Un tratamiento especial.

El médico revisó la carpeta metálica que se encontraba al pie de la cama y frunció el ceño, apenas lo suficiente para manifestar su incomodidad.

- ¿Quién me va a presentar a este paciente?.- preguntó al grupo que lo acompañaba.

- Masculino de veintitrés años.- respondió una joven doctora.- Con fractura del hueso malar izquierdo, sin más complicaciones. Está en espera de valoración por el traumatólogo para comenzar tratamiento. Tiene indicada dieta blanda y analgésicos por vía intramuscular para el dolor.

El séquito se apresuró a hacer anotaciones en sus respectivas carpetas mientras el médico jefe ponía atención a las indicaciones que dictaba la doctora. El paciente, con sólo un ojo descubierto, los miró uno por uno y se detuvo en la médica que había hablado, la única mujer del grupo y también la única extranjera; ella lo miró brevemente, de forma fría e impersonal.

- Ah, así que usted es Genzo Wakabayashi.- dijo el galeno, levemente asombrado.- Ya me habían hablado sobre usted. ¿Tiene dolor?

- No, doctor.- respondió Genzo.

- Muy bien.- asintió el médico.- El traumatólogo vendrá más tarde. Se queda con las mismas indicaciones.

Los demás asintieron y salieron detrás del médico jefe, quien ya se había marchado de la habitación. La doctora garrapateó algo en la carpeta antes de colgarla en su sitio y se fue sin mirar a Wakabayashi, quien se había quedado viendo fijamente al techo. Una hora después, tras la visita del traumatólogo, la doctora extranjera regresó con una actitud diferente; en esta ocasión, Genzo esbozó una sonrisa al verla, a pesar del dolor que esto le causaba.

- Pensé que ya no regresarías, doctora Del Valle.- señaló él, en voz baja.

- Me tardé porque el doctor Hashimoto se puso muy quisquilloso con algunos pacientes.- respondió la joven, quitándose la bata y soltándose el cabello.- Lamento haber actuado tan fría hace un rato, no quería que alguien sospechara.

- Tendrás que recompensármelo.- Genzo la recibió en sus brazos y la besó.

- Tengo un par de ideas para hacerlo.- contestó Lily.- ¿Alguna vez lo has hecho en un hospital?

- No.- Genzo sonrió maliciosamente y se acomodó en la cama.- Pero siempre hay una primera vez, Yuri.

Con cuidado para no lastimarlo, Lily se recostó sobre él y comenzó a besarlo; Genzo la atrajo contra su cuerpo y se dijo que, si iban a darle ese tipo de tratamiento, sin duda que iba a recuperarse muy pronto.

Fin.