Hola
Solo decir que la mayoría de personajes son de Rowling, si no reconocen un personaje es mío.
Es una historia de la nueva generación, Rose, Scorpius, Albus, James, Freddy... y muchos más.
Para los que ya leen mi fic, no es nada nuevo solo hay corrección de errores.
Muchas Gracias Magdalena TR, que es la beta reader que me ha ayudado.
Diluz
La mañana llegó con un radiante sol, y al sentir la luz del día, la pelirroja comenzó a despertar
La mañana llegó con un radiante sol, y al sentir la luz del día, la pelirroja comenzó a despertar. Estaba muy contenta, sería su primer día de clases en Hogwarts, después de tantos relatos de sus padres, de sus tíos y de sus primos… Sin embargo, con todo el entusiasmo que sentía, también sentía miedo; sabía que nunca iba a estar sola ya que tenia sus primos, en especial a Albus, que tenía la misma edad que ella, pero quería tener amigas y amigos, sentir que encajaba en ese lugar, y no sólo ser juzgada como una cerebrito o por ser sobrina de el Niño Que Vivió y por la fama que ya tenían sus padres.
Flashback--
Al subir al tren, luego de todas las recomendaciones de sus padres, Rose y su primo Albus comenzaron a buscar un compartimiento donde poner sus cosas, ya que sus primos Fred y James, que ya iban en su tercer año de Hogwarts, estaban con sus amigos y quedarse con ellos no les parecía opción.
Luego de caminar por casi todo el tren encontraron un compartimiento casi vacío. Tan solo había un chico de finos cabellos rubios que a la luz del día parecían plateados, tez blanca y mirada altiva que observaba el paisaje por la ventana. Éste, al notar la presencia de los primos solo les dio una cálida sonrisa.
- No Albus, él es un Malfoy ¿recuerdas? - Murmuró Rose a su primo
- Rose, no hay otro compartimiento. Además, solo es por el viaje…
¿o prefieres quedarte en los pasillos?
- Esta bien….- Bufo Rose y entraron en el compartimiento
- Ehhh… disculpa … ¿Podríamos sentarnos contigo? Todos los compartimientos están llenos y… - preguntó Albus con voz tímida.
- Claro, no hay ningún problema - respondió el chico rubio- por cierto, soy Scorpius Malfoy.
- Yo soy Albus Potter y esta es mi prima, Rose Weasley - dijo Albus, dándole la mano a Scorpius en un gesto de saludo. Rose, en cambio, solo le dio una mirada muy fría, a la que Scorpius respondió retractando la mano que había comenzado a extender hacia ella.
- Rose, no seas malcriada- espetó Albus. Ella solo se cruzo de brazos y dirigió su mirada hacia la ventana.
- ¿Es por qué soy un Malfoy, verdad?- susurró Scorpius
- Eh… bueno, la verdad es que mi tío le dijo algunas cosas a Rose –dijo rápidamente Albus- pero este… ¿En qué casa piensas estar?- era mejor cambiar de tema que seguir con aquello.
- ¿No es obvio? ¡Todos los Malfoy han estado en Slytherin! - exclamó Rose.
- Si, es cierto, aunque no por eso yo voy a estar, o quiero estar, en esa casa- exclamó Malfoy- ¿o acaso tú estas tan segura de que por ser una Weasley vas a quedar en Gryffindor? – habían herido su orgullo.
Scorpius ya sabía que por ser un Malfoy muchos lo miraban mal, cuando era pequeño le afectaba mucho que les dijeran mortífagos, o que susurraran cuando pasaba con su familia. Con los años aprendió que tenía que hacer caso omiso porque sabía que si talvez su padre estuvo en el bando equivocado un tiempo fue por obligación, no porque él realmente deseó estarlo.
Rose sólo lo miró con odio y se quedó callada. Luego, cogió uno de sus libros y todo el trayecto estuvo leyendo.
Albus y Scorpius, en cambio, pasaron todo el viaje hablando de de temas como Quidditch y las cosas que harían en Hogwarts.
Fin del flashback --
Rose cogió sus cosas de aseo y entró al baño para darse una ducha. En media hora ya estaba bajando a la sala común, donde se encontró con Albus: ambos habían quedado en Gryffindor.
Cuando llegaron a la puerta del gran comedor se encontraron con Scorpius. Él, al verlos, se acercó y saludo animadamente a Albus, quien le respondió de la misma forma. Rose sólo desvió la mirada y le dijo a su primo que se iba a desayunar.
- Eh... disculpa a mi prima, de verdad a veces es un poco testaruda- comenzó Albus, disgustado con la actitud de Rose.
- No hay problema- dijo Scorpius- ¿qué clase tienes ahora?
- Mmm… creo que Transformaciones...- dijo vagamente Albus.
- ¡Que sí! Yo también, creo que esa clase la comparten los Gryffindor con los Slytherin- aclaró Scorpius, que había sido seleccionado en Slytherin, estuvo un poco desilusionado al principio, pero se dio cuenta que no estaba mal después de todo, algunos de sus compañeros de casa eran sociables.
- Eh... Si me imagino- replicó Albus en voz muy baja.
- ¿Te molesta que esté en Slytherin?- preguntó Malfoy- ¿es por la tonta tradición que los Slytherin no se pueden juntar con los Gryffindor?
- ¿Qué? !No, nada que ver! – exclamó Albus- Mi padre dice que las casas solo son lugares en los que te seleccionan por tus habilidades y te juntan con personas que tienen tus mismos intereses, pero eso no significa que no pueda hacer amistad con personas de otras casas- aclaró Albus
- …sí, creo que tu padre tiene razón- aceptó Scorpius.
- Yo creo que, si te parece, ¿podríamos ser amigos, no?- Albus dijo, extendiéndole la mano al chico rubio.
- ¡Claro!- exclamó Scorpius feliz- claro que si.
Los dos entraron conversando al gran salón sin saber que ese era el comienzo de una gran amistad.
- ¿Qué tanto hacías con Malfoy?- preguntó molesta Rose.
- Rose, por favor, se lo que te dijo tu padre de los Malfoy, ¿Acaso vez que el sea así? Al contrario, se ha portado muy amistoso con nosotros, bueno, conmigo, porque tú no has querido.
- ¡Y tampoco quiero! Albus, deberías de ver con que clase de personas te juntas, ¿no vez que él es un Slytherin?
- ¡Merlín! Rose, te escuchas? ¡Estás siendo totalmente irracional! A veces el cerebro de tu madre no te ayuda. – dijo Albus mientras reía.
- Aw, Albus! – respondió Rose, moviendo sus brazos hacia sus caderas.
- En serio, Rose, en este momento estas hablando igual a tu padre.
- Si vas a seguir así, Albus, será mejor que te vayas a clase con tu amiguito Malfoy. Yo ya termine de desayunar. ¡Me voy a clases!- exclamó molesta Rose.
- Rose, no te molestes, era solo una broma ¿si? – pronunció Albus con un tono un tanto nervioso, temiendo hacerla enojar más.
- Nos vemos en clase Albus- contestó Rose fríamente, y con media vuelta salió del gran comedor.
Minutos después, él se levantó de su mesa para ir a clases, y al llegar a la puerta, se encontró con Scorpius. Juntos se fueron conversando hasta el salón de clases.
Cuando entraron al salón, encontraron a Rose sentada con una niña de Gryffindor, aunque hablaban entre ellas. Viendo la situación, Albus decidió sentarse con Scorpius.
Al terminó de la clase, Scorpius se fue a él aula de Historia de la magia, mientras que Albus empezó a caminar hacia clase de Herbología, con el profesor Neville Longbottom, gran amigo de sus padres.
- ¡Rose! ¡Espera! – gritó Albus cuando vio el cabello de su prima asomarse más adelante.
Rose solo volteó y lo vio corriendo detrás de ella
- ¡Por favor Rosie! ¡No te pongas así conmigo! ¿Es por Scorpius, verdad?- preguntó Albus.
- Es que no entiendo como te puede juntar con él, sabes que nuestros padres nunca se llevaron bien con su padre! – exclamo Rose- es mas – agregó suavemente - creo que se odiaban.
- Rose, ¡date cuenta! - vociferó Albus- estás hablando de nuestros padres, esa es su historia. No porque ellos se hayan llevado mal significa que nosotros no podamos llevarnos bien con Scorpius – dijo, intentado hacerla entrar en razón.
- ¡Pero es su hijo!- gritó Rose- ¡mi padre me dijo que eran iguales!
- Pero, Rose, piensa. ¿Acaso vez que el se comporte como te dijo tu padre? No, ¿verdad? él es diferente, dale una oportunidad, Rosie, no seas tan mente cerrada.
- ¡Ay! ¡Albus! No lo se, la verdad, no lo se… no te prometo nada.
- Bien, pero al menos no te enojes conmigo porque sea su amigo! No te digo que tu también te lleves bien con el porque eso ya depende de ti, pero al menos yo si quiero ser su amigo; me cae muy bien!
- Está bien, Albus, está bien- respondió Rose más tranquilamente – Bueno, ahora vamos a clase sino llegaremos tarde a nuestra primera clase de ese ramo.
- Está bien Rose, ¡vamos! – contestó Albus riendo.
Cuando Draco Malfoy se enteró que su hijo era amigo del hijo de Potter, casi le dio ataque, pero con la persuasión de su mujer terminó aceptando la amistad, además, gracias a Merlín no congenió con la Weasley.
La reacción de Harry fue muy parecida, pero igual aceptó la amistad, ya que confiaba en el criterio de su hijo para escoger sus amistades. Si Scorpius hubiera sido como su padre, Albus jamás hubiera entablado amistad con él.
