hola ¡hola! Si ya se, no puedo dejar de hacerlo, tengo otros proyectos que no pasan del capi 1, lo se, lo se ¡pero! Es que me llaman a aunque sea poner el inicio.

En esta oportunidad, nos centraremos en ese enemigo x, que tuvo el planeta congelado y dominado por mil años, y si, ya saben quien será el villano.

Ojalá reciba mucho apoyo.

Balquirion es mío, si lo van a usar, avisen.

¡déjenme saber su parecer!¡con un genial REVIEW!

Sailor moon, es propiedad de Naoko Takeuchi, yo solo, me esfuerzo por llenar este phandon.

Despertar en las tinieblas.

Mi nueva condición.

Lo primero que escucho es un ruido de garras, tic tic tic tic y se repite tic tic tic tic tic por el tamaño deben ser ratas, asquerosas ratas, abro los ojos, una nueva luz, que evidentemente no es del entorno me permite ver las cosas en azul y negro, olisqueo el aire y me dan ganas de vomitar –puaj, que asco. Digo mientras trato de ignorar el olor que me abruma, me miro, llevo mi ropa blanca, hay una marca en mi pecho, la misma marca donde el gran sabio me traspazó, miro mi ropa blanca, miro mis aretes, suspiro.

-si estoy vivo ¿Cómo demonios explicaré estas raras sensaciones? Hay un chico detrás de mi, se que es un chico, por su fuerte olor masculino, ese aroma, como a carne con hongos y un poco de vino ¿es su sangre? Me incorporo con rapidez y lo veo, rubio de ojos violeta.

-hola galán, que bueno que despertaste, me llamo Balquirion, yo te desperté. Informa, lo miro, tiene una mirada particular, sus ojos son como los de un gato.

-tienes ojos de felino. El ríe –tu también galán, aunque no en la forma si, en el brillo. Lo miro sin entender nada, el sonríe y veo sus colmillos.

-eres un vampiro, príncipe Diamante, yo te hice. Doy un paso hacia atrás –alto, tu, cosa rara ¿Cómo dices que soy un vampiro? Esas criaturas no existen. El ríe.

-y eso es lo que queremos que crean, tenemos un planeta en la galaxia Yit, su nombre es vampire, si ya lo se, no es muy original, pero así es. Lo miro.

-según tengo entendido…no podrías haberme reanimado, es decir no tienes un… pero me interrumpo, al ver la joya que lleva en un broche de esmeralda –si, si lo tengo y cuando el te regresa, puedo elegir que lo hagas como humano o como vampiro, touché. Sonrío –bueno, debo agradecerte mi libertad resurrección, muchas gracias. El asiente.

-todo tiene un fin, príncipe Diamante, es tiempo de que tomes, lo que te pertenece. Anuncia de forma solemne, alzo las cejas.

-no me digas, que tu…tenías interés en mi guerra pasada. El asiente.

-desde luego, lo teníal, lamenté mucho lo que pasó en seio, pero, así fueron las cosas. Lo estudiaba - ¿en que iba a beneficiar mi victoria a tu pueblo? Pregunto –fácil, contigo gobernando, no habría impedimento de que saliéramos de nuestro aislamiento, los nemesianos antaño, tuvieron muy buena relación con nosotros, podríamos proveernos de víctimas y tu, ser el rey, a nosotros nos interesa poder salir del aislamiento y conseguir sangre fresca, la sintética, es asquerosa. Asiento.

- ¿Cómo se que no me traicionarás? Pregunto, el ríe –príncipe Diamante, no te hubiera despertado, si tu no fueras el villano mas fuerte que ha enfrentado la neo reina, a mi solo me interesa que mi pueblo se expanda, el universo y la vía láctea son tuyos, si los quieres. Asiento.

-claro que los quiero. El aplaude –excelente, lo primero que haremos, será reemplazarte esas ropas, están tan…bueno, ya entiendes. Asiento y salgo con Balquirius hacia la superficie.

Estamos en el Tokio del siglo XX, en una mansión preciosa, miro el sol anonadado por las mezclas de colores que hay en sus rayos si solo te concentras en verlos.

-si te concentras en algo por un minuto, activas la visión microscópica, es así, como podrías ver bailar el polvo en el viento. Asiento - ¿y si no? Pregunto –bueno, tu visión es como la mas potente cámara, tu oído como el mas potente micrófono, captas cualquier ruido, lo mismo tu olfato y tu tacto. Sonrío, miro en el espejo mi atuendo negro, totalmente negro, Balquirius me ha conseguido unas ropas a mi gusto y mi traje clásico, pero he querido vestirme de negro, necesito encontrar a mi princesa, es en lo que he pensado desde que desperté.

- ¿Por qué el sol no nos lastima? Si se supone que… el ríe –supersticiones tontas, que dejamos en el mundo humano, para que no supieran que nos daña realmente. Explica, asiento.

- ¿y que lo hace? Pregunto –la plata líquida, en el torrente sanguíneo, en los órganos, el ajo, tanto en la piel, como dentro, en la piel nos quema, pero algunas vampirezas, lo consideran un elemento de belleza ya que cuando la piel se regera, lo hace mas sueve y tersa, dentro te envenena, no es recomendable, es como morir con rabia. Asiento.

-y claro, los golpes con madera en los órganos bueno, en el órgano vital, como el corazón y debe ser madera afilada, no hay ningúna especificación. Asiento –bien ¿nada de agua bendita ni nada? El niega.

-oh no, no, no, nada de eso. Responde haciendo un gesto de desdén, miro mis uñas, parecen de cristal, rosadas con la línea blanca, pero…hay una línea blanca mas pequeña de un centímetro, en el borde de las uñas, que son un poco puntiagudas, como dagas en miniatura.

-ajá…¿y esto? Pregunto –ah, vaya, esa es una cualidad especial de nosotros, verás, esta pequeña franja te sirve para disponer de 3 cosas escenciales, tales como: veneno, sonnífero y una exentricidad muy útil llamada excitador, ya sabes, para acelerar el deseo, sirve para poder realizar el acto carnal. Río.

- ¿podemos engendrar? El ríe a su vez –desde luego, tanto las humanas como las vampirezas, sus cuerpos registran el cambio y lo hacen, el parto es normal y durante el primer mes, el padre debe alimentarlo con sangre vampírica, el bebé no comerá mas que leche de su madre y sangre de algún macho, preferentemente el padre y si no, el varón mas fuerte del lugar. Asiento.

-genial, gran explicación. Digo, el sonríe.

-vamos a cazar galán, tienes que aprender a morder y antes de que lo menciones, no, no puedes ir a verla, si intentas beber de ella sin aprender a hacerlo, podrías matarla accidentalmente y eso, si es fatal para un vampiro, andando. Asiento y lo sigo interesado, esto es como volver a ver el mundo, sigue siendo el mismo pero a la vez es tan distinto, solo me atrevo a hacerle una pregunta.

- ¿Qué pasó con ella? Balquirius me mira con tristeza –galán…ella se casó. Murmura apenas moviendo los labios, pero yo lo oí y lo vi, perfectamente.