El momento esperado
Un día como cualquier otro en la ciudad de Tokio, se encontraba una joven rubia de mejillas carmesí y ojos de color azul tan profundos como el mar, que hacían ahogar al misterioso pelinegro en ellos. Aquel pelinegro que se perdía en los ojos de la rubia, hacia que más de una perdiera su aliento estando en el mismo lugar o a unos cuantos metros, sus ojos llenos de misterios cautivaban a cualquier chica pero menos a la que quería, sus pensamientos solo estaba ella, quien robaba sus suspiros era ella, pero no era suficiente capaz para acercarse a ella, y hacer realidad ese momento tan esperado
Sabes no pido nada más que estar entre tus brazos y huir de todo el mal que ha todo he renunciado por estar junto a ti.
- Darien que haces?- pregunto serena mientras veía que su mirada está perdida en vacio
- Nada serena – contesto mientras pensaba si ese era su momento esperado
- Darien me preguntaba si querías ir conmigo a la bahía en la tarde – pregunto la rubia con un poco mas intensificado el color de sus mejillas
- Sorprendido el pelinegro y muy pensativo… respondió con un si algo confundido
- Bien – respondió la rubia, dueña de sus pensamientos y despidiéndose de manera rápida y algo nerviosa
En la mente de pelinegro solo pasaba aquel momento que había soñado, y solo contaba los minutos para verla y tenerla entre sus brazos.
¨Sabes no dejo de pensar que estoy enamorado te quiero confesar que solo soy un esclavo que no se vivir sin ti¨
Darien llegando al encuentro se detiene por un momento pensando, por fin llego el momento que tanto esperaba, el momento esperado. Allí estaba ella sentada a orillas del mar, mientras que el sol tocaba su piel haciendo que se iluminar como el tesoro de los piratas, sabía que lo esperaba, ella ya sabía lo que pasaba en el, cuando llega a donde esta ella solo la miro, ella se levanto, lo miro fijamente a sus ojos tan oscuros como la noche, y noto un brillo que cautivaba los ojos de ella también, sustuvo su mirada por un momento ambos sabían que pasaban por su mente sabían lo que querían, el pelinegro se armo de valor la agarro por la cintura pegándola a su cuerpo y sin nada que decir unió sus labios a los de ella, era como se lo imaginaba sus labios tenían un sabor único, lo mismo pensó ella, solos en la bahía decidieron expresar lo que sentían mutuamente los dos enamorados empervernidos.
Cuando llegaste tú te metiste en mi ser, encendiste la luz me llenaste de fe tanto tiempo busque pero al fin te encontré tan perfecta como te imagine
Sus besos tiernos, se intensificaron volviéndose apasionados, y la levanto y la llevo a un lugar más escondido, donde solo los alumbra el ultimo rayo del día, la rubia temblando de nervio, solo podía calmarse besando con más pasión los labios del pelinegro, cuando de pronto entre los besos serena escucha la frase que tanto esperaba oír del chico que ella amaba dueño de sus pensamientos, su corazón se detuvo, y solo volvió a la vida cuando le dijo que también lo amaba, la ropa de ella solo era un estorbo para el apasionado pelinegro, despacio y con delicadeza fue despojándola de cada una de sus prendas, cada espacio que quedaba descubierto fue devorado por los labios del pelinegro, ella lo sorprendió tomando el control de la situación, el pelinegro sin palabras solo dejo que lo guiara a conocer cada parte de su cuerpo fundiéndose uno con el otro, volviéndose una sola masa en el espacio hasta llegar al éxtasis que lo hizo llevar la rubia, sofocados, cansados, de tan apasionado momento que acaba de terminar solo se quedaron ahí mirando las estrellas unidos, el momento esperado, ya era el inicio de su historia.
Como aguja en un pajar te busque sin cesar como huella en el mar tan difícil de hallar tanto tiempo te busque pero al fin te encontré tan perfecta como te imagine… sabes no pido nada más que estar entre tus brazos
