Aquí está el drabble para junio, para The Battle of Fire with Fire. Estas eran las variables de mi equipo:

Rating: K (más)

Género: Romance

Personaje: Matt

#PALABRAS: 499.

DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la CW.

AVISO: Este fic participa del reto de Junio de "The battle of fire with fire" del foro "The Vampire Diaries: Dangerous Liaisons".

Espero que os guste :)


FEELING GOOD


Matt no estaba bien. Odiaba ser camarero. Sentía que el restaurante no era su lugar, pero al menos cuando trabajaba en el Mystic Grill estaba en casa. Veía a sus amigos. Ahora… Ahora apenas tenía amigos.

¿Quién le quedaba? Bonnie y Caroline. Podía considerar a Stefan como un amigo, pero sólo hasta cierto punto. A decir verdad, el vampiro había hecho demasiado daño como para que Matt pudiera mirarlo a los ojos sin sentir una pizca de repulsión.

Todos se habían ido. Elena estaba dormida, Jeremy y Tyler se habían marchado… Y la única persona a la que habría querido junto a él también. No sabía si considerarla su amiga. Teóricamente, nunca habían salido juntos, a pesar de haber pasado todo un verano juntos viajando y de haber hecho cosas que, desde luego, no eran típicas de una amistad.

Pero aquello significaría que Rebekah Mikaelson había sido su novia. Y que lo había abandonado.

- ¿Qué te pongo?-preguntó Matt a una chica que acababa de sentarse a la barra. Era una chica guapa, algo bajita y de tez morena. Oscuros rizos rodeaban su cara.

- Bourbon-contestó la chica. Tenía acento británico. Más o menos. A decir verdad, le recordaba al acento de otra persona-. Por favor.

Matt le sirvió el trago, sin poder evitar mirarla durante más tiempo del necesario. La chica se lo bebió de un trago, y le pidió otro. Tenía resistencia al alcohol, de eso no había duda.

- Gracias-dijo la chica al coger el segundo vaso-, Matt.

El chico se entretuvo lavando unos platos. Era normal que la chica lo hubiera llamado por su nombre. Lo ponía en su camiseta. Matt bajó la mirada, y frunció el ceño. No lo llevaba. Se le había olvidado ponerse la pequeña placa que indicaba su nombre. Así que, ¿cómo…?

Volvió a la barra, pero la chica se había marchado, dejando una gran propina.

No podía haberle hecho aquello. Matt cogió el teléfono y llamó a Rebekah. Ella no debía contestar, pero con suerte lo haría, teniendo en cuenta que era la primera vez que la llamaba desde que se habían separado.

No lo hizo. En cambio, le envió un mensaje. "Pensaba que te iba a costar más. Ven a mi casa". Matt se cambió y salió corriendo a Mystic Falls. Tenía que llegar a casa de los Mikaelson cuanto antes.

Cuando llegó estaba ya anocheciendo. Fue a llamar al timbre, pero la puerta se abrió en cuanto él subió los escalones.

Y allí estaba ella. La misma chica de antes. Rebekah.

- ¿Cómo…?

- Te ha costado toda la jodida tarde llegar-contestó la chica-. No puedes hacerme esperar tanto.

- ¿Rebekah?

- Sí-contestó la chica, con una sonrisa. Matt abrió la boca, pero ella lo interrumpió alzando una mano-. No preguntes. Me voy pronto, y si me paro a explicar perderemos todo el tiempo que tenemos.

Se acercó a él y lo besó. No importaba lo que fueran. Por primera vez en mucho tiempo, Matt se sentía bien.