Había una vez, una tierra mágica, donde los Dragones habitaban junto con los humanos, algunos Dragones adoptaron a pequeños humanos huérfanos y les enseñaban magia Dragón Slayer la única magia capas de derrotar a los Dragones, esa magia era tan poderosa como rara, un día, exactamente, el 7 de Julio, los Dragones desaparecieron dejando solos a sus hijos y así, es como comenzó su historia...

6 de Julio, 10:45 p.m.

-Papá, cuéntame mas de los Dragones.- Pidió un pequeño niño de 5 años de cabellos rosas a su padre.

-No, Natsu, ahora tengo que salir, pero cuando regrese, sin falta te contare todo lo de los Dragones.- Le dijo paciente su padre a su pequeño hijo mientras lo tapaba con las cobijas y le daba un beso en la frete.- Ahora duerme, nos vemos mañana.

-Adiós papi.- Contesto el pequeño, mientras se quedaba dormido entre las sabanas.

En la antigüedad, existía la magia, había de muchos tipos, pero la mas hermosa era la que solo podían portar las princesas de los reinos mas grandes, la Magia Celestial, era una magia poderosa si se sabia usar, había 12 espíritus celestiales que eran invocados a través de llaves mágicas, un día, en el reino mas grande de todos la madre de la princesa murió en un trágico accidente, haciendo que su pequeña hija heredara su magia, por lo tanto, todas su llaves, el nombre de hija era...

6 de Julio, 10:45 p.m.

-Mami, ¿Me podrías contar mas sobre la princesa y su magia?.- Pregunto de manera educada la pequeña niña de cabellos de oro mientras se tallaba los ojos con sus pequeñas manos.

-Lucy, pequeña, sabes que tengo que salir, pero regresare mañana, así que mañana seguire con la lectura.- Le dijo Layla mientras le acomodaba el cabello y le besaba la mejilla para luego apagar la luz e irse.- Virgo te cuidara por si necesitas algo.

6 de Julio, 12:57 p.m.

Igneel conducía a todo velocidad por la carretera ya que estaba aparentemente vacia, cada vez pisama mas y mas el acelerador, el iba tarde, estaba desesperado, tenia que llegar a las 5 de la mañana a una junta importante y quería dormir un poco al menos, piso de nuevo el acelerador.

Todo paso tan rápido, no puedo frenar, se escucharan las ruedas rechinando contra la carretera, las luces de los autos, el estruendo de los metales chocando, el ultimo recuerdo de los implicados, todo paso tan rápido...

El reloj marcaba, 00:01 de el 7 de Julio.

Ese día, desaparecieron los Dragones y la Reina Celestial, ese día, desaparecieron de nuevo.

Tal vez, solo tal vez, La Princesa Celestial y el Dragón se conocieron y se amaron como nadie, pero esa es otra historia.