Konni, les presento mi primer fic de la Dream Pair (más bien, mi primer fic de PoT). Bueno, no los interrumpo más. Espero que les guste la historia!
Esperen! Me faltó algo (siempre se me olvida pero bueno, tendré que empezar a acostumbrarme en algún momento) Prince of Tennis no me pertenece, así como tampoco me pertenecen los personajes (de ser así el nombre Kunimitsu Tezuka no les sonaría para nada y Oishi sería el mesero del restaurante de sushi de Kawamura, o uno de esos chicos incógnitas que sólo son utilizados como relleno, además de que portaría otro peinado...).
Mistery guy
Capitulo 1
"Desconocido"
Iba caminando un chico pelirrojo de unos dieciséis años por la calle, con su usual camisa blanca de mangas cortas, resaltando aún más el rojo de su cabello y su, también usual, pantalón de jean negro. En fin, caminaba mientras tenía una mano metida en uno de los bolsillos del pantalón y con la otra mano sostenía un papel, escrita en este se encontraba una dirección.
- No sé donde está esta calle... – Susurraba el chico, sin saber que, entre toda la muchedumbre que transitaba aquellas calles, había tres "personas" siguiéndolo - ¡Maldito Inui! – Gritó para luego caminar un poco más – no, no sé donde estoy parado TToTT – de repente se detuvo frente a un callejón sin salida y, casi involuntariamente, giró su cabeza, mirando aquél lugar oscuro. Se sintió atraído por esa zona y sintió como sus párpados le pesaban, cuando estaba apunto de cerrarlos por completo movió la cabeza bruscamente para despabilarse. - ¿Qué hay ahí? – susurró mientras se adentraba en el callejón, cada vez más y más adentro. Hasta que llegó a apoyar las puntas de sus dedos en la pared del final del callejón. En ese momento oyó un ruido desde atrás, entonces volteó. - ¡Quédate quieto! – Dijeron los dos hombres que, ahora, se encontraban bloqueando la salida/entrada al callejón.
El pelirrojo se quedó paralizado al ver como esos dos tipos sacaban de sus abrigos dos pistolas (una cada uno) y se le iban acercando de a poco. Pero él ya no tenía a donde ir, estaba atrapado por esas tres paredes, estaba nervioso, muy nervioso ¿quién no lo estaría en esa situación? De los nervios se cayó al piso (quedando sentado con la espalda apoyada sobre la pared) y solo fue capaz de cerrar los ojos fuertemente y tapárselos con las manos al ver a los otros con el dedo en el gatillo. Quería llorar, pero no lo iba a hacer, por una razón: se sentía protegido, sí, algo lo hacía sentirse protegido pero... ¿qué cosa? No sabría responder esa pregunta...
Aunque de algo estaba seguro: no era la primera vez que experimentaba una sensación así.
Cuando iban a jalar del gatillo algo los detuvo, de eso se dio cuenta al no escuchar ningún disparo, el pelirrojo, para saber el porqué de que todavía estuviera en ese mundo separó de apoco los dedos de sus manos, permitiéndose así, ver a través de los espacios que quedaban entre ellos.
Había un chico entre los dos hombres y él. Los tipos que estaban apunto de hacerlo pasar la barrera entre la vida y la muerte pusieron cara de disgusto al verlo, y al mismo tiempo de miedo. ¿Por la sola presencia de ese misterioso chico ya no iban a matarlo? Hermoso milagro.
- ¿Fu-Fuji? – Tartamudearon los dos delincuentes.
- Váyanse. – Dijo el desconocido con tono serio y amenazante. A lo que los otros salieron corriendo. – Eiji... – Dijo.
Eiji POV
¿Qué?, ¿sabe mi nombre?, ¿quién es este tipo? Esas preguntas y más rondaban en mi confundida mente. En ese momento él se giró. Al darme cuenta de como iba volteándose me asusté, pensando que iba a matarme o algo por el estilo, y me tapé la cara con mis brazos.
- Tranquilo, no te haré daño – Supongo que eso me dijo el extraño... no era el mismo tono de voz por lo que era difícil reconocerlo... más bien, parecía otra persona la que hablaba: el tono que usó anteriormente me dio miedo pero este tono... es dulce y amable, parecido al de una chica, aunque no tanto... Fui retirando de a poco mis brazos, hasta que pude verlo, tenía el pelo castaño claro, los ojos raramente cerrados, parecían arquitos, y sonreía sádicamente, su expresión era algo así: ^u^.
Cosa que de alguna extraña razón me daba más miedo todavía.
- ¿Q-quién eres? – Le pregunté.
- Me llamo Fuji Syusuke – Contestó igual de sonriente que hace cinco segundos y me extendió la mano. – Vamos, levántate que te ensuciarás n_n
¡Es cierto, ese lugar no estaba para nada limpio! Y no era simple tierra... más bien parecía una especie de tiza... tiza clara... y para colmo... ¡mis pantalones eran negros!
Me levanté de un salto, ignorando su mano, y empecé a sacudirme el polvo que estaría ubicado en la parte de mi trasero con ambas manos, después, doblando mi cabeza para atrás, pude ver que esa parte estaba blanca. Ese tal Fuji, solo se me quedó mirando, con la mano aún extendida ¿no entendía que no iba a tomarla?
- Demonios, ¡no sale! TT-TT – Lloriqueé.
- Hehe – lo oí reír por lo bajo ¿primero me salva y ahora se ríe de mí? Eso no me parece gracioso p.p – No te preocupes, luego lo lavas y la mancha desaparece. -
- ¡No creo que desaparezca por completo! –
- Entonces pásale lavandina así queda todo blanco y la mancha no se notará n_n – ¡No lo entiendo! Si quisiera un pantalón blanco, ¿¡para qué me compraría uno negro!?
Pero luego me acordé... el supo ni nombre ¿cómo?
- Por cierto... ¿Cómo sabes que me llamo Eiji? – Le pregunté fingiendo no interesarme, no se porque lo hice, mientras me sacudía un poco la ropa, ya que delante también había algo de esa tiza tan extraña.
- No te asustes... pero sé todo de ti – Dijo de esa forma tan natural que espanta. ¿Cómo no asustarme si ese tipo es un extraño tan desconocido que nunca había visto en mi vida y él supuestamente lo sabe todo y cada una de las cosas sobre mí y/o que tengan que ver conmigo? Hay que ser realistas... él no dijo todo eso, bah, en realidad si lo dijo... pero solo que lo resumió. ¿O será que yo hablo mucho y ese tipo es una persona de pocas palabras? Tal vez sí, tal vez no. ¿Quién sabe? Yo no...
- Creo que solo hay una cosa que no sé – Interrumpió mi, incompleta y con un excesivo uso de palabras, charla conmigo mismo. Aunque me tranquilicé bastante al oír que por lo menos había una cosa que no sabía de mí.
- ¿Podrías decirme tu edad, por favor? – Se acercó a mí, con esa cara sonriente que me ponía tan nervioso, seguramente lo hizo para que le prestara algo de atención, ya que últimamente no lo hago, ¿últimamente? Ni que lo conociera hace cinco años... ¿cinco minutos? Si, eso está más cerca. En fin, espero que no se enoje porque me esté tardando de nuevo en contestarle... pero cuando giré mi cabeza para mirarlo estaba tan cerca que me dieron ganas de pegarle una bofetada por invadir mi espacio personal... - ¿Por favor? – Repitió.
- Dieciséis, tengo dieciséis – me apresuré en decir "Genial, ahora supuestamente sí sabe todo sobre mí" pensé. Él puso una cara de sorpresa... pero sin abrir los ojos.
- ¡Cuánto creciste! – Dijo poniendo su mano en mi cabeza y alborotando mi cabello, él no tenía derecho a hacer eso... además ¡yo soy más alto!, y para colmo ¡detesto que me traten como niño!, ¡No lo soy!
Creo que vio mi cara de disgusto total ya que quitó la mano, a fin de cuentas esa era mi intención. – Lo siento, no pensé que te molestaría – Dijo para luego volver a sonreír... ¿acaso nunca paraba de sonreír o qué?
- Etto... ¿acaso somos parientes lejanos o algo por el estilo? – Pregunté rascándome la mejilla despistadamente – Pero eso no es posible ni siquiera nos parecemos... ¡no entiendo! –
- Hehe – otra vez esa risa... – no, no somos parientes n_n –
- ¿Entonces? –
- Dime, ¿qué hacías en un lugar como éste? – ¿Me parece a mí o evadió el tema?
- Yo solo buscaba una dirección... – Empecé a buscar en el bolsillo "trasero" de mi pantalón, creo que ahí había puesto el papel con la dirección, espero que no se halla caído... Oh, aquí está – Toma, tal vez la conozcas... – Dije y le entregué el papel.
Él leyó aquél papel; ahora que lo pienso... ¿¡Cómo podía ver con los ojos cerrados!? Cada vez mi pobre cerebro formulaba más preguntas por culpa de éste chico, que tipo más raro...
Me dio de regreso el papel.
- Lo siento pero esa calle no existe... – Dijo.
- ¡Eh? ¿¡Cómo que no existe!? ¡Que tú no la conozcas no significa que no exista! – Empecé mi griterío.
- Lo siento pero conozco aproximadamente todas las calles del mundo, - Interrumpió. ¿Qué se cree? – Y más aún si se trata de Japón. –
- ¡Eso es imposible! ¡Ni con cien años podrías aprenderte todas las calles del mundo! -
- Hehe, tienes razón, ni siquiera con cien años se aprenden todas las calles del mundo n_n –
- ¿¡Entonces!? ¿¡No vas a decirme que tienes más de cien años, cierto!? –
- Estás en lo cierto nuevamente, no iba a decírtelo –
- ¿Eh? –o-U - ¡No entiendo a este tipo!
Se dio vuelta y miró al cielo.
- Ya está anocheciendo y también empieza a refrescar – Dijo – Será mejor que vayas a tu casa o te enfermarás - ¿Quién se creía?, ¿Mi madre?
- Por supuesto que no me enferma... ¡AT....CHÚ! - ¡Maldición! Ese no era el mejor momento para estornudar.
Entonces siento que una tela cálida y suave toca la punta de mi nariz.
- Póntelo – Me dijo mientras me ofrecía su pulóver. Iba a rechazarlo, pero solo iba a ganarme dos o más semanas en cama.
- Gracias – Agradecí mientras aceptaba el pulóver.
Salimos de ese sucio callejón y empecé a caminar a... siendo sincero no sabía donde cuernos estaba parado. No tengo idea de cómo llegué a ese lugar... luego tendría que llamar a Inui y decirle unas cuantas cositas de las cuales tengo ganas de refregárselas en la cara por darme una dirección que, según ese Fuji, es inexistente.
Pero no estaba solo, escuchaba pasos además de los míos. Paré mi marcha y volteé. Ahí estaba, siguiéndome.
- ¿Por qué me sigues? – Le pregunté. - ¿O acaso vives para este lado? -
- Como viajo mucho no tengo una casa fija – Dijo. Lo miré sin entender – Podría vivir en cualquier lado. –
¿Ah?
- Bueno, pero eso no contesta mi pregunta – Continué - ¿Por qué me sigues? –
- Porque sé que no sabes donde estás parado –
- ¿Y tú sabes dónde estoy parado? –
- Sí. –
- ¿Dónde? –
- A dos metros de mí. –
Le puse cara de odio, tal vez no tanto de odio, pero si de molestia.
- No te enfades por favor – Dijo sin pausa. – No es mi intención que lo hagas. -
- Como digas -
Volteé hacia delante para seguir caminando, pero sentí una brisa rápida que pasó a un lado de mi cuerpo y al mismo tiempo una extraña ola de calor se posicionó en mí. Todo esto pasó en cuestión de milisegundos.
- Lo siento Eiji-kun – Escuché para después sentir unos dedos posicionarse en mi cuello y apretar una parte de éste.
Cerré mis ojos. Me había quedado dormido.
...
Continuará...
Espero que les haya gustado! Nos vemos en el próximo capi (si ustedes quieren eso, y me lo comunican por review, claro).
Besitos, se cuidan y grax por su tiempo!
Kitsu.
