De nuevo, spoilers del anime.

De nuevo, ni Solomon ni Blood+ me pertenecen.


Cuentos.

Los había escuchado alguna vez entre las conversaciones de las jóvenes, mientras caminaba por el parque. Los había escuchado otras veces en la radio que encendía de regreso a casa, y otras tantas en la televisión que en contadas ocasiones encendía.

Historias donde dos personas se enamoraban, y vivían felices por el simple hecho de estar juntos. Cuentos que terminaban generalmente en un "Y vivieron juntos por siempre", con finales rosas y felices. Relatos donde la guerra, el odio y la desesperación sencillamente no existían. Aunque cursis y empalagosos, esos cuentos le hacían olvidar sus desgracias.

Pues en ellos se encontraban bellas historias que él nunca pudo vivir en carne propia. A pesar de que su hermano mayor se dedicara a llamarlas tonterías, y que sus otros hermanos se burlaran de éstas diciéndole que esos eran simples cuentos que no existían, él continuó escuchándolas atentamente.

Incluso quiso compartirlas con su reina, la cual al terminar de escuchar soltó una pequeña risa y le dijo algo en su tono sarcástico, fino y cruel, para irse corriendo en dirección a Amshell. Supo así, que ni con su reina podría vivir algo como en esos relatos.

No sabía que eras tan ingenuo, Solomon.

Ante su aparente ingenuidad y una soledad interna, desistió de seguir creyendo en esos cuentos.

Hasta que una noche, encontró entre una multitud de chicas a una que llamó su atención. Una distraída y que no le había prestado la menor atención, con un aire que le pareció familiar al sacarla a bailar. Era liviana y le daba una sensación de paz que le recordaba a uno de esos cuentos infantiles y tontos.

Creyó por un momento, que se vería libre de toda la guerra y disfrutaría de bailar con esa chica tan parecida a la que le había robado el alma, como en una historia de esas que leía mientras nadie se daba cuenta. Sin embargo la vida, ya sea como humano mortal o como caballero inmortal, era dura y finita.

A pesar de haberse enamorado tanto de la hermana de su reina, no consiguió convencerla de formar un mundo así juntos. Pues al final, su reina y la chica que amaba eran hermanas, destinadas a pelear entre sí.

Y murió en manos de su hermano mayor, con sus sueños rotos y cuentos estúpidos de gente que no conoció nunca el verdadero dolor. Nunca pudo convertir en realidad ninguno de sus ideales tontos, con ninguna de las dos chicas que alguna vez amó.

Junto a su sangre, morían los cuentos infantiles y su alma se elevaba al mundo de dolor del cual nunca pudo escapar, y en ella iban tatuadas las últimas palabras que se dignó a dirigirle la única chica que internamente, amó por siempre.

Recoge todo antes de que Amshell regrese, Nathan.


Mi muy particular punto de vista de Solomon y sus sentimientos por ambas.

Muchas gracias por leer.