El retorno de Naruko.

Después de mi paron fictionero de varios meses vuelvo con otra historia larga. Espero que también les agrade como las anteriores, intentaré dar lo mejor de mí. Quiero meterme en algo un poco más serio y centrado de lo que acostumbro a colgar, pensareis que estoy loca, después de todos los desvaríos que he escrito… pero sí, por lo menos lo voy a intentar si este humor negro me deja xD… kami-sama, ya comienzo a dudarlo…

En fin, este es mi nuevo proyecto a largo plazo y os lo presento con mucha ilusión. Memories.

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Introducción: De vuelta al pasado.

Una gran roca de piedra taponaba la entrada rocosa de la cueva, por la cual no se distinguían más que sombras. La oscuridad dificultaba la visión del suelo, como una sabana negra que corría a lo largo de la gruta. El acceso por la estrecha galería era dificultoso, varios minutos de arrastre por el húmedo suelo hasta llegar a la amplia abertura de la cueva. En la oscuridad de la caverna, brillaba la luz de una antorcha que se agitaba con el temblor misterioso de alguien al ir y venir.

-Ya queda poco… tan solo el dibujo de tiza… - murmuró agitado.

Echó un último vistazo hacia la mesa de madera, donde se encontraba el pergamino robado abierto de par en par, memorizando cada línea para comenzar a dibujar el mismo trazo circular en el suelo con la tiza. El sello necesario para efectuar la técnica prohibida.

-¡Encontradle!!

-¡Buscar por el frente norte!!

-¡No puede estar muy lejos!!

Las voces de los ninjas cada vez se hacían más cercanas. Rondando el exterior de la gruta donde se escondía. Era de vital importancia darse prisa en completar la técnica antes de que lo atraparan en su clandestinidad.

Con hábiles movimientos completó el dibujo, situándose en el centro del mismo. Efectuó los distintos sellos con sus manos, uno tras otro en su orden correspondiente. Se inclinó hacia el símbolo, tan solo quedaba tocarlo con la palma de la mano para desencadenarlo. Estiró los dedos dispuesto a finalizar, cuando sin previo aviso, una mano ajena lo sostuvo firmemente de la muñeca impidiéndole su cometido.

-No lo hagas. – escuchó a su lado.

No le costó relacionar de quien era esa voz femenina. Ahora comprendía como lo había encontrado antes que los ninjas persecutores. Frunció el ceño elevando la cabeza. Fulminando con una aguda y colérica mirada que fue a clavarse en los ojos de su compañera.

-Ya tenías que venir a joderlo todo – espetó irritado. Con un movimiento brusco se deshizo del agarre en su muñeca. Levantándose del suelo para encarar esa dichosa intromisión - No te metas donde no te llaman, voy a hacerlo digas lo que digas.

-Por favor Sasuke-kun… - pidió lastimosamente - …Te perdimos una vez hace mucho tiempo, no quiero volver a ver desaparecer a otro amigo.

-No voy a desaparecer – argumento arrogante desviando la mirada a un marco de foto colocado encima de una estantería. Por un momento, le invadió la melancolía con aquellos recuerdos al ver de nuevo la imagen tras la moldura de madera. Anhelaba tanto aquellos viejos tiempos. Tanto como para hacer semejante locura sin dudar – Volveré cuando haya cambiado el pasado.

Sakura se acercó entrando en el sello dibujado en el suelo. Levantó la cara hacia su compañero, le sobresalía una cabeza, tomándolo cariñosamente de ambas manos.

-Pero… y si no vuelves, y si te quedas atrapado en el tiempo… - dudó – Yo… no soportaría otra perdida así – cerró sus hermosos ojos verdes dejando que las lagrimas silenciosas resbalaran por su tersa piel. Recargando la frente sobre el pectoral de su compañero – Sufrí dolorosamente la muerte de Naruto, también era mi amigo, mi compañero… y yo más que nadie me siento responsable de ello. No llegue a tiempo, no supe tratarlo como debía su crítica situación. Descubrí demasiado tarde como salvarle la vida. ¡Es mi culpa!!

El recuerdo de aquella fatídica noche le hizo temblar. Reviviendo en su mente como se había apagado la vida de Naruto entre sus manos cubiertas de sangre, sus últimas palabras, su última sonrisa, su última dulce mirada bañada en lágrimas. Esas mismas que ahora recorrían el rostro de Sasuke con el recuerdo vivo del revoltoso kitsune.

-No fue culpa tuya, Sakura… - pronuncio en un hilo de voz - … yo lo mate.

-¡No!!! Tú no lo mataste, hi… hiciste lo correcto, era lo mejor para la aldea… Naruto también lo sabía, él te pidió que lo hicieras – la joven conmocionada se agarraba firme con sus temblorosas manos a la camiseta oscura del Uchiha – Por eso te pido ahora que no me abandones, no quiero volver a sufrir esta vez por tu muerte.

Sasuke retiró hosco las manos de la joven tras escuchar esa última frase.

-No voy a morir, no hasta que él vuelva conmigo – afirmó rotundo, recomponiendo la pequeña debilidad que casi lo deja caer de nuevo en un profundo hundimiento moral – Solo quiero traerlo de vuelta ¿Es que no lo comprendes? – crispo con dolor.

-Claro que lo comprendo Sasuke-kun, pero… - las palabras se le atragantaban del dolor - … ¡Maldita sea, esto es una locura! No puedes cambiar el pasado, nadie puede hacerlo – recriminó agitada – ¡¿Crees que robando el pergamino prohibido de Konoha y efectuando ese jutsu solucionaras tu vida?!! ¿Y que vas a hacer cuando llegues? ¿Te lo traerás de ese mundo para vivir aquí? ¿Qué ocurrirá entonces con el Sasuke del pasado?... – intentó hacerlo reflexionar de que era un error lo que intentaba hacer - Estas situaciones no gustan a nadie… y aunque no podamos cambiar el pasado, si podemos cambiar el futuro. Pero todo depende de ti… ¡Acéptalo de una vez!! Naruto esta muerto.

-¡NO!!!

Con un fuerte empujón a sus hombros, Sakura cayó de culo, fuera del círculo prohibido. Lo miró y sintió miedo. La cara de Sasuke estaba engarrotada en una mueca de dolor profunda, su Sharingan girando a una velocidad alarmante, su cuerpo tenso a punto de descargar en una batalla de puños.

-¡Estas loco!! – bramó histérica – Mírate, eres incapaz de aceptarlo, de darte cuenta por ti mismo que esto no solucionará nada. ¡Esta es tu vida! ¡Deja de pensar en lo que lo que pudo ser y no fue!!

-Tal vez en este tiempo Naruto este muerto, pero en el pasado no lo está. – reflexionaba un tanto ido – Y por eso tengo que ir… por eso tengo que viajar en el tiempo… para cambiar el pasado, para que en este presente Naruto vuelva junto a mi, de nuevo a mi lado…

Las impotentes lágrimas comenzaron a rodar por el rostro de la joven. Era imposible hacerle cambiar de parecer. Estaba completamente ido de mente por la pérdida de su amigo meses atrás.

-Podemos comenzar de nuevo el tratamiento… - insistió la kunoichi intentando hacerle entrar en razón – Te iba muy bien acudir al médico y hablar del tema… sacar toda esa pena que llevas dentro, la que te esta consumiendo poco a poco… - se incorporó de nuevo queriendo tranquilizarlo – Creí… creí que te encontrabas mejor después de acudir al psicólogo.

Sasuke negaba con la cabeza a todas las palabras - No puedo vivir sin él… - confesó con la voz quebrada cerrando los ojos.

-¿Tanto le amas? – gimoteó - ¿Tanto como para hacer una locura así? – el moreno no le contestó, su rostro de angustia se reflejaba en las negras pupilas brillantes – Sí, lo sé… realmente le amas… - Sakura se limpió las lagrimas con el dorso del brazo – Esta bien. Si es lo que deseas, no seré yo la que te lo impida.

Rebuscó en bolsillo de su porta kunais, sacando un pequeño frasco rojizo que posteriormente mostró a su compañero.

-En ese caso, llévame contigo.

-No voy a hacer algo así Sakura – negó en rotundo – No te involucraré en mis decisiones, igual que no lo hice el día que me marché de esta villa con Orochimaru, dejándote recostada sobre aquel banco… - la afrontó con semblante firme y sereno – Este es mi problema y yo me haré cargo de él.

-¡Idiota!! Soy la única que conoce como crear el antídoto – elevó el frasco rojizo de sus manos.

-Entonces dámelo y lárgate de una vez.

Voces del exterior los volvieron a poner en alerta.

-¡Capitán! ¡He encontrado el acceso de la cueva!!

-¡Rápido!! ¡Rodeen la entrada!! ¡Que no escape!

Se estaba agotando el tiempo y sobretodo la paciencia de Sasuke. Su voz resonó autoritaria por toda la cueva.

-No me obligues a noquearte de nuevo como aquel día. Dame el maldito antídoto y ayúdame a escapar.

Visto que seguía siendo el orgulloso y arrogante Uchiha y que no tenía más opciones que no acabaran con su compañero metido en la cárcel por robo del pergamino sagrado, accedió a colaborar con él.

-Esta bien, solo te pido un favor – le rogó ofreciéndole el frasco y cerrándole la mano entorno a la ampolla - Pase lo que pase vuelve aquí, a este presente, con Naruto o si él, tan solo vuelve aquí – el joven asintió con la cabeza - Solo me a dado tiempo a crear una dosis, necesitarás más para tratar su problema, y aun así no se si con esto logrará resistir…

El moreno sonrió agradecido -Arigato Sakura.

Toda la gruta tembló en un estruendo. Los ninjas comenzaban a derribar la barrera de acceso.

-Apresúrate, no podré detenerlos por mucho tiempo – la joven pelirrosa le colocó una mano sobre su hombro. Hablándole alto y claro – Y escúchame bien, bajo ningún concepto modifiques el transcurso de las cosas, tan solo aparece en el momento justo en que lo perdiste, no influyas en su vida, no precipites cosas que no han de ocurrir…. Si lo haces, ese pasado repercutirá en este futuro.

Dicho esto, la joven le dio un afectuoso abrazo, besándole en la mejilla para terminar girando hacia la entrada, intentaría darle un poco de tiempo mientras detenía la irrupción de ninjas en la cueva.

Más decidido que nunca, Sasuke volvió a efectuar los sellos, tocando la palma de la mano contra el dibujo. Un brillo cegador invadió la cueva. El sello bajo sus pies comenzó a resplandecer, abriéndose desde abajo, absorbiendo a Sasuke por las extremidades hacia un mundo alternativo. Poco antes de desaparecer por completo, levantó la mirada hacia la foto encima del escritorio… en ella se encontraban ambos. Naruto sonreía alegremente, pasando un brazo por el cuello de Sasuke que devolvía esa misma sonrisa de felicidad.

-Voy a por ti Naruto, tan solo… espérame.

Continuará…

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N/A:

¿Encontrará a Naruto o por el contrario se encontrará con su otro Sasuke? ¿Que le habrá ocurrido al rubio para que su compañero haga lo imposible por modificar el pasado…? Hablan de su muerte… la que quiere frenar a toda costa con ese jutsu. Lo irán descubriendo poco a poco, a todo le llega su tiempo. Mientras, intentaré abrir el arcón de los recuerdos de Sasuke y limpiar su almacén de tristezas.

Como veis he vuelto con otra historia. Este es el principio, la introducción. Sean pacientes, intentaré llevar el ritmo del anterior fic y actualizar cada semana. Muchas gracias por seguir leyéndome. Kissussss