Prólogo

-Ferb, ¿Sabes que deberíamos hacer hoy?,- Dijo Phineas mirando tranquilamente a su hermano. Éste despegó su vista del libro que iba leyendo y lo miró fijamente. Después de un rato, Ferb sacó un plano del bolsillo de su pantalón y se lo entregó a Phineas.

-Hoy confirmé que puedes leer la mente- Phineas bromeó, dibujando en su cara una expresión de terror, luego empezó a abrir el plano- Veamos que tenemos aquí,- No alcanzó a terminar de leer cuando llegó alguien.
Más bien dos personas.

-Hola chicos, ¿qué están haciendo?- Baljeet solía decir esa frase en los momentos en que ella no estaba.

-Estamos a punto de construir una máquina que dependiendo de lo que estas pensando canta una canción - Phineas se sentía realmente emocionado con la máquina que iban a construir.

-Genial, ¿Podemos ayudar? – Ferb respondió levantando el pulgar en forma de afirmación.

-No es que quiera ayudar, pero me gustaría saber que canción saldría de mi mente.- Buford intentó ocultar su emoción… lamentablemente no lo logró.

-¡PHINEAS!

Candace abrió rápidamente la puerta y salió corriendo hacia Phineas. Le dijo que ella estaba a cargo pues sus padres irían juntos a una convención de artilugios. Todos la escuchaban atentamente y esperaban a que se calmara. Finalmente les preguntó qué era lo que planeaban a lo que Phineas nuevamente explicó.

-Muy bien, pero cuando mi mamá vea lo que están haciendo, les irá mal, muy muy muy muy ¡mal! Luego se fue corriendo mientras se reía frenéticamente.

De repente frenó en seco, giró y le habló a Phineas desinteresadamente.

-¿Por qué no se encuentra ella aquí?, pensé que estaría aquí después de que charlaste con ella ayer.

-Ehh… sí, bueno, hoy salió con su novio, - Phineas nombró las últimas palabras con desgano, finalmente su optimismo volvió,- Pero me prometió que volvería después de almuerzo, y ella siempre cumple una promesa.

-Bueno si tú dices eso.- Finalmente Candace dio media vuelta y se dirigió a la puerta, mientras caminaba cogió su celular y empezó a marcar números.

-Así que va a venir ¿no?- Buford uso un tono de voz entre sarcástico y molesto- No deberías emocionarte mucho.

-Una promesa es una promesa, y ella si las cumple.- Fue todo lo que dijo Ferb mientras que empezaban a construir.

Después de almorzar habían finalmente terminado la máquina.
Era una caja metálica, de varios colores, conectada a unos audífonos y a unos parlantes. La idea era colocarse los audífonos, mientras que la máquina procesaba el pensamiento y al final la canción sonaba por los parlantes.
El primero en probárselo fue Baljeet, al ponerse los audífonos, no tardo ni más que cinco segundos para que saliera una canción… Nadie podía reconocer la canción, pues decía varias palabras incoherentes.

-Sabes, ahora mismo no quiero saber lo que tienes en tu cabeza.- Buford solo le quito los audífonos y los posicionó en su cabeza

Rosa salvaje soy yo

Rosa salvaje

Tengo triste el corazón

Cada mañana pido a la virgen

Que él me ame

Como lo amo yo

Todos miraron a Buford, atónitos.

-Creo que me acabo de dar cuenta que debería ver menos telenovelas con mi mamá, pero les recomiendo que la vean, es bastante buena.- Buford se sacaba los audífonos, mientras intentaba salir de esa embarazosa situación.
Ferb cogió los audífonos y los puso en su cabeza, también inmediatamente comenzó a sonar la canción.

You say that love is everything
and what we need the most of
I wish you knew, that's just how true
My love was

No words of my love

-Solo digo que esa canción me encanta.- Fue lo único que dijo Ferb mientras que el se sacaba los audífonos y se los entregaba a Phineas. Él, con sumo cuidado iba a posicionar los audífonos en su cabeza cuando oyó el sonido de una motocicleta. Todos giraron su cabeza hacia la puerta del patio.
De ella entró una muchacha, de un oscuro cabello y de tez pálida.
Llevaba una blusa de color turquesa con algunos lunares y una linda falda de color pastel. Movía sus piernas con delicadeza pero tambaleaba un poco, por lo que deducíamos que estaba mareada.
Su cabello estaba atado en una media cola, dejando unos mechones rebeldes tapar parte de su rostro.

Lentamente se acercó a los chicos, les sonrió y Phineas sin darse cuenta dejo caer los audífonos en su cabeza.
Empezó a sonar una canción.

-Hola chicos, ¿Qué están haciendo?

I'm in love I'm in love
Do you hear me
Was so scared not prepared
But it just hit me
Glad it's us now I'm good
I'm so in love
I'm so in love I'm so in …

-¡ISABELLA!- Gritaron los chicos y fueron corriendo hacia ella. Se lanzaron encima y todos cayeron al suelo. Phineas llevó consigo arrastrando la máquina, ya que seguía con los audífonos puestos.

-¡Hey! Que me lastiman- Isabella no lograba pronunciar bien esas palabras, eran una combinación entre reproche y risa. Todos lograron sentarse en el suelo y comenzaron a reír a carcajadas. Parecían días desde que no la habían visto

Isabella se levantó y ayudó a los demás a levantarse también, justo cuando iba a levantar a Phineas, lograron ver que en la puerta se encontraba otra persona más.
Llevaba una chaqueta negra, que combinaba perfectamente con sus pantalones. Su pelo largo, color castaño, llegaba a sus hombros y terminaban en unos perfectos risos.
Se apoyo en la puerta y se quitó los lentes oscuros, dejando al descubierto unos hermosos ojos verdes.

-Entonces les dejo a Izzie sana y salva, como lo prometí,- Se acercó lentamente a Isabella y le beso los labios. Fue solo un roce, un pequeño toque, pero que logró en todos una sensación de incomodidad.
Inmediatamente una canción comenzó a sonar…

Jealousy
Look at me now
Jealousy
You got me somehow
You gave no warning
Took me by surprise
Jealousy…