Hacía mucho calor.

Se había acabado el sake.

Y, para ponerle la cereza al postre, Watanuki no paraba de quejarse sobre Doumeki mientras realizaba sus tareas diarias. Que Doumeki esto, que Doumeki aquello, que es injusto tal cosa, que es insoportable tan otra, que come como una bestia, que bla, blabla, bla bla blaaaaaaa…

Yuuko, al no poder aguantar más esta pesada y horrible situación (sobre todo gracias a la falta de alcohol), decidió ponerle fin a todo:

- ¿Tanto te gusta Doumeki-kun? - preguntó de repente.

- ¿……………..Eh? - dijo sin entender la inesperada pregunta su "empleado".

- No paras de hablar sobre él. Además de tus tareas, no haz hecho otra cosa. Pareces enamorado. Porque cuando uno está enamorado, no para de pensar ni de hablar sobre el otro. -respiró y una de sus típicas sonrisas maquiavélicas se formó en un rostro-¿Tanto te gusta Doumeki-kun?

- ¿Tanto te gusta? - repitieron dos gemelas en el fondo.

Watanuki se sonrojó profundamente, se dio vuelta, y empezó a murmurar cosas.

Gracias al cielo, ahora la situación ya no era tan pesada.

-おわり-

N/A: La verdad es que llevo mucho tiempo sin escribir nada, y es el primer fanfic que pongo en Por otra parte, me parece que en vez de quedarse callado, Wata hubiera gritado, lo típico en el. Pero me gustaba más así, y esto es fanfiction:D

Por favor, R&R!