MALENTENDIDO
Era un día soleado, los rayos de sol acariciaban suavemente los rostros de los transeúntes, que disfrutaban de la llegada de la primavera.
Takagi y Mashiro habían salido a hablar con Hattori a un café sobre el nuevo número de la Shonen Jump y mientras ellos conversaban sobre sus asuntos yo fui al estudio.
Al entrar todo estaba muy oscuro, tendría que abrir las cortinas y las ventanas para ventilar un poco el lugar. Me sitúe delante de una de ellas, cerré los ojos y sólo me dediqué a deleitarme con la sensación que me proporcionaba la cálida brisa primaveral en mi rostro. Así, permanecí absorta durante un tiempo, pudieron ser minutos o tan sólo segundos, pero no importaba, seguí allí parada dejándome embriagar por el momento de paz y tranquilidad. De esta manera fue como me invadieron los recuerdos de mis inicios con Takagi y con Mashiro, entre aires templados y aromas florales propios de la estación.
Era nuestro octavo curso, teníamos catorce años e íbamos al mismo instituto. Aunque no íbamos a la misma clase, en la de ellos estaba Miho Azuki, mi mejor amiga.
Todo empezó con un malentendido, de hecho nunca me había fijado mucho en Takagi, sólo sabía de él que era el mejor alumno del colegio y que me parecía lindo. Entonces, un día hubo una confusión y creí que Takagi quería declarárseme. A partir de ese momento me empezó a interesar, él nunca negó que yo le gustaba así que…
Tiempo después coincidimos Iwase y yo en casa del chico en cuestión. Eso fue el colmo. Nos sentamos lo más separadas posible y la tensión palpable en el ambiente podía cortarse con un cuchillo. Realmente, era una situación incómoda. Y Takagi no parecía inmutarse por nada y eso hacía que mi sangre hirviera aun más. Por suerte, luego llegó Mashiro, como el profeta que aparece de manera inoportuna donde más se le necesita anunciando una nueva era de prosperidad y que viene a poner fin a las fuerzas del mal, quizá exagere un poquito, pero de verdad en ese momento me lo pareció. Y finalmente me decidí y dejé bien claro que Takagi era mi novio, pero no todo podía ser de color rosa, no, ahí estaba Iwase para meter baza y ella a su vez sostenía que Takagi era su novio porque… ¡Un momento! Dijo que eran novios porque se dieron la mano y se animaron mutuamente a esforzarse estudiando. Yo me quede pensando ¿pero esto va en serio o es una cámara oculta? Takagi la sacó de su error, al fin. No obstante, también me saco del mío el muy... ¡Pero si fue él quien se me declaró! ¡Error! Se ve que solo quería información de Azuki porque a Mashiro le gustaba.
Al fin y al cabo, pasado un tiempo empezamos a salir formalmente, empecé a ayudar a Ashirogi Muto en su trabajo o limpiando el estudio, incluso les dí el nombre. Quería serles útil, no quería ser un estorbo. Pasaron los años y entramos los tres a la misma universidad, Takagi conoció a mis padres (nunca supe que pasó entre mi padre y él en realidad), nos casamos y ahora vivimos juntos en un pequeño apartamento.
Y finalmente aquí estoy, y aunque aún nos queda un largo sendero por recorrer hasta alcanzar nuestros sueños, hemos vivido muchas cosas juntos: los he visto mejorar y madurar, enfadarse y separarse, hacer grandes amigos y dignos rivales, e incluso he observado como se estrechaba la relación entre Miho y Mashiro. Y siempre han permanecido unidos, esforzándose y apoyándose mutuamente.
El sonido de unas llaves abriendo la puerta me sacó de mi ensoñación y por ella entraron Ashirogi Muto. Venían riendo y hablando animadamente del nuevo capítulo de PCP, el ambiente era alegre y distendido. En mi cara se dibujó una pequeña sonrisa satisfecha.
- ¡Takagi! – chillé y me abalancé sobre él abrazándole y dándole un sonoro beso.
Los dos me miraron sorprendidos. Seguro que no se esperaban esa repentina reacción.
Y en ese momento sólo pude dar gracias por este… pequeño gran malentendido.
