Hi hi!
finalmente he decidido publicar este fic q ya llevaba tiempo n la lista d espera
aun q al igual q con Teach me! Soul-sensei, este tardaré un poco en actualizarlo, asi q les pido paciencia ^^U
como todos ya saben, Soul Eater no me pertenece
1. Infiltrada
El ruido que provocaba el tráfico fuera del negocio se veía ligeramente opacado por los murmullos y conversaciones que se desarrollaban allí dentro. La luz natural del sonriente sol mañanero iluminaba el local, creando un ambiente cómodo. Podía apreciarse claramente el sonido de los cubiertos y los platos de los que se encontraban desayunando alegremente en las tantas mesitas del restaurante. Aprovechando aquella pequeña multitud como pantalla, pudo pasar desapercibida fácilmente en aquel lugar. Procurando mantener un bajo perfil, bebía tranquilamente su café recién hecho, sola, en silencio, esperando la aparición de su colega.
Supo inmediatamente de su llegada al divisar una figura que se aproximaba hacia ella a paso lento, disfrazada también discretamente con unos lentes oscuros iguales a los de ella y una sencilla peluca ocultando su cabello. La recién llegada tomó asiento en la mesita conjunta, justo detrás de ella, asegurándose de quedar de espaldas la una de la otra, lo suficientemente cerca como para poder mantener una disimulada conversación entre murmullos sin ser descubiertas por nadie.
_Reporte de la operación ICN_ susurró la recién llegada, con un ya entrenado tono calmo de voz, pero sin perder su dulzura característica.
_La primera fase ha sido completada con éxito_ respondió ella de la misma forma, para luego llevar a su boca la taza de café y beber un poco más, manteniendo así la farsa ante los ojos ajenos y posibles espías.
_Buen trabajo, 47_ prosiguió nuevamente en murmullos _sus nuevas órdenes son acercarse lo más que pueda al de mayor rango sin ser detectada. Se le solicita informarnos inmediatamente de sus descubrimientos y datos desconocidos adquiridos dentro de las líneas enemigas_
_Entendido. Los avances que he logrado en el poco tiempo que he tenido la oportunidad de permanecer dentro, considero son indispensables para resolver los misteriosos crímenes de Nueva York. También he descubierto que están estrechamente relacionados con otra gran cantidad de asesinatos sin resolver en Chicago, ya que una gran cantidad de sus aliados se encuentran ocultos allí debido a la falta de control del gobierno_ continuó, empleando el tono profesional que siempre requería en ese tipo de situaciones.
Ambas guardaron silencio tan pronto vieron como un grupo de personas pasaban por el pasillo continuo a sus mesas, hablando animadamente entre ellos, ajenos a la plática secreta que existía entre las dos. La tensión abandonó sus cuerpos tan pronto los "sospechosos" siguieron de largo hasta salir del local. Nada de qué preocuparse… podían continuar intercambiando información.
_Posición del gobierno siciliano ante estos acontecimientos_ pidió nuevamente, acomodando sus gafas oscuras para tapar sus ojos azules.
_Inestable. Existe mucha corrupción dentro de las autoridades sicilianas. Muchos de los policías locales también se encuentran involucrados, ya sea como simples colaboradores externos como también directamente dentro de la organización, algunos incluso ocupando cargos importantes. Considerando que el número de traidores dentro de las filas enemigas es incierto, sugiero mantener la operación ICN en secreto por ahora_ contestó sin cambiar en ningún momento el timbre bajo y serio de su voz.
_Entendido. Se le agradece por su colaboración, 47. Nos mantendremos en contacto. Regresaré a Washington inmediatamente para dar el informe. Si requiere ayuda, nuestro escuadrón especial se la proporcionará de inmediato. Ellos se encargarán de seguirla secretamente en todo lo que les sea posible_ y con aquella última indicación, se puso de pie para luego desaparecer del lugar, tan discreta como cuando llegó.
Un suspiro escapó sin permiso de sus labios. Aquella doble vida la estaba desgastando, y eso que apenas estaba comenzando. Le esperaba aún un largo camino por recorrer, y no podía simplemente darse por vencida. Debía cumplir con sus nuevas órdenes y buscar la manera de acercarse a algún miembro de alto rango, para así sacarle toda la información que pudiera.
Imitó luego de algunos minutos la acción de Tsubaki para luego salir del lugar. Agradeció el hecho de que su "disfraz" llevara lentes de sol, ya que los rayos del astro rey le dieron de lleno en la cara una vez salió del negocio. Llevó una de sus manos frente a su rostro, para cubrir sus ojos y evitar enceguecerse. El sol brillaba mucho a esas horas de la mañana en las transitadas calles de Sicilia.
Emprendió marcha tan pronto el semáforo cambió para permitirle a los peatones cruzar la calle. Ya quería llegar a su departamento… necesitaba urgentemente tener una cita con la almohada. Estaba agotada por tanto estrés, pasar por tanta tención permanentemente tenía sus efectos secundarios. Sentía todo su cuerpo agarrotado y desgastado, sus parpados le pesaban a causa del sueño, quien parecía no querer rendirse ante los efectos del café.
Observó con cierta nostalgia las calles y edificaciones que la rodeaban… como extrañaba su oficina en Washington… Hacía apenas unos quince días, había sido transferida a Italia, en una arriesgada misión para desenmascarar finalmente a los grandes capos de la mafia. Y para atrapar a "la familia" que se ocultaba en los Estados Unidos, primero debía desmantelar la organización principal de ésta, ubicada en Sicilia, el lugar de origen de la cosa nostra. Había tenido mucha suerte de llegar en el momento preciso, justo cuando las ancestrales normas de la mafia comenzaban a cambiar para pasar más "desapercibidos", aceptando ahora a mujeres dentro de la organización. Aunque no había sido para nada fácil…Los viejos mafiosos aún querían mantener vivas las tradiciones, por lo que siempre vigilaban mucho más atentamente a las novatas que a los novatos, dado que aún se guiaban por una ideología machista.
No lo entendía. Si Shinigami-sama sabía del cuidado y la desconfianza que le tenían a las mujeres… ¿Por qué la había enviado a ella en lugar de algún otro agente masculino?... no podía negarlo, ella era toda una profesional y nunca había fallado en una misión, pero tampoco tenía sentido enviarla a la guarida de los machistas más peligrosos dentro de la mafia.
Un leve gruñido en señal de protesta escapó inconscientemente de sus labios. Definitivamente, no entendía a su jefe… tampoco entendía como era que él, había llegado a ser director del FBI…
Tuvo que salir abruptamente de sus cavilaciones mentales al detectar unos rostros conocidos entre la multitud. Sin perder tiempo, volteó rápidamente hacia una vidriera para darles la espalda y procurar no ser descubierta, sin dejar de vigilarlos con cierto temor en ningún momento. Pudo ver a través del improvisado espejo que simulaba aquella vidriera, como los dos mafiosos charlaban animadamente cerca de allí. La gente transitaba cerca de ellos sin tener la más mínima idea de cuáles eran las verdaderas identidades de aquellos dos sujetos.
Por allí caminaban, el tal Ox Ford, quien tenía el rango de "soldado" (1) dentro de la organización, y junto a él se encontraba Harvar D.Éclair, consigliere (2) de la misma.
Apartó rápidamente la vista de ellos en cuanto comenzaron a acercarse a ella. Verificó a través del reflejo que se proyectaba en la vitrina que su peluca de largo y lacio cabello negro se veía convincente. Sentía su corazón bombear a velocidad luz la sangre por todo su cuerpo, esparciendo con una mayor velocidad la adrenalina que comenzaba a invadirla. ¿Qué haría si llegaban a descubrirla? ¿El escuadrón especial del FBI estaría oculto por allí cerca para proporcionarle apoyo en caso de ser necesario?... aún podía usar la pistola que llevaba oculta en su pequeño bolso… aunque de todas formas, con cualquiera de las posibilidades, terminaría siendo descubierta y probablemente asesinada, arruinando así la oportunidad perfecta de infiltrarse en el principal nido del crimen organizado.
Cerró los ojos con fuerza, al tiempo que una pequeña gota de sudor resbalaba por su mejilla. Era una de las pocas ocasiones en las que realmente sentía miedo de perder su vida. Sabía que esos tipos estaban armados a pesar de aparentar ser inofensivos, lo que reducía notoriamente sus oportunidades de sobrevivir a un enfrentamiento armado en caso de ser descubierta, sin mencionar las posibles muertes de civiles que ninguna relación tenían con el asunto.
Un enorme alivio la embargó tan pronto vio por el reflejo que los dos hombres pasaron de largo, sin siquiera prestarle la más mínima atención. A pesar de aquella tan tensa situación, sus agudos oídos nunca dejaban de trabajar, por lo que pudo verificar del tema de conversación que trataban, y afortunadamente, notó que solo hablaban del futbol… nada de qué preocuparse… ningún atentando que involucrara a gente inocente o negocios ilegales.
Pasados unos pocos segundos, esperó a que su cuerpo se relajara por completo, para así poder reanudar su marcha de camino a casa… otra situación similar a aquella por el camino, y terminaría por darle un infarto…
Justo en sentido contrario, un lujoso y bastante caro coche negro se trasladaba con cierta urgencia por entre el tráfico, logrando colarse hábilmente entre los otros vehículos, sin prestarle atención a las quejas de los conductores. Estaba molesto… no… molesto era poco. Estaba furioso… ¡¿Cómo se atrevían a interrumpir su descanso un día feriado?! Sabía que su "trabajo" no tenía días libres, pero aún así… deberían de tener un mínimo de consideración hacia su persona.
Sus ojos carmesí se asemejaban a los de un peligroso animal salvaje, con ansias de sangre… observaba iracundo el paisaje a través del vidrio polarizado. En su mente solo reinaba un único pensamiento… mataría a sus estúpidos subordinados por arruinar sus ocho horas diarias de sueño…
Pisó más el acelerador, intentando así llegar antes al punto de encuentro, sin prestarle ninguna atención a lo que sucedía a su alrededor, ni tampoco a la muchacha de largo y lacio cabello negro que caminaba con pereza en sentido contrario por la acera.
Cada uno se encontraba sumido en sus propios pensamientos y problemas, sin saber que muy pronto, sus caminos se cruzarían.
El destino seguirá su curso sin ser alterado… no se puede cambiar lo que ya está escrito, así como no se puede evitar lo inevitable…
CONTINUARÁ…
(1) Soldado: es el rango más bajo que existe en una mafia y sólo los que son italianos pueden llegar a éste puesto. Se encargan principalmente de combatir a la policía en casos de guerra.
(2) Consigliere: es el asesor de la familia. Siempre acompaña al Don (o Padrino), éste principalmente se encarga de aportar ideas en reuniones o aportarle ideas al Don.
Si, algo cortito, ya lo c, pero prometo q los proximos caps seran mucho mas largos! XD
n fin, espero q la lectura haya sido d su agrado ^^
c les agradecen los reviews!
