Lo extraño tanto, no puedo creer que en tan poco tiempo se haya metido tanto en mi cabeza, no hay día en que no haya pensado en el, lo cual es lo más sorprendente de todo. No entiendo como en tan poco tiempo he llegado a quererlo tanto, al principio pensaba que esto solo duraría muy poco y nunca me ilusioné para evitar la despedida, que según yo sería muy pronta, pero no fue así, resulto ser que con él me sentía tranquila, aun cuando tenía tanto cuidado en cuanto a mis sentimientos me sentía yo misma. En estos años había estado con otras personas, me había divertido por unos cuantos días, disfrutaba por un momento de la compañía de alguien, pero después de unos cuantos días esa compañía se volvía asfixiante, empezaba a evitar a esas personas, me aburrían, trataba de desaparecer poco a poco de sus vidas.
Alguna vez intente seguir adelante con una de esas relaciones, veía en la otra persona esperanzas, era en diferentes formas lo que yo había estado buscando durante mucho tiempo, esa persona ponía un gran esfuerzo para estar conmigo, así que decidí seguir adelante por un
momento, pero por más que lo intente no pude darle lo mismo que me daba a mí. A veces era abrumador ese sentimiento de vacío, querer dar amor, cariño y no sentirlo, no sentir nada. Con cada beso sentía que el vació se hacía cada vez más grande, era terrible sentir esa incapacidad, y mientras mantenía esa relación sostenía una máscara cada vez más pesada. Hasta que él llegó a mi vida, fue genial estar con alguien y no tener que fingir nada, podía ser yo sin obligación de nada, podíamos estar el uno con el otro sin esperar nada a cambio, no sentía esa presión, simplemente nos divertíamos, sin darme cuenta robaba mis sonrisas aun sin estar conmigo. La noche en la que todo empezó fue genial, a pesar de lo que hice no sentí ningún remordimiento como hubiera sido en otros tiempos, y aun no siento ningún remordimiento me alegra haberlo hecho, me divertí tanto esa noche. Esa noche empecé con algo que ambos habíamos estado esperando por un largo tiempo y ninguno había tenido el valor de iniciarlo. Los días y noches que siguieron fuero igual de divertidos, y cada vez era mejor, me sentía tranquila, feliz, no tenía ganas de huir de él como con otras personas, el poco tiempo que creí que duraría fue alargándose, se fue
convirtiendo en meses y ahora quiero que dure por siempre. Él me hace feliz como nadie lo ha logrado, lo amo y es por eso que hoy lo extraño tanto, han pasado solo unos días desde que se fue y no puedo dejar de pensar en él, ya quiero que regrese, quiero que esté aquí conmigo, es terrible esta espera, pero sé que las cosas deben ser así por ahora. No sé si él me ame a mí como yo a él, pero honestamente no me importa porque con solo tenerlo a mi lado es suficiente y voy a provechar cada instante que tenga a su lado para tratar de demostrarle lo que siento, estos días de espera serán eternos pero confío en que la espera valdrá muy poco comparada con lo pasemos juntos cuando vuelva.
