de Allen fueron forzosamente sujetas contra el suelo. Por lo visto luchar sólo estaba haciendo que el contrario actuara más agresivo.

"¡Idiota! ¡Compórtate!"

Sin importar cuan inútil aquello pareciera ser, el peliblanco no tenía intención de rendirse tan fácilmente. Iba a intentar e impulsar su suerte tan lejos como pudiese, esperando lograr recuperar algo del sentido en el otro hombre. Tal vez estuviese actuando como una especie de perverso monstruo justo ahora, pero seguía siendo el aliado que estaba seguro que seguía en alguna parte en su interior, ¿no era así?

"¿Por qué la Inocencia te rechazó?" Allen preguntó, tratando de ignorar todo lo demás. "¿Tu determinación no fue lo suficientemente fuerte?"

De repente, la mano de Kanda se movió a la cintura del chico, poniendo en libertad una de sus extremidades. Allen no estaba seguro cual había sido el motivo tras ello, pero ahora podía sentir uñas 'cavando' en su piel, y estaba lejos de ser un sentimiento agradable.

Los ojos del más joven se ensancharon al tiempo que se daba cuenta de algo. "… ¿O fuiste tú quien rechazó la Inocencia?" Allen preguntó, con voz temblorosa, recordando el caso de Suman.

No, no podría ser. Kanda no podría haberse convertido en un caído, ¿cierto? Imposible. Seguramente Komui habría mencionado algo de ello si ese fuera el caso.

Y entonces, el asunto de la pérdida de la razón tendría sentido… Pero…

"No, ese no es el caso, ¿no es así?" Allen insistió, esperando escuchar alguna respuesta. "¡El Kanda que conozco ni siquiera pensaría en algo así!" No importaba cómo lo mirase, ni siquiera podía imaginarse a Kanda traicionando la Orden. Es la última cosa que haría. "¡Vamos! ¡Di alg…!"

Se detuvo al momento en que el dolor de su cuello disminuyó súbitamente. Y por un instante, Allen se preguntó si de hecho había logrado romper la barrera y llegarle al otro hombre. Pero entonces, el afilado dolor regresó después de un segundo o dos, incluso más impactante que antes. Y algo dentro de él justo se partió.

"¡Gah…! ¡Kanda! ¡Jódete…!"

Parecía como que tratar de hacer aquello por la vía fácil era una lucha por una causa perdida, después de todo.

Activando su Inocencia, el exorcista peliblanco se las arregló para liberarse, no realmente habiendo tenido intención de estrellar a Kanda contra la pared en el proceso. Levantándose, se llevó la mano derecha al cuello, confirmando que la sangre efectivamente corría desde las heridas de los mordiscos.

Pero un segundo más de distracción y ahora era Allen el único siendo lanzado contra la pared, al tiempo que Kanda, sin dejos de misericordia, hizo su recorrido de vuelta al cuello del chico.

"¡Ghh…! Maldita sea, Kanda… ¿es morder a la gente algún tipo de fetiche que tienes, o qué?"


Siguieron forcejeando entre ellos por un rato más, y Allen no podía recordar cuando había llegado el punto en donde todo se había convertido mayormente en una feroz batalla, más que en un mero forcejeo.

Sosteniendo a Kanda por el cuello de su camisa negra, el chico súbitamente se abstuvo de asestarle otro golpe, dándose cuenta de qué demonios había estado haciendo. No estaba ahí para cagarse a golpes a su compañero exorcista. Estaba ahí porque él mismo decidió ayudar a Kanda, y ambos, Allen y Komui, sabían de qué manera se suponía que tenía que ayudarlo. Nadie lo forzó a ir y hacer aquello. Fue una decisión que tomó solo. ¿Y ahora estaba pretendiendo retroceder?

Aún no soltando la ropa del otro, Allen apretó los dientes, respirando hondo.

"Sube a la cama." La voz que soltó fue firme y llena enfado. "Podrías al menos intentar ser más suave, ¿sabes?"


El tiempo en que Kanda pareció haberse quedado 'asombrado' por su respuesta se terminó más pronto de lo que Allen esperaba. Sin embargo, se las arregló para ocuparse de un par de cosas mientras duró. Tales como encontrar el lubricante, desvestirse… o desvestir a Kanda.

Estaban ambos en la cama y Allen comenzaba a ponerse nervioso.

Cuando el hombre de cabello largo se le vino encima, no desperdició tiempo en aproximársele de nuevo. Allen no se resistió esta vez, dejando que Kanda lo presionara contra el colchón. Dejó salir un sonido cuando sus cuerpos desnudos se encontraron, entonces se tensó y contuvo el aliento por un rato, intentando acostumbrarse a la nueva sensación de piel contra piel. Pudo sentir su rostro calentarse. Para su sorpresa, Kanda no lo mordió esta vez.

"E-Escucha… esta cosa de aquí…" Allen comenzó, sintiéndose avergonzado por incluso tratar de explicar tal cosa, en primer lugar. Como si Kanda pudiese oírlo, de cualquier modo.

Y al parecer el otro hombre no tenía intenciones de escuchar, ya que presionó abruptamente la mano del chico hacia la cama, provocando que soltara la botella que estaba sosteniendo.

"…Por qué siquiera me molesto." El peliblanco murmuró, más para sí mismo que para nadie más. Un suspiro escapó de los labios de Allen mientras llevaba la mano libre hasta su frente, luego observó a Kanda con ojos ligeramente contraídos, notando que el otro hombre empezaba a impacientarse.

Por alguna extraña razón Allen quiso sonreír. No obstante, estaba demasiado nervioso para hacerlo. Si Kanda fuese capaz de comprender algo ahora mismo, probablemente habría visto una de las expresiones más peculiares que el chico alguna vez hubiese logrado mostrarle a alguien.

De súbito, Allen comenzó a preguntarse si aquello realmente era lo más correcto de hacer. Entonces de nuevo, si eso hacía a Kanda volver a la normalidad, estaba seguro de que no se arrepentiría. Fracasó en salvar a Suman, y no se perdonaría a sí mismo si no fuese capaz de salvar a otro de sus compañeros.

Pero entonces vino la pregunta de ¿qué pensaría Kanda de todo aquello una vez todo hubiera terminado? ¿Recordaría algo en absoluto? De algún modo, Allen no pudo imaginarlo feliz o agradecido acerca del hecho, ni en lo más mínimo… realmente, todo lo contrario.

Va a matarme por esto, ¿no es así?

El sentir de los labios de Kanda sobre su cuello hizo a Allen regresar a la realidad. Se tensó, esperando otra mordida, pero para su sorpresa, nada por el estilo llegó. Dejó salir un corto chillido al tiempo que la lengua del otro hombre empezó a hacer su recorrido a las heridas causadas desde antes.

"… ¿Kanda?" El chico llamó el nombre del contrario, confundido. Quedó un poco desconcertado por la repentina… delicadeza. Pero entonces, Allen súbitamente sintió la mano de Kanda en la parte baja de su muslo, lo que provocó que se tensara de nuevo. Un sonrojo incluso más grande regresó a su cara cuando sus piernas fueron separadas. Inhaló profundamente.

"Sólo… con calma…" El exorcista peliblanco susurró con un tono vacilante, tragando nerviosamente. Y cuando su mirada viajó hacia el techo, no pudo evitar sino el preguntarse…

¿Kanda había hecho aquello antes?


"Allen-kun, ¿sigues siendo virgen?"

Allen casi se ahogó con su café, tosiendo desesperadamente. ¿Acaso Komui lo trajo a su oficina sólo para preguntarle eso?

Miró al supervisor con una expresión atontada, ruborizándose levemente.

"Vamos, no seas tímido." Komui le dio una sonrisa tranquilizadora. "Haz pasado cuatro años al lado del General Cross. Ambos, tú y yo, sabemos qué tipo de persona es. Lo entendería." Los ojos de Allen se ensancharon ante las palabras. "Te llevó a toda clase de lugares…"

"No." El chico lo cortó, voz con seriedad fúnebre. "Mi maestro quizás sea un pervertido, pero jamás me tocaría."

Komui parpadeó, ligeramente sorprendido por el repentino cambio de actitud de parte de Allen. "Eso no es lo que estaba tratando de…"

"Nunca me he acostado con nadie antes." Allen finalmente respondió, llevando su vista al suelo.

El silencio cayó entre los dos. Komui dejó salir un hondo suspiro, sintiéndose ambos aliviados y preocupados al mismo tiempo.

"¿Qué es Kanda para ti?" El hombre mayor preguntó, recuperando la atención del otro hacia él de nuevo.

"… ¿Qué es él para mí?" Allen repitió, un poco perplejo.

"¿Te sientes atraído por él en algún sentido?"

"Oh…" El peliblanco seriamente comenzaba a preocuparse por a lo que Komui estuviese intentando llegar con todas esas preguntas extrañas. "No, no es eso…" Respondió, volteando a ver la taza de café que estaba sosteniendo. "Incluso si Kanda no me ve como un amigo, es un importante compañero para mí. Si hay un modo de ayudarlo, entonces no vacilaré en usarlo." Se detuvo por un instante, arrugando su frente. "… No quiero ver a un amigo morir frente a mis ojos nunca más."

Komui observó al chico frente a él. "… ¿Estás conciente de que esto podría tener influencia en su relación?"

"¿Otra aparte de hacer a Kanda odiarme más de lo que ya lo hace?" Allen movió sus hombros. "Lo dudo".

"¿Y qué hay de ti?"

"¿…?"

"¿Puedes decir que serás capaz de mirar a Kanda del mismo modo después de pasar la noche con él?"

"¿Por qué me estás preguntando todo esto?" El chico frunció el ceño.

"¡Allen-kun!" La voz del hombre más alto se alzó, exigiendo una respuesta.

"¡No importa, maldición!" El exorcista peliblanco soltó. "Mientras Kanda no me asesine después, viviré con ello."

Komui hizo silencio de nuevo por un rato. "Haz pasado por mucho últimamente…" Entonces continuó, su voz calmada de nuevo. "Simplemente estoy preocupado por ti."

"… Sí, lo siento." El chico dejó salir un suspiro, dándose cuenta de su comportamiento. "Estaré bien."

Tras un momento, Komui se levantó de su escritorio. "Voy a hablar con los superiores. Espero lograr que suspendan esa vigilancia que te tienen. Al menos por un par de días."

El exorcista miró al supervisor, sorprendido. Entonces su expresión facial se suavizó y una pequeña sonrisa apareció en su rostro. "Komui-san…"


La primera estocada fue torpe y poco profunda, y la sensación no fue exactamente como Allen había imaginado que se sentiría. Vergonzoso e incómodo, más que todo. Pero entonces, la siguiente fue más profunda, y se encontró a sí mismo jadeando ante el súbito dolor que atravesó dentro de su cuerpo.

Kanda estaba dentro de él. Y el solo pensamiento era suficiente para abochornar a Allen más allá de lo comprensible.

Dolió. Bueno, no era tan doloroso cuando permanecían quietos. El problema llegó cuando Kanda comenzó a moverse, haciendo a su interior arder por la fricción.

Allen haría bien en recordar que renunciar al lubricante fue un gran error.

"¡Ghhh…!" Los ojos del chico peliblanco se abrieron de un tiro cuando el otro lo penetró con más fuerza, ni siquiera dándole el tiempo apropiado para ajustarse.

"¡Kanda… Det… agh! ¡E-Espera!" Allen alcanzó a rodear el cuello del contrario, apretándolo tan fuerte como fuese capaz, intentando inmovilizar a su compañero de algún modo.

"B-Bájale un poco… ¿quieres…?" Pero, más que trataba de oponerse, más que comenzaba a pensar que nada de lo que hiciera marcaría la diferencia.

El chico maldijo por lo bajo y cerró los ojos, tratando de acostumbrarse a la sensación de alguna manera. Lo cual estaba lejos de ser una tarea fácil hasta ahora.

"Oh, Dios… K-Kanda…" El dolor simplemente era demasiado intenso, y todo lo que Allen podía esperar era que su pequeña aventura terminara lo suficientemente pronto.


"¡Ah!" Los ojos del chico se abrieron de una al tiempo que se sentaba abruptamente.

Estaba en una cama. ¿En su cuarto?

Qué… ¿Fue todo un sueño?

"¡Ack!" Un movimiento más fue suficiente para convencerlo de que no lo fue. El desagradable dolor en la parte más baja de su cuerpo le dijo más de lo que necesitaba saber.

El chico le dio un vistazo a la ventana, notando que ya era de mañana afuera. Considerando el estado en que estaba, probablemente, levantarse en ese instante era una mala idea.

No obstante, Allen reunió las fuerzas para al menos dirigirse al baño.

Quince rasguños, seis marcas de mordidas, una endemoniada cantidad de moretones y un abuso detrás… ¿Pudo haber sido peor, supongo? El chico pensó para sí mismo de forma vaga mientras regresaba a su cuarto, con la intención de volver a la cama.

¿Acaso Komui lo trajo hasta ahí? No podía recapitular exactamente todo lo de antes… Debió haber perdido la consciencia en algún punto. Bueno, tal vez debería estar feliz acerca de ese hecho, considerando…

Envolviéndose a sí mismo en su sábana, Allen figuró que necesitaba un descanso por ahora. Por lo que había visto en el espejo un par de minutos antes, no lucía muy bien. Y ver a ese extraño parado tras él al otro lado del espejo difícilmente ayudaba a mejorar su humor aunque fuese un poco.

Quería dormir.

Sin embargo, minutos pasaron y de algún modo no pudo sumirse a sí mismo en el descanso. Sus pensamientos estaban constantemente viajando de vuelta a Kanda.

Esperaba que sus esfuerzos no se fueran a la basura y que Kanda estuviese bien ahora, pero…

A decir verdad, Allen se sentía… inquieto. Ahora que reflexionaba sobre ello, no tenía idea de qué haría o le diría al otro hombre al momento que se encontraran de nuevo.

El chico podría jurar que el corazón le saltó hasta la garganta cuando el repentino sonido de pasos desde algún lugar fuera de la habitación llegó a sus oídos. Intentó decirse a sí mismo y esperar que fuese cualquiera, cualquiera menos Kanda.

Ningún golpe a la puerta se dio antes de que ésta se abriera de súbito, y luego fuese cerrada justo después de un silencioso '¡zaz!'.

Allen se movió en la cama lentamente, volteando en dirección de la persona que justo había entrado, tratando de ocultar su nerviosismo.

Para su insatisfacción, era en efecto un muy enojado Kanda.

"… ¿En qué demonios estabas pensando?"

Oh, Dios… aquí va nada.

Una grandiosa manera de empezar el día, de hecho.


Notas de Nayru: Y entonces, el primer capítulo nació. :D ¿Lo disfrutaron?

Quería agradecerle a mi amigo, Mori, quien fue lo suficiente amable /coughyonoloforcélojurocough/ para beteármelo. Y mientras estábamos en ello, un final alternativo vino a la vida. xD


~BLOOPERS~

Mori: Sí… Mira, ellos podrían simplemente haber llamado a algún burdel. Estoy seguro de que Marian lo cubriría todo. Iría un poco como esto:

Cross: "¡OI, KANDA! ¿A CUALES PREFIERES? ¿Asiáticas? ¿Mestizas?"

Kanda: "MUADADAGHAaa!"

Cross: "…Oooookay. Las más baratas. Sí, una docena de ellas, sólo por si acaso. Pssst, Komui, llama al jefe y adviértele que necesitaremos más fondos para cubrir los daños tanto físicos como mentales…"

-Muchos minutos después.-

Cross: "¿No han acabado todavía? Komui, reporte del estatus."

Komui: "Ocho muertas, dos severamente heridas. Aún no termina con las dos restantes, pero yo diría que no durarán otros cinco minutos… ¡Es un desastre! Tenemos que detener esto y…"

Cross: "Siete minutos."

Komui: "… ¿Qué?"

Cross: "Diez dólares dicen que estarán muertas o muriendo en siete minutos."

Komui: "¿Q-Qué? ¿Haz perdido la…?"

Allen: "Ocho minutos y quince dólares, Maestro."

Cross: "Estás dentro. Sacúdelos."


Notas de traductora: ¡Fiuf! Pues aquí está, la traducción del primer capítulo de "Gone Forever". ¿Qué les ha parecido?

No duden en dar sus opiniones, pues son de muchísimo valor.

También, quería avisar algo. Este fanfic es largo y los capítulos son extensos. En lo personal, soy bastante rápida a la hora de traducir, pero el problema vendría en cuanto a encontrar tiempo para hacerlo. Hay veces en las que tengo mucho tiempo libre, tanto veces en las que estoy hasta el cuello con trabajos escolares y exámenes, por lo cual el ritmo en que vaya subiendo las traducciones posiblemente varíe mucho.

Sin embargo, espero poder ser constante con esto y traducir hasta al final (aunque de hecho, el fanfic original aún está en progreso). Los reviews me alentarían mucho en esta tarea y los agradecería infinitamente.

¡Gracias por leer!