Summary: Drabble. Post-manga. —No habrá sexo durante un mes.—Dijo mirándolo con malicia. — ¡¿Eh?! ¡No puedes hacer eso! ¡Eres mi mujer, es tu deber darme sexo cuando yo quiera! —Uh, oh. [Reto para RatillaFresa, en ¡Siéntate!]
Disclaimer: 犬夜叉 (Inu-Yasha) pertenece única y exclusivamente a Takahashi Rumiko.
Advertencia: Ninguna.
Bath time
—No.
—Pero InuYa…
— ¡Que no y punto!
— ¡InuYasha!—exclamó enfadada.
— ¡No lo haré, no podrás convencerme!—exclamó decidido.
— ¡Si no vas por voluntad yo misma te llevaré a rastras!—exclamó decidida Kagome, mirando con furia a su esposo.
— ¡Ja! Con lo debilucha que eres no podrás ni moverme de aquí.—dijo con arrogancia.
Kagome lo miró con malicia.
— ¡Siéntate!
¡Pum!
—Ahora sí, quítate la ropa.—dijo con voz firme.
—Keh, oblígame.—dijo cuando pudo despegar su rostro del suelo.
—Siéntate.
—No.
—Siéntate.
— ¡No!
—No te haré de comer por una semana.—amenazó.
—Keh, puedo cazar mi propia comida.—dijo con altanería.
—No te dejaré entrar a la cabaña por tres semanas.
—Dormiré en los árboles.
—No habrá sexo durante un mes.—dijo mirándolo con malicia.
— ¡¿Eh?! ¡No puedes hacer eso! ¡Eres mi mujer, es tu deber darme sexo cuando yo quiera!
Uh, oh.
— ¡¿Qué has dicho, InuYasha?!
Una corriente eléctrica recorrió al hanyô de pies a cabeza.
— ¡Siéntate! Y ahora, ¡quítate la ropa de una maldita vez!
Sin encontrar ninguna otra alternativa, el hanyô no tuvo más remedio que hacerle caso a su esposa y despojarse de sus ropas.
—Métete al río.
— ¡Keh!
Sin decir nada más, el hanyô obedeció.
Kagome, complacida, tomó los ropajes sucios y enlodados del hanyô y los puso en una cesta. Su marido había tenido una no-linda experiencia con Shippô y había quedado enlodado de pies a cabeza. Osea, el traje de ratas de fuego estaba hecho un total desastre.
Sin perder tiempo, se dispuso a lavar sus ropas en el mismo río, mientras el hanyô la miraba por el rabillo del ojo, sumergido en las aguas hasta la cabeza.
Kagome sonrió al ver su tarea terminada y, en unas ramas cercanas, tendió las mojadas ropas de su esposo.
Volteó a ver al hanyô. Este la miraba con el ceño levemente fruncido.
— ¿No piensas lavarte, InuYasha? Estás lleno de lodo. ¡Pareciera que tu cabello es café! —dijo divertida.
—Keh…—musitó de brazos cruzados, evitando su mirada.
La miko suspiró y se despojó de sus ropajes para ponerse el típico yukata de baño.
— ¿Qué haces? —preguntó mientras parpadeaba confundido. — ¿Y por qué mierda tú puedes usar un yukata y yo no?
— ¿Quieres uno?
—No.
Kagome sonrió y sacó un jabón que le había enseñado a hacer la anciana Kaede y comenzó a enjabonar el pelo del hanyô.
El hanyô entrecerró los ojos, relajado, cuando su esposa comenzó a hacer círculos en su cuero cabelludo.
—Ten. —le pasó el jabón. —Límpiate. —le dijo con voz dulce.
Él no replicó y se dispuso a pasarse el jabón por los brazos y el pecho.
— ¿Ves que está mucho mejor? —le dijo Kagome con dulzura, mientras enjuagaba el cabello de su esposo.
—Keh.
Ella solo rió y le dio un beso en la mejilla.
—Te quiero, tonto.
犬夜叉
N/A: ¡Hola, hola! Espero que te haya gustado, Fresita-chan. (No sé porqué se me hacen románticas estas peleas XD)
Tsuki.
