Bella es una chica nueva en Forks, donde se encontrará con un duende hiperactivo, un molesto acosador y un dios griego. -Ahora mi vida si será interesante- pensé.
Capítulo 1
RING, RING, RING
¡Maldito despertador!– pensé y me enrollé mas en mi cama, tapándome por completo con las sábanas.
RING, RING, RING
El estúpido despertador parecía no querer colaborar. Me incline para apagarlo pero caí de la cama.
RING, RING, RING
–Maldición– Dije levantándome del suelo para al fin apagarlo. Aun estaba un poco desorientada por el largo viaje de ayer. Viajé desde Phoenix hasta Forks.
Me dirigía hacia el baño cuando escuche a alguien caminando hasta la puerta de mi habitación.
–Debo irme Bella, volveré por la noche. Suerte hija– Dijo mientras se alejaba. Ese era Charlie, mi padre. Hoy era mi primer día de clases en un nuevo instituto, mi mamá acaba de casarse así que decidí mudarme con mi papá. Charlie y yo tenemos una buena relación, pero no somos de los que demuestran demasiado sus sentimientos al otro. Este sería un día largo… Ser la chica nueva en un pueblo tan pequeño como este en el que nunca pasa nada no es la mejor opción, no si quieres pasar desapercibida como era mi objetivo.
Soy Isabella Swan, pero odio que me llamen de esa forma, así que soy Bella para todo el que me conoce. Tengo 16 años, pero según mi madre nací teniendo 35, eso lo dice porque nos comportamos como si yo fuera la madre y ella la hija. Renée es un tanto alocada, con un espíritu muy libre y realmente me extraña el que se haya casado con Phil, o quizá se dio porque él es menor que ella. En fin, somos totalmente diferentes, pero físicamente no podría decir lo mismo. Aunque me considero una versión menos bonita de ella. Ella tiene el cabello castaño y piel albina, además de unos hermosos ojos azules, soy algo así, excepto por los ojos ya que los míos son de un café chocolate muy común en mi opinión. Nunca me he considerado hermosa, además de que soy en extremo delgada, sin muchas curvas y para mi mala suerte y la de los demás muy, muy torpe.
Luego de escuchar a mi padre irse, tome mis cosas para el aseo personal y me di un largo baño. Luego busque algo de ropa en el armario y me vestí con unos vaqueros negros, una camisa manga larga verde y mis siempre fieles converse, tome algo de cereal y leche para el desayuno y me dirigí al instituto.
El camino no fue tan largo como me habría gustado, no estaba preparada para ser la "sensación". Cuando llegue respire muy hondo en repetidas ocasiones hasta tranquilizarme un poco y decidí bajar.
Al mal paso darle prisa– Dije para mí.
Fui a la dirección por mi horario, aun era algo temprano, mi primera clase era trigonometría en el edificio 3, me dirigí en busca del salón hasta que mi torpeza hizo acto de presencia y choque con algo, o mejor dicho alguien.
–Oh por Dios, en serio lo lamento– Me disculpé con el chico que me sostenía del brazo para que no cayera. Era un chico sin duda muy atractivo, musculoso pero no en exceso, alto, con cabello color miel y ojos impresionantemente azules, venia acompañado de una rubia despampanante con ojos igual de azules, curvas muy delineadas, casi tan alta como él y una cara por la cual hasta Barbie mataría, nada que envidiarle a una modelo. Su parecido era mucho, seguro serian hermanos.
–No te preocupes, fue un accidente– El chico le restó importancia –Por cierto, soy Jasper y ella es Rosalie– Dijo tendiéndome la mano.
–Bella Swan– Le respondí y luego hice lo mismo con Rosalie.
– ¿Así que tú eres la hija de Charlie?
–Si. ¿Lo conocen?– Ellos se dieron una mirada y sonrieron –Claro, estamos en Forks– Pero que tonta. ¡Todos debían conocerlo! Charlie era el jefe de policía de Forks.
–Si, aquí no hay muchas cosas que no se sepan– Dijo Rosalie algo molesta, dirigiéndose a algunas chicas que nos miraban bastante interesadas en nuestra platica. Las cuales apartaron la vista rápidamente y se fueron.
– ¿Y ustedes son hermanos? – Pregunté queriendo bajar la tensión de Rosalie. Y al parecer funcionó.
– ¿Lo dices por nuestro parecido? –Asentí– Si somos familia, pero no hermanos, Jasper y yo somos primos. Él es Whitlock y yo Hale, su madre es la hermana de mi padre.
–Oh…– Fue mi única respuesta.
– ¿Qué clase te toca primero Bella? Tal vez seamos compañeros– Preguntó Jasper.
–Me toca trigonometría, luego literatura, historia, luego del receso español, biología y… gimnasia– Contesté pensándome la última clase, mi tortura personal.
– ¡Pero cuanto amor por la gimnasia derrochas Bella! – La rubia rió un poco. Sin duda era perceptiva.
–Como comprobaron, soy bastante torpe– Me sonrojé ante mi desgracia.
–No te preocupes Bella, te ayudaré con eso, parece que seremos compañeros en historia y gimnasia– Sonrió.
–Gracias Jasper– Y estaba realmente agradecida, por la oferta y la bienvenida tan acogedora.
–Bueno, debemos ir a clases, te veo en el receso Bella– Dijo Rosalie.
–Y yo te veré en historia.
–Hasta luego chicos– Me despedí dirigiéndome a mi salón. Cuando entre muchos se me quedaron viendo, me sentí realmente incomoda, casi como la vez que soñé que salía de casa completamente desnuda, o la vez que mamá me dio "la charla" frente a un compañero de mi anterior instituto creyendo que éramos algo más. Un recuerdo espantoso.
– ¡Hola! Tú debes ser Isabella, soy Mike, Mike Newton – Dijo un chico rubio, con cara algo aniñada, que me veía como si viera la fuente de la eterna juventud.
–Bella– Lo corregí algo molesta. Uno no debería quedársele viendo a la gente así como si nada.
–Bueno, Bella. Si necesitas un guía, una cita o… no sé, algo más. No dudes en acudir a mí. – Me miró sugestivo, tratando descaradamente de coquetear.
–Buenos días alumnos– Saludó la Señorita Wallas entrando al salón y quitándome de encima al "galán" de Newton. Aunque como se sentaba frente a mi, nunca dejó de voltear su cabeza casi 180 grados para poder verme. Que tipo tan molesto.
Amé a la Señorita Wallas por dos razones:
Quitarme a Newton de encima.
No hacer que me presentara frente a la clase. Porque como dije, odio ser el centro de atención.
Luego de eso la clase paso sin inconvenientes, solo nos dio un aburrido discurso de lo que esperaba de los alumnos y de la forma en la cual evaluaría nuestras calificaciones. Después de todo era el primer día, no creo que hiciéramos mucho más que eso en las demás clases.
Prácticamente corrí fuera del salón cuando tocaron el cambio de hora. Me dirigí a literatura, claro no sin antes perderme por lo que llegue algo tarde. Solo esperaba que este profesor no deseara avergonzarme presentándome en frente de toda la clase. Pero claro, contando con mi genial suerte yo estaba ahora frente a la puerta viendo como una chica terminaba de presentarse. Fue raro porque creí que yo seria la única nueva este año, al parecer mi suerte no estaba dañada del todo.
–… Amo ir de compras, hacer que mi hermano Emm avergüence a Ed, hacer que Emm me acompañe de compras y cargue mis bolsas como castigo por meterse en mí recamara, hacer cambios de look a mi madre y mis amigas, ver nuevas tendencias…
¡La chica decía todo esto sin siquiera respirar! Y lo decía con tal emoción que no quedaba duda que en serio lo amaba. No comprendo como alguien tan pequeña era capaz de tener tanta energía en su aparentemente delicado cuerpo.
Era bastante bonita, un poco más baja que yo, delgada, parecía un duendecillo con facciones finas y perfectas, su cabello negro azabache largo, caía en delicados bucles hasta su cintura. Mientras seguía en su parloteo volteo a verme y me sonrió. Parecía agradable, con una sonrisa deslumbrante y unos ojos grises preciosos.
–Hemos entendido su punto Señorita, usted ¡ama las compras!– La interrumpió el Señor Berty algo fastidiado mientras la clase reía –Bien, tome su lugar en el último asiento. Ahora preséntese Señorita Swan. Sea usted bienvenida– Se hizo a un lado para que yo pasara al frente de la clase mientras la morocha danzaba a su lugar y muchas chicas la miraban con envidia. No sabría decir si por su belleza, su gracia y delicadez al caminar o por su ropa a la moda. Tal vez era por todas esas razones.
Me quede helada, no me gustaba ser el centro de atención de tantas miradas curiosas. Pero decidí tratar de no mostrar mi miedo.
–Hola, Soy Isabella Swan, aunque lo odio así que prefiero que me llamen Bella. Vengo de Phoenix y soy hija de Charlie Swan, pero eso ya deben saberlo…– Rodé mis ojos –Digo, esto es Forks y todo se sabe, no digo que sean chismosos, para nada…– Estaba empezando a desvariar y sentí mi cara arder ante la vergüenza de no poder mantener mi bocota cerrada –Pero bueno, es un pueblo bastante pequeño y sin muchas novedades, no es que yo sea la mejor de ellas pero…– Y ahora no sabia como salir de todo esto, hasta que el Señor Berty me ayudo un poco.
–También entendimos su punto Señorita Swan. Al parecer Forks no cubre sus expectativas– Dijo haciendo reír a la clase de nuevo y haciéndome a mí sonrojar aun más si es que eso era posible. -Ahora mi vida si será interesante- Pensé con sarcasmo
– ¡Oh no! Cuanto lo siento, eso no era lo que yo quería decir…
–Pase a su lugar, ya que les gusta hablar tanto, será interesante que sean compañeras de asiento– Señaló mostrándome el lugar junto a la chica que se presento antes pero que no llegué a escuchar su nombre.
– ¡Hola Bella! Me llamo Alice, es un placer conocerte –Se presentó dándome un abrazo con tanta efusividad que me costó algunos segundos corresponderle– Seremos grandes amigas ¡Ya lo veras!
–Claro Alice, estoy segura– Dije muy poco convencida.
El Señor Berty comenzó con la clase y no paso nada nuevo pues yo ya había me sabia de memoria todos los libros que leeríamos en esta clase. Cuando tocaron el cambio de hora Alice y yo salimos y nos despedimos mientras nos encaminábamos a nuestros respectivos salones.
–Nos vemos en el receso Bella. Hasta luego.
–Hasta luego Alice.
Entré al salón y el Señor Morrison ya estaba dentro, saludé a Jasper y me senté a su lado. La clase pasó aburrida pero a Jasper parecía gustarle bastante la historia. Tocaron el timbre y partimos hacia la cafetería donde Rosalie ya nos esperaba. Estuve todo el tiempo viendo hacia la puerta tratando de no perder de vista a Alice cuando entrara pero ella nunca apreció. Me parecía raro. Pudo haberle pasado algo. Sacudí mi cabeza tratando de alejar los malos pensamientos.
Luego de comer y charlar con los chicos acerca de como iba hasta ahora el día me fui a mi próxima clase. Ahí conocí a una chica muy agradable, Ángela Weber. Me senté con ella, era tan tímida como yo pero bastante amigable. Me ayudó a ubicarme mejor para que no ocurriera lo mismo de la mañana. Me acompaño hasta mi salón de biología me dijo que seríamos compañeras en gimnasia y que me esperaría para irnos juntas. Agradecí eso realmente. Esta chica me agradaba.
Aunque llegue a tiempo el Señor Molina ya estaba dentro.
–Señorita Swan, sea bienvenida. Solo queda un asiento, así que ese será su lugar– Dijo mostrándome el asiento al final del salón. Asiento en el cual estaba el chico más guapo que haya visto jamás. De tez muy pálida, delgado pero al parecer ejercitado, con el cabello de un extraño color castaño dorado despeinado pero sin verse desarreglado, lo que llamarían un despeinado casual. Éste tenía la cabeza agachada y cuando levanto la vista pude ver los más hermosos ojos que podrían existir. Unos ojos de un verde esmeralda hipnotizantes. Sus facciones eran marcadas y simétricas, una mandíbula fuerte y unos labios que invitaban a besarlos. ¡Un momento! ¿Yo pensé eso? Esto esta mal. Me sonrojé al instante al comprender que lo veía embelesada y más de la cuenta.
Camine hasta el lugar que me indicó el profesor y me senté sin darle la cara al adonis que tenía a mi lado. Hasta que una aterciopelada pero masculina voz llamo mi atención.
Bueno, aquí esta el primer capítulo. Como dije es mi primer historia, please no me envíen a Jane XD
¿ Reviews?
Nos leemos pronto.
Luciana
