Disclaimer: nada del potterverso me pertenece
Este fic participa en el reto temático de octubre del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black".
―¡Black, Regulus!
La profesora pronunció claramente el nombre de Regulus. Un chico de mediana estatura y pelo negro se aproximó hasta el taburete, donde se sentó. La profesora, que sostenía el Sombrero, lo posó sobre su cabeza. Todos los ruidos del Gran Comedor quedaron silenciados de repente.
―Vaya, vaya, aquí otro Black. Al último de vosotros lo envíe a Gryffindor. Aunque supongo que tú querrás estar en Slytherin, como el resto de tu familia ―Regulus estuvo a punto de decir sí, pero no hizo falta, pues el Sombrero siguió hablando. Al parecer podía leerle la mente ―. Pero no sé, tienes algo que me hace dudar. Aunque siempre hay algo, ¿no crees?
Regulus sintió como si un vórtice se abriese debajo de él. Ya casi empezaba a escuchar a sus padres, lamentándose de la decisión del Sombrero Seleccionador por haberle enviado a Gryffindor, junto a su hermano. O tal vez a Ravenclaw o, peor aún, a Hufflepuff. Bastante malos habían sido estos años para sus padres, especialmente para su madre, desde que se enteraron de que Sirius era un Gryffindor. Su hermano, además, no había hecho nada por aliviar esa situación en el número 12 de Grimmauld Place, sino que había redecorado toda su habitación con motivos de colores escarlata y dorado, cambiando un poco la sintonía del resto de la casa.
Por ello, que el Sombrero estuviese pensando enviarlo a otra Casa de Hogwarts que no fuera Slytherin, aquella prestigiosa Casa que había acogida a nobles e insignes miembros de la familia Black, a excepción claro está de los repudiados, muchos de ellos a causa de haber sido seleccionados para otras Casas, era algo que a Regulus le aterraba. Por ello se agarró a ambos lados del taburete y comenzó a pensar fervientemente en Slytherin. Quizás si lo pensaba mucho lograba convencer al Sombrero.
―¿Qué es eso? Sí, un pensamiento que se hace más grande en tu cabeza. ¿Y qué es? Ah… Slytherin. ¿De verdad quieres acabar ahí? ¿De verdad quieres ser como todos los miembros de tu familia, los cuales asistieron a esa Casa? ¿Es eso lo que quieres? No lo sé… Eres bastante inteligente, harías un buen papel en Ravenclaw. ¿Y qué tal Hufflepuff? Estoy seguro de que estarían encantados de acoger a alguien como tú. ¿Y Gryffindor? Eres valiente sí… Y estás destinado a hacer grandes cosas. ¿Por qué quieres perder tu valioso tiempo y tus peculiares facultades en Slytherin?
Slytherin, Slytherin, Slytherin… Pensaba Regulus, tanto que casi lo gritaba en todo el Gran Comedor. ¿Tan difícil era de entender? Era su Casa, la Casa de su familia, resultaba ser hasta algo totalmente natural. Por favor, por favor, por favor…
―Está bien, si eso es lo que quieres… ¡Slytherin!
Aquello último lo gritó a viva voz y para todo el Gran Comedor. Aliviado, Regulus se bajó del taburete y caminó hasta la mesa de Slytherin, su nueva Casa. Su nueva familia. Allí lo acogieron todos y lo saludaron. Pero no pudo evitar pensar en lo que el Sombrero le había dicho:
¿Por qué quieres perder tu valioso tiempo y tus peculiares facultades en Slytherin?
