Ningún personaje me pertenece, son todos de j. k rowling.
Nota de la autora: Este fic no es apto para personas sensibles, pues contiene escenas duras.
Respecto a mi y a mi historia: no esperéis de mi una historia bonita y bella, ni un final feliz, me odiareis en algunas ocasiones, y en otras me amareis, sentiréis lo que yo siento, y lo que sienten mis personajes, me buscareis, y me aborreceréis, pero si os puedo asegurar algo, es que mi fic no es un fic feliz, incluso cabe la posibilidad de que al final del mismo todos los personajes acaben tropezando con la muerte.
Frimado:
Cocorunbi.
Capítulo 1
Draco odiaba a todos los muggles, los odiaba mucho, muchísimo, pero había algo que odiaba más que a esos infelices, y eso eran los sangre sucia. Ningún mago que se preciara osaba mezclar su sangre para dar lugar a una estirpe de engendros descastados.
Caminaba por los pasillos, cabizbajo pensando en todos los acontecimientos que ahora se sucedían en su vida. Sólo tenía 17 años, sabía que aún era un pobre niño inmaduro a pesar de que intentaba demostrar siempre lo contrario, pero aún así y a petición expresa de su madre se unió a los mortífagos, convirtiéndose en uno de los mejores hombres de Voldemort, ni si quiera sabía si eso es lo que quería en su vida, si aquella forma de vivir le iba a satisfacer, sin embargo tenía algo claro, aquel era su deber.
Ensimismado en sus pensamientos, se dispuso a salir de la sala común, ya nada le importaba, ni si quiera Crabbe y Goyle, sus mejores amigos durante 7 años en la escuela, por fin había conseguido aquello que tanto ansiaba… ¿o el no lo deseaba ¿ si no que era voldemort?, bueno… eso ahora no importa, lo importante es que cumplió con los deseos de su maestro y acabó con la vida de aquel viejo estúpido, Dumblendore, que en el fondo de su corazón ansiaba volver a encontrarlo de nuevo por los pasillos dando sus alegres discursillos que en los últimos tiempos se habían tornado tristes…. Se sentía culpable. Pero no podía admitirlo.
En aquel castillo contenedor de su infancia y de sus más tiernos recuerdos ya no quedaba nada para él, ni para nadie, pronto lo cerrarían, pues todo el mundo sabía que Hogwarts sin Dumblendore, no era más que un colegio oficial, sin ningún prestigio ni garantía. Así que con las maletas que contenían todas sus cosas se dirigió hacia la entrada dónde alguien de confianza lo esperaba para llevarlo a su casa.
Pero… una ansiedad le invadió, se vio turbado por la necesidad de buscar a Harry para burlarse por última vez de él, bueno… de él y de todos sus amigos… en especial de aquella asquerosa sangre sucia.
Con una malévola sonrisa desvió su recorrido 90 grados y se dirigió rumbo hacia la sala común de los Gryffindor. Nadie se extrañaría, nadie sospecharía nada de él, pues los pasillos estaban vacíos, todos los estudiantes asustados, se habían apresurado a abandonar el colegio pronto, incluso no estaba seguro de que sus "enemigos" aún estuvieran allí después del funeral de Dumblendore, sin embargo por si acaso siguió con su plan.
Llegó a los pasillos que llevaban hasta la sala común de los leones y esperó un rato, a ver si salía alguien.
Un minuto.
Dos minutos
Cinco minutos.
Quince minutos.
Ya era bastante, y no quería llegar muy tarde, así que se dispuso a ir de nuevo a la salida, sin embargo… escuchó los sollozos de una chica saliendo del cuadro de los Griffindors, parecía que tenía una pena muy grande.
Clavó sus grises e intensos ojos en ella¿quién sería?
y… la vio
era la persona que más deseaba ver en esos momentos, aquella a la que más deseaba hacer sufrir regodeándose de la muerte del querido director, Granger.
-¿qué te pasa nenita?¿es que se te ha muerto la mascota?- dijo Malfoy cruelmente
Hermione se disponía a volver a su casa muggle, todo el mundo le había recomendado que aquel era el mejor sitio para ella, y sus amigos se habían marchado ya, Ron a Egipto con su familia en una misión de la Orden, y Harry, sepa dios a que lugar a buscar venganza por la muerte de Dumblendore. Por lo que estaba sola, por primera vez en muchos años, se sentía verdaderamente muy sola.
Se dispuso a cruzar el cuadro de la señora gorda, ya iba a abandonar el colegio al que tanto amaba y que no volvería a ver. Iba perdida en sus pensamientos sobre los últimos acontecimientos, cuando escuchó unos pasos. ¿Quién sería?
Levantó la cabeza y allí lo vio, a la persona a la que más detestaba de aquel lugar, al horrible prepotente y cruel Draco Malfoy, quien había organizado todo el plan para matar a Dumblendore.
-¿qué te pasa nenita?¿es que se te ha muerto la mascota?-
Hermione sintió un gran odio en su interior que crecía por segundos¿cómo se atrevía aquel imbécil a decirle eso?
-¡¡qué haces aquí Draco!!¡¡Vuelve a tu nido de serpientes!!
Draco comenzó a reírse a carcajadas…
-tampoco es para que te pongas así sangre sucia- dijo transformando las carcajadas y escupiendo las palabras con ira- Además vengo a despedirme, deberías agradecer, que tenga el honor de desperdiciar mi tiempo con una rata como tú.
-Olvídame Draco… por suerte- y Hermione forzó una sonrisa cínica hacia el muchacho- no volveré a verte el resto de tu vida, Harry se encargará de ti.
Draco sintió que la sangre se le congelaba ¿aquella estúpida chica había insinuado que Harry le vencería y podría con él?
Instintivamente dejó las maletas a un lado y se abalanzó hacia ella, la acorraló contra la pared con brutalidad y le sujetó los brazos contra la superficie con los suyos.
-¿qué has querido decir sangre sucia?
Hermione llena de rabia por verse acorralada por Draco se envalentonó.
Los que has oído Huron, que Harry se encargará de ti….
Draco se acercó a ella peligrosamente, estaba a escasos centímetros de la chica, le daría su merecido, aquello no iba a quedarse así. Le apretó con más fuerza contra la pared haciéndole mucho daño….
La chica comenzó a asustarse… y a gemir de dolor…
-¡¡Qué te crees que haces¡¡Draco suéltame!!
-Ni hablar sangre sucia- contestó el rubio pensando en una venganza lo suficientemente dolorosa.
Hermione sentía que el corazón se le aceleraba hasta limites insospechados, si las cosas seguían así en breves se le saldría del pecho ¿es que Draco se había vuelto loco?
Draco pensaba en el conjuro más doloroso para darle una lección, sin embargo… algo trucó sus planes, en cuestión de segundos se vio embriagado por un extraño aroma que desprendía la chica.
Sin pensarlo acercó su nariz hacia ella, para poder aspirarlo mejor.
Hermione gritaba asustada, pero nadie le oía, por que no había nadie a su alrededor.
El jersey ancho que llevaba Hermione se deslizó por sus hombros, dejando uno de ellos al descubierto.
Draco seguía aspirando aquel aroma, y se sentía extrañamente atraído y excitado por él, sentía como que aquella chica tenía algo que quería. La miró a los ojos intensamente, lleno de deseo, y luego vio su jersey deslizarse por su hombro derecho, dejando un hermoso y apetecible hombro pálido a su vista. Sin poder evitar la tentación, elevó un dedo sin dejar de aprisionar a Hermione, y le acarició, y aquello fue su perdición, sintió de pronto una necesidad imperiosa de hacer aquella muchacha suya. Por un impulsos sexual, y sin importarle si alguien le descubría, comenzó a quitarle el jersey que le cubría.
Hermione estaba aterrorizada ¿qué estaba haciendo Draco? Sabía que era cruel y despiadado ¿pero sería capaz de abusar de ella?
-¡¡Draco para¡te has vuelto loco!!
Draco seguía quitándole la ropa sin miramientos, quería verla desnuda, y quería hacerlo en ese momento, sin embargo, un rayo de lucidez le sorprendió en la crueldad de su acto.
Levantó la cabeza temblando y miró a Hermione a los ojos fijamente, comenzó a dudar sobre si debía hacerlo o no.
Se distanció de ella nerviosamente. Y el miró con repugnancia… y con algo de culpabilidad.
-¡¡eres un maldito!!- Comenzo a gritar Hermione- ¡¡qué pretendías hacer!
Draco se alejó poco a poco aún sorprendido por lo que había hecho, y sin mediar palabra.
-¡¡ ojala Harry acabe contigo pronto¡¡ Y con el desgraciado de tu padre que ahora se pudre en al cárcel!!
Aquello encendió en Draco una mecha que era imposible de apagar, se había metido con lo que más le importaba, con su familia. Como una pantera rabiosa se abalanzo hacia Hermione dispuesto ha hacérsela pagar, y con una mezcla de deseo, y de ira continuó con lo que había empezado.
La desnudó dejándole apenas con la ropa interior sin escuchar sus gritos de piedad, y se colocó a horcajadas sobre ella.
-Asquerosa sangre sucia, juro que vas a pagar encarecidamente lo que me acabas de decir.
Lanzó una mirada lasciva hacia la chica, pero se quedó perdido en su cuerpo, a pesar de ser tan imperfecta, tenía un hermoso cuerpo, mucho más bello que el de la mayoría de las chicas con quienes había estado.
Totalmente poseído por el deseo, y la rabia, le recorrió el cuerpo con sus jóvenes pero ya sabias manos, y en un arrebato le arrancó la ropa interior de niña que le cubría.
Mientras tanto Hermione lloraba desconsoladamente, estaba en estado de SocK, no creía lo que le estaba pasando y por más que gritaba no había nadie que fuera en su ayuda.
Rápidamente Draco se desvistió cegado por sus instintos, y sin ninguna delicadeza, pudor o compasión, le abrió las piernas, y la penetró. De pronto comenzó a impacientarle, pues sentía que había algo que le impedía el paso dentro de aquel ansiado cuerpo, y no era otra cosa que la virginidad de la chica.
Hermione no podía soportarlo más, invadida por el dolor del alma y del cuerpo, se estremecía en convulsiones, de repente, sintió como Draco le hacía suya, y un agudo dolor le inundó en sus partes más intimas.
Aquellos fueron los minutos más largos de su vida, jamás se había sentido, tan humillada, destrozada y dolida.
Un ronco gruñido proveniente de Draco interrumpió los sollozos de la chica en señal de que aquel monstruo había acabado. Draco se dejo caer, sobre Hermione, agotado, y jadeando por el esfuerzo físico.
El chico sintió una gran satisfacción física, pero pronto esta fue turbada por un gran dolor del alma.
¿Qué había hecho?
Miró hacia Hermione, que estaba desvalida, tirada en el suelo, rota y pérdida en un amargo llanto, y sintió un gran arrepentimiento en su interior.
¿Qué había hecho? – se repitió.
Entonces su verdadero corazón, la parte bondadosa de aquel pobre diablo salió a la superficie reclamando su lugar en su alma. Draco sintió como si mil navajas le atravesaran, por la crueldad de sus actos, y aterrorizado por ellos se vistió en segundos, y sin coger sus pertenencias, salió corriendo hacia la salida del colegio, con el único propósito de huir de si mismo.
Hermione lloraba, gemía e dolor, pero en silencio, se sentía tan sucia y humillada por lo que le había ocurrido que no quería que nadie se enterase, cuando al cabo de una hora desde que su agresor saliera huyendo se hubo recuperado un poco, se vistió como medianamente pudo, y sumida en un océano de tristeza y de amargura fue hasta el expreso de Hogwarts que la llevaría de nuevo a Inglaterra, y que la llevaría hacia lo que ella creía que sería el fin de su infierno, pero que no era más que el principio.
Hermione nunca le contó a nadie lo ocurrido, sin embargo no pudo ocultar que algo le pasaba, había pasado de ser una chica fuerte, luchadora y reivindicativa, a ser una chica débil y asustadiza, que apenas quería salir de su casa muggle, quería olvidar todo lo que tuviera que ver con su pesadilla y entre otras cosas la magia.
Pasaron 3 meses desde lo ocurrido, cuando un nuevo golpe le sorprendió.
Estaba embarazada de la persona a la que más odiaba
Continuara…
Espero
vuestros reviews, malos o buenos, que no cuesta nada escribirlos.
Y aunque parezca que Draco es muy cruel y mala persona, solo os hago un
adelanto, la cosa cambiara…
