Era un día realmente caluroso, a mediados de junio y, el estar perdidos, no ayudaba mucho.

Brock se encontraba buscando la posición donde se encontraban en el mapa; Ash estaba secándose el sudor de su frente; Max intentaba hacer funcionar su Pokénav, mas este estaba bloqueado y, Aura, se encontraba sentada en el suelo.

-Chicos…en serio…no puedo más…

-¡Arriba! ¿Crees que nosotros nos lo estamos pasando de pipa, o qué?-respondió Max.

-¡Oye, que es en serio!-dijo, enojada-. Brock… ¿cuánto queda?

-Puees…-le cayó una gotita anime.

-¡Nooooooooooooooooooooooooooo!-exclamó Aura, en tono dramático.

-Tranquila, a lo mejor por aquí cerca hay un oasis…

-¿Un oasis? ¿Dónde? ¿¡Dónde!?-preguntó, cada vez volviéndose más loca.

-El sol te está sentando mal, ¿eh?-bromeó Ash.

-Pika.-rió Pikachu.

-¡Mira! ¡Allí!-chilló la castaña-. ¡Es un oasis!-corrió con todas sus fuerzas.

-¡Aura! ¡Eso es sólo un espejismo!-comentó Max, un poco avergonzado por la actitud que tomaba su hermana mayor.

-¿Un espejismo? ¡Imposible!-dijo-. ¿Ves? Esto es agua-fue a tragar-. ¡Puaj! ¡Es arena!

A los tres jóvenes les cayó una gotita estilo anime.

Pasaron las horas, pero seguían sin dar con la escapatoria de aquel laberinto de dunas.

-¡Aura! ¡No te alejes demasiado!

-¡No te oigo, Max! ¡Estoy demasiado lejos!-exclamó, agitando los brazos para que la vieran.

-Agh…

-Oigan, chicos.-avisó Brock, con cara seria.

-¿Qué ocurre?

-En esta guía dice que en este desierto suele haber muchas tormentas de arena, así que creo que será mejor intentar montar una caseta estable y bastante fuerte.

-¡Aura! ¿Has oído?

-¿Qué?-dijo, a lo lejos.

-¡Suelen haber muchas tormentas de arena!-gritó, mientras Ash ayudaba a Brock con la "cabaña".

-¿¡Qué!?

-¡Que puede haber muchas…!-se calló de repente, ya que vio avecinarse un increíble vendaval arenoso, rápidamente-. ¡Aura! ¡Sal de ahí!-gritó, desesperado.

-¿Qué salga de…?-se giró- ¡Madre mía!-empezó a correr de un lado a otro.

-¡Aura!

La coordinadora intentó ir en dirección a sus amigos, mas no llegaría a tiempo, ya que la tormenta pasaría mucho más rápido.

-¿Qué hagooooooooo?-preguntó, desesperada, con el vendaval justo detrás.

-¡Aura!-escuchó gritar a su hermano, para después desfallecer.

….

La joven se hallaba tumbada en el suelo, con la mitad de su cuerpo cubierto de arena, y con un leve golpe en el tobillo.

Después de unos minutos, logró abrir los párpados, e intentó levantarse.

-¿Qué…? ¿Dónde…? –ojeó su alrededor-. ¡Chicos! ¿Dónde estáis?-pero no obtuvo respuesta alguna.

A la castaña sólo le quedó la opción de buscarlos o encontrar la salida, aunque ninguno de los dos pudo conseguir.

Ya habían pasado más de dos horas, y Aura se encontraba en las últimas de sus pocas fuerzas.

-Max…Ash…Brock… ¿Dónde…?-se tumbó en la arena-. Chicos…siento no haberos hecho caso…-le cayó una lágrima.

Justo antes de quedar insconciente, distinguió una mancha negra, morada y azul, que se acercaba.

Fue entonces cuando se le nubló la vista.

-¿Dónde estoy…?-se preguntó, esforzándose para abrir los ojos.

-No te sobre esfuerces.-le contestó una voz masculina.

-Pero…tengo que encontrar a mis amigos y… ¿quién eres?

-¿Tú siempre haces tantas preguntas?

-¡Sólo quiero saber dónde estamos! ¿Tan difícil es eso?-exclamó, enojada, aún sin abrir los ojos.

-Estamos en la salida del desierto, ¿ahora estás mejor?

-¡Sí!

Aura sintió cómo le colocaba un paño frío en la frente, y no pudo evitar soltar un pequeño chillido.

-¡Ay! ¡Está helada!

-Si quieres recuperarte, será mejor ponértelo-suspiró-. ¿Siempre eres así de quejica?

-¡No! Solamente no quiero tener esto en la cabeza.

-¿Quieres recuperarte o no? Cuando te encontré, no estabas muy lejos de aquí y te desmayaste porque te dio una insolación. No iba a dejarte allí a tu suerte.

-Oh…-se calló.

Aura se quedó dormida, mientras el misterioso chico le tocaba la frente de vez en cuando, comprobando si aún tenía fiebre.

El tiempo pasaba, y Aura pudo reconocer las voces que la llamaban, y pegó un salto.

-¿Max? ¿Ash? ¿Brock?-los vio, corriendo hacia ella, contentos.

-¡Aura!-exclamó su hermano, con lágrimas en los ojos, mientras la abrazaba-. Pensé…pensé que te había pasado algo…

-Tranquilo, Max. Estoy aquí…-lo tranquilizó, correspondiendo el abrazo.

-¿Cómo saliste del desierto?-preguntó Ash, algo confundido.

-En realidad, agradecerle a él, quien me recogió y me trajo hasta aquí. Si no hubiera sido por él, ahora mismo no estaría aquí.-respondió, alegre.

-Aura, ¿de quién estás hablando?

-Sí, aquí no hay nadie.

-¿Qué?-se volteó y empezó a ojear todos los lados-. ¿Cómo? ¡Él…! ¡Hace poco estaba hablando con él! ¿A dónde se fue?

-Aura, respira.-le aconsejó Brock, al verla tan angustiada.

-¡Pero…!

-Brock tiene razón, debes relajarte-dijo su hermano pequeño-. Seguramente lo que viste fue un espejismo y tú te desmayaste aquí, lo que pasó fue que no reconociste el lugar ya que te desmayaste.

-¡No! ¡Imposible!-gritó-. ¡Él me salvó la vida!-se le asomaron algunas lágrimas-. Ni siquiera…Ni siquiera pude decirle…-lo vio.

-¿Qué miras Aura?

Aura no contestó. Se quedó mirando a aquel joven. El joven peli verde que la había salvado, y que ahora mismo se despedía de ella alzando la mano mientras se alejaba, como acostumbraba a hacer.

-…gracias…-susurró, con más lágrimas en los ojos que antes, pero con la diferencia que eran de felicidad.

Puede que Aura no lograra decirle "gracias" y que tampoco pudiera despedirse de él como es debido, pero sí sabía dos cosas:

Que no había sido un espejismo y…que él la había salvado.

FIN

¿Qué les pareció? ^^ espero que les gustara :3 se me ocurrió así xD y es mi primer One-shot, así que espero que comenten ^^¡ contestaré a todos!