-…inuyasha y kagome no son hermanos, sin embargo, el hecho de que hayan estado viviendo juntos desde hace 3 años ha creado un vínculo fraternal entre ellos – explicó la señora Higurashi, quien se encontraba sosteniendo una diplomática conversación con el señor Taisho, dueño de una de las empresas más grandes de la ciudad; la Sra. Higurashi perteneciente a una de las más ancestrales familias de la tradición política en el país –recuerde que ellos son solo niños…
-señorita Higurashi por favor le pido que no piense así… ¡no será que usted está dudando de la unión de nuestras familias!? – pregunto preocupado el Sr. taisho. Quien Interesado en el mundo de la política, había decidido que su segundo hijo contrajera matrimonio con la hija de la importante familia Higurashi.
-Señor Taisho, por favor entienda que estoy en total desacuerdo con este tipo de compromisos, me parece una abominación tomar decisiones sobre quien será el futuro esposo de mi hija cuando ella apenas tiene 11 años – respondió firme la madre – en cuanto para mi interés personal, es muy importante, ya son claras las razones, el poder consumar la unión de las familias. Sin embargo debemos esperar a que nuestros hijos sean lo suficientemente maduros como para tomar esa decisión, le recuerdo que esa fue la razón por la cual decidimos que kagome e inuyasha vivieran juntos desde tan temprana edad, esperando que naciera algún tipo afecto desde sus infantes mentes. Pero debo decirle con sinceridad, aquello solo ha logrado unir a dos pequeños como integrantes de una misma familia, dudo que puedan verse como un hombre y una mujer.
-mmm…entiendo lo que me quiere decir, pero tal vez podamos contribuir en algo para que aquello no siga sucediendo, no le parece? – Dijo comprensivamente el entusiasmado padre- estoy de acuerdo con que no debimos haberlos puesto a vivir juntos desde pequeños… pero podemos remediarlo de algún modo, tal vez yo podría hablar con inuyasha, el está en la edad donde empieza a volverse un hombrecito y es bueno que vaya entendiendo ciertas cosas…
-Señor taisho! Inuyasha es aun un niño, al igual que kagome, no es conveniente que les hable de temas que ellos no van a entender - suspiró ante la desalmada forma en que aquel padre quería disponer de los sentimientos de su hijo, ella no permitiría que eso pasara con Aome ¡eso no lo permitiría! - Sr. Taisho hemos cometido tantos errores si usted los viera ¡son como hermanos!
-tal vez entonces debamos…separarlos por un tiempo, hasta su adolescencia tal vez en esta etapa el amor florezca más fácilmente…-propuso el hombre.
- si deberíamos separarlos por ahora…- dijo la Sra. Higurashi quien se sentía mal por abusar de la inocencia de su hija, Aome ni siquiera había preguntado sobre el porqué inuyasha vive en la casa y por mucho que el señor Taisho tratara de forzar las cosas, para la Sra. Higurashi el amor era algo indispensable y espontaneo– señor Taisho, me parece una buena idea la que usted indica, presentaremos de nuevo a inuyasha y Aome dentro de 3 años, esta vez les diremos toda la verdad y escucharemos lo que ellos tienen que decir al respecto.
-Si…si..claro – dijo nervioso el señor Taisho teniendo un mal presentimiento acerca de ello…
_._._._
- ¿Aome, a donde fue tu madre? – pregunto desde la puerta de la habitación el niño de 12 años llamado inuyasha quien hacía 3 años vivía en la casa Higurashi.
- Tenía algo importante que hablar con tu padre, eso fue lo que dijo antes de irse de casa – respondió kagome con una voz perezosa y cansada debido a que había estado haciendo los deberes escolares – …que mala suerte… – dijo entre bostezos – justo hoy había prometido llevarnos al parque central.
Inuyasha entro a la habitación observo a la chica ocupada en su escritorio con los libros de la escuela y se sentó en la cama.
- Con mi padre dices!? Porque no me llevo? Hace mucho no lo veo – a inuyasha también se le notaba aburrido y algo inquieto.
- Inuyasha! Debes entender que los adultos tienen asuntos importantes, no pueden estar pendientes de nosotros todo el tiempo – dijo Aome dejando los libros a un lado para prestar atención al visitante.
- …mmm…si tu lo dices – dijo inuyasha dándole la razón.
Los dos chicos miraron hacia el techo por algunos minutos… después Inuyasha menciono:
- Aome… - vacilo un poco – ¿quieres ir al sótano? – pregunto Inuyasha tratando de mirar hacia otro lado.
- …no lo sé…- dijo la niña algo nerviosa, sintiéndose tentada por la propuesta – creo que es mejor que siga haciendo mis deberes, ya casi termino.
- ¿Por qué no? – pregunta inuyasha, tratando de convencerla.
Aome nunca fue buena para decir mentiras u ocultar secretos su conciencia era muy fuerte y terminaba por delatarla, por eso evitaba a toda costa aquellas situaciones que podían involucrarla en problemas incómodos sin embargo este es el momento en que no sabe cómo llego a involucrarse con inuyasha en algunas situaciones que le eran muy difíciles de mencionar.
-inuyasha ¿has pensado en que aquello podría estar mal?- dijo la niña.
- de que hablas? –
-de lo que hacemos…ya sabes…en el sótano.-explico la niña difícilmente
-mal, porque lo dices? – pregunto inuyasha extrañado
- dime una cosa, se lo has contado a alguien? – pregunto Aome tratanto de verificar su teoría.
- creo que no, tu lo has hecho? – dijo incrédulo
- yo tampoco, eso quiere decir que estamos ocultando algo y cuando las personas ocultan cosas, es porque han hecho algo malo – explico Aome.
-ah! Aome que tratas de hacer!? – dijo el chico confundido – esta vez creo que estas equivocada! – dijo el chico sin entender ya que para el aquello no le parecía algo malo…todo lo contrario…
- quieres que te lo pruebe!? – retó al chico
-como podrías hacerlo?-
-pues mira, mi madre no está en casa… estamos solos –dijo acercándose al lugar donde estaba inuyasha –
- eso… ya lo… había… notado… – balbuceo inuyasha. Algo nervioso al notar la forma en que Aome empezaba a acercarse a sus oídos.
- entonces no necesitamos ir al sótano…podemos quedarnos aquí o ir a donde queramos…porque lo que hacemos cuando esta mi madre es ocultarnos- dijo Aome empezandoa juntar sus labios con la piel de inuyasha.
- Aome…que…me...quieres decir…- dijo el chico sintiendo como los labios de Aome rosaban su cuello y sus oídos provocándole unas cosquillas muy agradables.
Inuyasha tomo la mano de apoyo de la niña haciendo que esta cayera recostada sobre la cama, se acerco un poco a su cara y empezó a rozar sus labios en la mejilla de la chica mientras su mano sujetaba su cintura.
-Lo ves …inuyasha…es algo...que …no deberíamos …hacer- dijo la chica empezando a perder la concentración ya que inuyasha movió su mano hacia su abdomen empezando a acariciarlo.
-tengo algo nuevo que mostrarte! – dijo el chico aproximándose con sus labios a los de la chica.
-?-
No paso mucho tiempo para que los labios de inuyasha empezaran a acariciar los de ella, saco un poco su lengua y saboreo sus labios introduciéndose suavemente. Kagome sintió aquello como una corriente eléctrica en su abdomen, su corazón empezó a acelerar…inuyasha seguía haciendo movimientos suaves en sus labios mientras su mano sujetaba su cintura fuertemente.
Inuyasha disfrutaba inmensamente la sensación que le provocaba besar los labios de la chica, sabia cual era el significado de aquella acción pero no estaba muy seguro de entenderlo lo único de lo cual estaba seguro era que cuando miroku, su amigo del colegio le había contado sobre lo que era besar a una chica de inmediato pensó en Aome y aunque le había sido muy difícil tomar la decisión de hacerlo ahora los dos se estaban besando…y de qué manera.
Sin embargo Inuyasha se preguntaba algo ¿sabría Aome lo que él? ¿Sabría que la estaba besando? Sin poder pensar muy bien debido a las fuertes emociones que sentía trató de preguntarle.
-aome…te gusta? - dijo el chico separándose un poco.
-si…- dijo la chica con una voz anestesiada que no quería detenerse. Aome no lograba controlarse ante las sensaciones que le provocaba el contacto con inuyasha, desde que un día en aquel sótano de la casa habían descubierto cuan divertido podía llegar a ser el contacto de sus manos con ciertas partes del cuerpo kagome e inuyasha aprovechaban cada oportunidad aunque después de lo sucedido tuvieran un fuerte sentimiento de vergüenza. Sin embargo aquello que inuyasha hacia ahora era diferente el unir sus labios y su lengua era algo nuevo y delicioso, no sabía inuyasha de donde había aprendido aquello pero el siempre la sorprendía.
Los dos se sintieron anestesiados, continuaron así durante mucho tiempo, Aome empezó a sentir como las manos de inuyasha se metían dentro de su blusa y acariciaban su vientre, como varias veces antes lo hacía para acariciar más su piel. Aome quiso imitarlo entrometiendo sus manos en la camisa, sin embargo aquello causo más emoción de lo que debía en el cuerpo de inuyasha que empezaba a reaccionar ante las caricias combinadas con aquel beso.
De pronto una voz se elevo desde la sala
-chicos ya llegue, tengo una sorpresa para inuyasha…!- grito la madre de Aome quien acababa de llegar.
Los dos se separaron lo más rápido que pudieron, Aome acomodo su blusa y en cuestión de segundos estaba parada en la puerta, sin embargo observo como inuyasha seguía sentado.
-inu debemos ir – dijo Aome
- no puedo hacerlo… – dijo con timidez inuyasha
Aome recordó aquel pequeño problema que solía ocurrirle a inuyasha debajo de sus pantalones, ella ya había pensado en que aquello los delataría algún día ya que aquella parte del cuerpo de inuyasha solo era notoria cuando se encontraban precisamente en aquellos momentos en el sótano y hoy en su habitación.
-ve tú, dile que fui al baño- dijo inuyasha escondiéndose debajo de la cama
-chicos donde están…
-ve! Rápido!- susurro el chico
-si!- asintió con la cabeza.
Pronto llego al corredor de la sala, saludo a su madre y observo la figura masculina al lado de ella, lo reconocía perfectamente era el padre de inuyasha.
-hola mama, señor taisho bienvenido – dijo atentamente Aome
-hola linda Aome, y donde esta inuyasha? su padre ha venido a visitarlo – pregunto la madre
- inu...Inuyasha... Entro al baño, no demora- sonrió nerviosa Aome
La madre noto el extraño tono, pero no presto mucha atención.
-señor taisho tome asiento, quiere algo de beber- dijo la Sra. Higurashi.
-muchas gracias, tan solo me gustaría algo de agua, tengo mucha sed- dijo el señor
-con mucho gusto, kagome por favor tráele un vaso de agua al señor taisho-
-sí, enseguida –
Kagome se marcho por el pedido, mientras su madre tomó asiento frente al visitante.
-me sorprende que no tenga servidumbre Srta. higurashi – exclamó el Sr. Taisho
-desde que mi esposo murió envenenado, desconfió mucho de cualquier tipo de sirviente- explicó
La Sra. Higurashi y su hija habían estado solas desde la muerte del padre y esposo que las abandono a causa de una trágica muerte, un misterioso envenenamiento que lleva siendo ignorado por las autoridades más de 6 años.
-lo siento mucho- dijo con un tono de voz honorable
-no se preocupe, fue hace mucho- respondió la madre.
Mientras tanto Inuyasha se acerca a la sala encontrándose con la sorpresa antes mencionada.
-padre!- dijo inuyasha corriendo a sus brazos
-hijo! Pero mira que grande y fornido estas! Al parecer la Srta. Higurashi te ha alimentado muy bien – dijo abrazando al chico.
-padre! Porque no habías venido?- pregunto inuyasha
-he querido hacerlo, pero tengo muchas ocupaciones, espero que hayas recibido mis regalos- dijo el contento padre.
-si, muchas gracias –dijo sentándose al lado.
Aome llegó con la bebida para el señor entregándosela en sus manos.
-muchas gracias pequeña- dijo el hombre
-inuyasha – prosiguió- he venido a darte esplendidas noticias-
-de que se trata? - pregunto entusiasmado el chico
-volverás a vivir con tu familia, seshomaru y yo te hemos extrañado mucho- dijo el padre.
Inuyasha sintió como una piedra caía en su estomago desgarrándole las entrañas, es cierto que extrañaba a su padre, pero su vida en aquella casa era un agradable sueño que no pensó que abandonaría tan pronto, la madre de Aome era una mujer muy cariñosa y pendiente, siempre los llevaba a pasear a diferentes lugares y jugaba con ellos, preparaba una comida deliciosa y realizaba recetas únicas de postres magníficos los sábados y domingos, les ayudaba con las tareas en los días de escuela haciendo que los temas de matemáticas fueran pan comido; en cambio su hogar era una constante lucha con su hermano seshomaru, la casa estaba ocupada por un millón de sirvientes extraños que se paseaban por las habitaciones y les daban ordenes mandados por su padre mientras el pasaba todo el día ocupado en su estudio o en viajes por algún asunto de trabajo; sin embargo lo que en verdad le llenaba de desespero era Aome, apuesto que su padre no podía ni imaginarse que en lo único que pensaba día y noche hace tres años era en ella y en aquellos maravillosos momentos que pasaban juntos, no quería irse, definitivamente no quería hacerlo!
-pero...Padre estas seguro?...digo yo también estoy muy ansioso por volver, sin embargo tu me habías contado sobre algunos planes que tenias con migo, sobre el estudio en el instituto de esta ciudad.
-haa si claro!, los planes de estudio!- el padre recordó aquella falsa explicación que le dio a su hijo sobre él porque se iba a vivir a otra ciudad.-ahora será más difícil decirle la verdad –pensó el padre
-si eso papa! He mejorado mis calificaciones, tal vez deberíamos esperar un poco mas- dijo con entusiasmo inuyasha.
-no te preocupes hijo los planes siguen en marcha, solo se detendrán por ahora, dentro de unos años continuaremos- dijo el padre notando la mirada enfurecida de la madre de Aome a quien nunca le gusto esa cruel mentira que se le dijo a inuyasha.
– señor taisho, el año escolar de los chicos termina en un mes, porque no esperamos a que terminen el colegio para que así inuyasha empiece un nuevo grado en la otra institución- propuso la madre de kagome notando la cara entristecida de su hija en el momento en que el señor taisho comunico la noticia.
-me parece razonable, qué opinas hijo? deseas eso o quieres volver a casa hoy mismo?-
-No! …te preocupes por mi padre, yo esperare pacientemente –dijo inuyasha tratando de disimular sus intenciones – es lo mejor- añadió
-muy bien, entonces así será.- dijo el señor poniendose de pie -debo regresar a realizar muchas diligencias y preparar el regreso de mi hijo- dijo mirándolo tiernamente.
-chicos despidance del señor taisho- dijo la Sra. higurashi.
inuyasha y aome se despiden del padre de inuyasha y regresan al cuarto en total desconcierto, mientras tanto la madre de aome acompaña a su invitado a la puerta, y antes de irse él menciona
-sabes q hago esto, porque necesito tu apoyo oficial naomi, sin ti mi lucha esta vencida-
-eres un hombre de bien inuno taisho, esa es una fuerza que debemos aprovechar y todo fluirá.- repone Naomi, Inuno Taisho asiente y se aleja del hogar con un paso firme y constante hasta su coche. se despide a lo lejos y se marcha.
Durante la cena hubo un silencio casi sepulcral en la mesa, aome e inuyasha se notaban bastante abatidos y la madre de aome pudo notarlo de inmediato
-mis chicos- dijo la sra. higurashi- entiendo q los lazos de amistad que han formado durante estos años son muy fuertes, pero creanme que estaran felices de volverse a ver en el futuro - dijo mientras recogia de la mesa el último plato vacío.
Aome e inuyasha poco entendieron su mensaje pero asintieron con sus cabezas en símbolo de aceptación, la madre dejo que los chicos se entretuvieran mientras ella hacia las camas de cada uno.
La Sra. Higurashi odiaba la responsabilidad que caía sobre su pequeña hija, ella sabía que cuando su Aome creciera tendría que explicarle todo lo que había sucedido en estos años, el porqué de la muerte de su padre, el por qué nunca podía visitar a su abuelo ni a la familia, y el por qué debían vivir aisladas de toda civilización para poder sobrevivir ante aquella era de crueldad, era una situación muy delicada cuyas decisiones afectarían la vida de muchos. Sabía que su hija debía sacrificarse, debía casarse con el hijo del señor Taisho y hacer lo que fuese necesario en la lucha que se aproximaba, hubiese querido que su hija tuviera una vida normal o simplemente una vida que ella pudiera elegir.
- Adelante pasen a sus respectivos cuartos - dijo la madre de Aome acompañándolos a dormir.
