CAPÍTULO 1

Una lágrima rozó su mejilla para acabar en su camiseta cuando vio el resultado del test.

No podía creerlo, no quería creerlo, no era el momento para esto, no cuando tenía tantas cosas por hacer, la universidad, tal vez un máster, encontrar trabajo, irse a vivir con Ezra…

Esto no estaba dentro de sus planes y pensó que en los de Ezra tampoco. Sintió que se mareaba y tuvo que apoyarse en la pared del baño mientras se tapaba la boca para que no se escucharan sus sollozos.

No sabía qué hacer ahora…

Un par de horas después aun estaba intentando darse ánimos y relajarse para que no se notara su estado de nervios. Se miró en el espejo e instintivamente se llevó una mano a su vientre plano mientras las lágrimas arruinaban su maquillaje.

Inspiró con fuerza y cogiendo una toallita empezó a quitárselo para poder pintarse de nuevo, pero la toallita cayó al suelo al escuchar que llamaban a la puerta de su dormitorio y se dio la vuelta dando la espalda.

-Aria, papa y mama quieren que bajes a ayudar a poner la mesa.-dijo Mike entrando en el dormitorio.

-Puedes empezar tú. Bajo enseguida.

-¿Te encuentras bien?

-Sí, solo que no me gusta cómo me quedo el maquillaje y tengo que pintarme de nuevo.

-Vale. Pero no te arregles tanto, solo viene tu profesor, no creo que te ponga más nota por ir mejor arreglada. Lo hará por la cena que preparó mamá.

Aria no vio el rostro de su hermano pero supo que sonreía, lo que le hizo soltar una carcajada histérica y poco después escuchó la puerta cerrarse de nuevo.

-Estás preciosa.-Le susurró Ezra cuando ambos entraron en la cocina a dejar los platos sucios de la cena. -¿Aria estás bien? Te he notado ausente toda la noche.

Ezra intentó cogerle las manos pero ella lo esquivó y miró nerviosas hacia la puerta.

-No es nada, solo, estoy un poco cansada.

-Me gustaría que estés tranquila, todo va a estar bien. No creo que esto les guste al principio pero con paciencia…Te quiero.

-Y yo a ti.

-¡Ey! No llores. Todo está bien. Todo estará bien-Susurró mientras le limpiaba un par de lágrimas.

-Ezra necesito hablar contigo.

-Luego cariño, ahora tenemos que hablar con tus padres.-Le besó ambas manos y la condujo de nuevo al comedor con el resto de la familia Montgomery.

Sintió su mano temblar cuando se la sujetó con fuerza. La miró con dulzura intentando transmitirle la poca tranquilidad que sentía para luego mirar serio a los padres de ella.

-Ella, Byron me gustaría-miró a Aria de nuevo- nos gustaría contaros algo importante. Lo primero que quiero aclarar es el gran respeto que siento por vosotros y por Aria. Vuestra hija es un ser increíblemente dulce, inteligente, sensata, creativa, toda ella es maravillosa y por eso estoy enamorado de ella.

Byron se puso de golpe impulsado hacia delante, pero se contuvo en el último segundo al ver a su hija ahora delante de Ezra como escudo.

-Yo también lo quiero.

-Esto es una locura. Es tu profesor.-Gritó Ella.-Te has aprovechado de nuestra confiada, de nuestro cariño por ti.

-Y así nos lo pagas, seduciendo a nuestra hija entre los descansos de las clases.

-Eso no es verdad, nosotros nos conocimos antes de que supiéramos que íbamos a ser profesor y alumna.

-Es una menor.-Acusó.

Byron no miraba a Aria, tenía sus ojos y su furia concentrados en Ezra, dispuesto a tirarse encima en cualquier momento.

-Pero no soy estúpida y le quiero, no importa que…

-Cállate Aria, por favor.-dijo Ella histérica dejándose caer en el sofá.-Te hemos dado toda nuestra confianza, no te hemos puesto límites, te hemos apoyado en tus decisiones pero esto es…-sollozó-esto es demasiado.- Me has decepcionado tanto, tanto.

Ella miraba en dirección a su hija pero no la miraba a la cara. Aria vio la decepción de su madre y eso le rompió el corazón. Sintió un dolor de cabeza y como la vista se le nublaba antes de perder el conocimiento.

-¡Aria!

Ezra cogió a Aria justo a tiempo pero Byron le pegó un empujón y se la arrebató cogiendo él a su hija.

-¡Vete ahora!-Gritó.-Mike, Ella llama al médico voy a subirla a su cama, está inconsciente.

Ezra iba a intentar subir las escaleras pero Mike le bloqueó el camino.

-Ya escuchaste, vete ahora mismo.-ordenó mientras se cruzaba de brazos.

-Mike necesito…

Mike vio la desesperación de Ezra y tuvo que hacer un esfuerzo de no ceder, después de la bomba que acaban de soltar su hermana y su profesor no podía permitir que subiera a la habitación.

-Vete o empeoraras las cosas.-Susurró mirándolo fijamente.

Ezra echó un vistazo a Ella quién hablaba por el móvil con el médico y salió de la casa asustado por lo que le acaba de pasar a Aria.