¡Holaaa! Al final no subí esto el mismo día que actualice el Fic de la Academia, pero un día más, un día menos~ No hay mucha diferencia O.o
Fairy Tail es propiedad de Hiro Mashima~
Narración
Diálogo
"Pensamientos"
... (Cambio de escena)
Capítulo I - Los vi... Pero los perdí
Punto de vista: Lucy
Todo caía a mi alrededor, deseaba con todas mis fuerzas detenerlo. Tan sólo veía dolor, muerte, gritos y sangre... Era una escena caótica y peor de lo que jamás pude haber imaginado. Tenia miedo, mucho miedo. Pero no era por mi, sino por mis compañeros. Todo el Gremio estaba peleando en ese momento, todos estaban dando lo mejor de si para lograr destruir a esos extraños demonios que habían aparecido sin que nadie los notara de algún tipo de portal... Igual que los dragones... Volaban por el cielo causando más estragos. Yo... Yo quería pararlos y sabia como podía hacerlo, pero antes quería dar un último regalo a cinco personas que estaban allí, a dos de ellas las conocía poco y realmente no me interesaban demasiado pero viendo el dolor de las otras tres entendía como se debían estar sintiendo.
Me puse de pie frente a todo aquel escenario, estaba completamente herida y las manchas de sangre marcaban mi ropa, no sabia si esa sangre era mía o de alguien más, pero no importaba. Concentre mi magia, sabia que no podía usar demasiada para poder cumplir con mi deber luego de ese deseo. El círculo mágico más grande que vi nunca se formo debajo de mi, estaba sorprendida. Muchos se giraron a verme cuando eso sucedió, pude divisar la mirada asustada de Levy-chan a lo lejos mientras Gajeel era atacado de muerte, la vista perdida de Juvia cuando Cana cayo al piso sin saber si aun estaba viva... Y a él. Natsu estaba peleando más que nunca, sabia que él lograría salir de esa, siempre encontraba la forma pero era mi turno de ayudar, de salvarlos y devolverles todos los favores. "Gracias a mis amigos me volví fuerte. Gracias a Fairy Tail descubrí lo que es un verdadero hogar. Gracias a Natsu... Supe lo que es amar. Por eso no tengo nada de lo que arrepentirme." Cuando Natsu me vio y supo lo que iba a hacer, su mirada dejo ver el inmenso terror que sentía. No pude hacer más que sonreirle, diciéndole que todo iba a estar bien...
-¡Yo soy la puerta entre los mundos! -comencé a hablar mientras el aire a mi alrededor se volvía más pesado a causa del poder mágico que estaba concentrando- ¡La llave a otros universos! Así que... ¡Te abro, puerta a los dragones! ¡Grandine, Metalicana, Skyadrum, Waisslogia... Igneel!
El fin estaba cerca para mi... Era obvio que no debía llamar a tantos dragones, pero de todas formas iba a morir así que ya no importaba, al menos cumpliría el último deseo de los Dragon Slayer... Y se hicieron presentes en el orden en que los llame, curiosamente Grandine me soplo e hizo que me sintiera un poco mejor, creo que era algo de poder mágico porque veía mi estado. Nunca había estado de esa forma... Las ojeras eran marcadas en mi rostro, estaba sudando y ya ni siquiera podía mantenerme de pie, me deje caer pero unos fuertes brazos me atraparon antes de que tocara el piso.
-Lucy, no debiste hacerlo -me dijo el hijo de Igneel regañandome.
-Quería... Hacerlo... -respondí con dificultad, sentía como la vida se me escapaba a cada segundo que pasaba.
Los dragones se unieron a la pelea, no fueron directo a buscar a sus "hijos" sino que primero se desocuparon de los problemáticos que los mantenían peleando. Luego de unos minutos y sorprendentes poderes... Los dragones lograron encontrarse con sus estudiantes.
Punto de vista: Wendy
-Grandine... -susurre con las lágrimas que se me escapaban por las mejillas, no pude evitarlo pese a que quise mostrarme fuerte frente a mi madre.
-Has crecido mucho, Wendy -escuche que me decía amablemente y con una cálida mirada.
No pude resistirlo más, me tire hacia ella hecha una catarata y la abrace sintiéndome diminuta a su lado. Los recuerdos se formaron en nuestras mentes, aunque no podía leer la suya sabia que era así, la conocía muy bien.
-Grandine yo... ¡Yo te extrañe mucho! Y... Te busque pero n-no sabía... -intentaba expresarme, tenerla junto a mi luego de tantos años era algo inexplicable, me di cuenta de cuanto la había extrañado y la falta que me hacia.
-Lo sé, te estuve observando todo este tiempo -lo que dijo me hizo sentir cuidada, me di cuenta que nunca estuve sola- te volviste muy fuerte, estoy orgullosa de ti.
-¡Fue gracias a los hechizos tuyos! ¿Sabías que conocí a la otra Grandine? -me emocione, de repente quise contarle todo lo que me había pasado en esos años aunque ella ya debía saberlo, me había estado observando después de todo.
-Si, fue muy amable al pedir con lo que le pedí -bueno, tenia razón, a casi todos les parecía una anciana amargada y anti-social pero se comporto muy bien y se preocupa por todos...- estoy feliz de que pudieras aprender los hechizos, al menos pude dejarte algo.
-¡Me dejaste mucho más que esos hechizos! Me enseñaste, me criaste, me cuidaste y quisiste. Aprendí muchas cosas de ti. Te quiero... Mamá -murmure apretándola más junto a mi, no quería volver a dejarla ir y quería saber porque se había marchado si en realidad jamás me abandono del todo, pero no era el mejor momento, tan sólo deseaba estar con ella, abrazarla y recuperar todo el tiempo perdido- te quiero...
-Y yo a ti hija -y es que, dijeran lo que dijeran las leyes de la naturaleza... Yo era humana, pero mi madre era una dragona. Y eso jamás cambiaría porque yo la elegí y ella a mi, nosotras formamos nuestra familia a nuestra manera y así era feliz.
Punto de Vista: Rogue
-N-no puede ser... -murmure viendo al dragón que se alzaba frente a mi, era imposible que lo volviera a ver, no lo creía.
-Rogue -su voz, era imposible no reconocerla y saber que en verdad era él, no soñaba- estas grande muchacho.
-Skyadrum... -no solía mostrar mis sentimiento pero no pude evitarlo, mis ojos se humedecieron de la emoción al tenerlo frente a mi- ¿Cómo es que...?
-La maga celestial -respondió haciendo que girara mi vista hacia donde estaba ella, tendida sobre los brazos de Natsu y frente a ellos un gran dragón rojo- su poder pronto se acabara así que no podre mantenerme mucho aquí.
-Entiendo, yo... -¿Cómo expresarme? No tenia idea de como reaccionar, en Sabertooth me habían enseñado a no mostrar debilidades, sentimientos ni nada que pudiera indicarle al enemigo mis emociones pero con el paso del tiempo lo había adoptado y tomado como parte de mi personalidad, ahora no sabia ni como actuar frente a mi padre- t-te extrañe...
-Rogue esta bien si no quieres decirlo, te conozco bien como para saber como te sientes -sabia que era verdad, a pesar del tiempo sabia que él podría entenderme perfectamente y sentí una lágrima resbalar por mi rostro, la primera en mucho tiempo- aunque no lo sepas nunca te deje, te vi desde las sombras -Rogue sonrió levemente por lo irónico, el dragón de las sombras observando desde las sombras...
-¿En serio? ¿Por qué te fuiste? -seque mis ojos con mi mano, quería conocer sus razones para abandonarme, aunque dijera lo contrario durante esos 14 años lo extrañe...
-Porque era necesario, no podía quedarme en este mundo para poder preservar la paz -explico resumidamente toda una historia de años- sino los dragones que mataban humanos también se hubiesen podido quedar y el mundo ya no existiría.
-Tsk... -apreté los puños con fuerza, me daba rabia que por eso hubiesen alejado a mi padre de mi aunque entendía la razón- no vuelvas... A alejarte...
-Nunca lo hice -respondió, sabia que era verdad, porque así como él me conocía a mi yo lo conocía a él.
En ese momento me dio igual que el mundo se estuviera acabando a nuestro alrededor, era lo menos que merecíamos luego de lo que habíamos pasado para salvar la paz del mundo, un minuto con nuestros padres no habrían mal. Me sentí algo egoísta, pero no pude evitarlo, lo alejaron durante 14 años de mi, un momento a cambio era poco.
Punto de vista: Gajeel
-Viejo... -di un paso hacia atrás, no por el miedo sino de la sorpresa, mis ojos estaban más abiertos de lo usual viendo al dragón de metal frente a mi, tan aterrador como siempre.
-Aun con los años no dejas de llamarme así. ¿Eh, latita? -así era nuestra relación, nunca nos mostrábamos el cariño que nos teníamos mutuamente y sin embargo ambos sabíamos lo importante que eramos para el otro.
-Pensé que ibas a dejar de llamarme así -me queje con una sonrisa medio burlona, feliz de poder escucharlo decirme de ese modo en realidad- gee hee.
-Las viejas costumbres no cambian Gajeel -me dijo levantando la cabeza y mirando a su alrededor- incluso sigues causando desastres.
-¿¡Eh!? ¡Espera, ese no fui yo! -me defendí sabiendo que bromeaba- ¡En cualquier caso la culpa es de los otro del Gremio! A donde van causan desastres.
-El Gremio... -sonó pensativo y supe porque antes de que lo dijera- recuerdo que antes decías que ibas a ser un mago independiente, para poder patear traseros libremente.
-Aun lo hago -respondí con las peleas con Salamander en mente.
-Lo sé y también que te encariñaste con el lugar y cierta "enana" -¿¡Cómo rayos sabía eso!? Me sentí al descubierto y se rió de eso, algo curioso es que herede mi risa de Metalicana...
-Tsk... Puede ser -no iba a admitirlo por completo, a mi derecha vi como Wendy abrazaba entre lágrimas al dragón del aire y cerca de ellas estaba la enana.
-¡Ey, enana! -escuche como la llamaba por el mismo apodo que yo le había puesto, no me extraño, nuestras formas de expresarnos eran muy similares después de todo. Levy se giro a vernos y sentí un retortijón al verla tan herida- ven un momento.
Ella le hizo caso y se acerco algo dudosa, fue hacia mi claramente asustada de Metalicana. Acabo a mi derecha y miraba con miedo a mi dragón, para su mala suerte a él le gustaba asustar a la gente así que... Rugió apenas hacia ella, provocando que se colocara detrás de mi en un grito causando la risa en mi y mi padre.
-¡No te rías! ¡Da miedo! -se quejo ella escondiendo su rostro en mi espalda.
-Gee Hee. No te hará nada, es mi viejo -le dije para que se calmara, si Metalicana la había llamado no iba a ser sólo para asustarla, algo tendría que decirle.
-¿Levy, cierto? -nuevamente me pregunte como era que él sabia esas cosas. Ella asintió asomándose para poder verlo- tengo un favor que pedirte.
-¿A mi? -yo tampoco lo entendía, era la primera vez que hablaba con ella así que no imaginaba que favor podría pedirle.
-Gajeel es muy terco y orgulloso -"Gracias viejo" Pensé sarcásticamente escuchando sin comentar- y no va a decir lo que sienta tan fácilmente -¿En qué pensaba?- pero va a cuidar lo que quiere y eso lo mete en muchos problemas, aunque ya de por si siempre esta en alguno así que... Cuídalo.
-¿C-cuidarlo? -si, te entiendo enana, yo también estoy sorprendido. Ella lo medito un momento y al parecer algo en la mirada de Metalicana la hizo decidirse por fin- ¡Claro!
Era una situación extraña, en un momento impensable. Pero... Estaba bien por mi. El viejo tenia razón y yo no iba a decir lo que sentía, ni siquiera a él luego de tanto tiempo, sin embargo nosotros con gestos nos entendíamos perfectamente, era nuestra forma de comunicarnos ya que a ninguno de los dos se le daban bien las palabras. No quise cambiar nuestros hábitos pese a la situación y el tiempo trascurrido, no me parecía bien así que solamente le dedique una sonrisa que demostraba agradecimiento, que lo apreciaba y extrañaba, una mezcla extraña de emociones.
Punto de vista: Sting
-¿Qu-qué rayos? -lo vi aparecer, pelear y acercarse pero todavía no lograba entender como Weisslogia estaba frente a mi.
-Tan despistado como siempre Sting -me hablo y con eso estuve totalmente seguro, mi padre estaba frente a mi.
-Wei... Sslogia... -murmure y camine hasta él- yo... Yo nunca quise decir que te mate pero...
-Lo sé, no te culpes, entiendo todo -le creí, siempre lo hacia fuera lo que fuera lo que me decía, recordaba una vez que me dijo "Si vas a la cima de la montaña en tres horas te volverás dos veces más rápido" y lo hice, en cierto modo tuvo razón porque para el tamaño de esa montaña se demoraría mucho más.
-Lo siento -aunque él supiera todo me tenia que disculpar. Lo admito, había inventado que mate a mi padre, no porque quisiera hacerme lucir y poder alardear de que mate a un dragón, sino para convencerme a mi mismo de que él estaba muerto y no fue que me abandono porque ya no me quería o necesitaba. Fue una cubierta para mi propio dolor, no podría haberlo matado ni para convertirme en un verdadero Dragon Slayer, hubiese buscado a otro dragón del que encargarme.
-Sting, te volviste realmente fuerte. ¿Verdad? -pregunto cambiando de tema, me di cuenta de algunas lágrimas en mi rostro y la compasiva y paternal mirada de él.
-No lo suficiente... -apreté mis puños con un nombre en mente "Natsu"- todavía no puedo vencer a Natsu-san.
-Ser fuerte no se trata de vencer a otra persona -me contradijo, sabia que iba a darme alguna lección aun en un momento como ese porque así me había criado, me enseño muchos valores- se trata de poder proteger lo que quieres, de superar lo que te lastime y continuar siempre adelante. Busca tus metas y superalas, si lo que buscas es superar al hijo de Igneel, hazlo, pero no por volverte más poderoso que él y demostrárselo. ¿Entiendes? No te obsesiones con eso y no sea tu única meta, sino cuando la logres no tendrás nada más...
-Tsk... ¿Siempre vas a darme sermones? -me queje aunque había entendido perfectamente lo que quiso decir y como siempre, seguramente le haría caso.
-¡Idiota! -me gruño sabiendo que yo no le daría mucha importancia- no ves a tu padre en 14 años y no le prestas atención. Supongo que nunca cambiaras.
-Ey, papá -lo llame sin mirarlo para que no viera lo que había en el fondo de mis ojos, cuanto lo extrañe- gracias por todo.
-¿Hm? -le extraño que le dijera eso, pero al volver a mirarlo note que le agrado- igual a ti hijo -hubo un momento de pausa en el que tan sólo nos miramos mutuamente, era todo lo que necesitábamos para trasmitirnos todo- no nos debe quedar mucho tiempo más... La maga, Lucy, no tenia mucho poder mágico.
-¿Lucy? ¿La amiga de Natsu-san? -me gire para buscarla con la mirada, se veía realmente mal- ¿Ella los trajo? ¿Cómo?
-La magia que abre portales a otros mundos es muy compleja... -con eso quería decir que si- de todas formas no es momento para hablar de eso, me iré pronto. Sting... Lamento haberte abandonado sin decirte nada.
-... -cerré los ojos con fuerza reviviendo el día en que desperté y él ya no estaba- no... No importa, me enseñaste muchas cosas y aunque siempre acababa en algún lío por tu culpa -no pude evitar sonreír al pensar en eso- fuiste un gran padre y... ¡Por Dios viejo, me haces poner meloso!
-Nunca te gusto serlo -dijo tras reírse de mi- de todas formas no te golpeare si me dices que me extrañaste -hablaba en broma, más bien buscaba provocarme, como siempre pero no vi nada de malo en ello, no esta vez.
-Te extrañe... Papá -lo mire demostrándole la sinceridad de mis palabras.
En esa situación caótica, no pude ver un mejor momento para nuestro reencuentro. Siempre armábamos líos o más bien él me incitaba de alguna forma a hacerlo, así que el mejor lugar era ese para nosotros, claro sin el dolor a nuestro alrededor pero los edificios destruidos nos iban perfectos. "Gracias, Lucy-san." No pude evitar pensarlo, al menos me había dado esa oportunidad...
Punto de vista: Natsu
No era posible, no era real... Luego de tantos años buscándolo resulto que la llave que lo traería hasta mi era nada más y nada menos que Lucy, quizás no había sido casualidad que nos conociéramos. Estaba realmente agradecido con ella por dejarme ver a Igneel una vez más, pero también estaba muy molesto por lo que hizo... ¿No pensó en el estado en que quedaría? "¡Maldición Lucy! Piensa en ti."
-Igneel -lo llame en voz alta para captar su atención aunque no era necesario, él ya estaba concentrado en mi... Y Lucy- tsk... ¿¡Dónde te habías metido!? ¡Te busque durante años!
-Natsu, pensé que en este tiempo aprenderías algo de educación -movió un poco (No demasiado pues tenia a Lucy en brazos) con una de sus garras- mocoso malcriado.
-¿Y quién me habrá criado así? -le dije en contra, enseguida empece a sonreír y él a reír, esa había sido nuestra forma de saludarnos- pensé que no volvería a verte.
-Agradécele a ti amiga -poso su vista en ella, se veía tan débil...- sabes lo que va a sucederle -no era una pregunta, era una afirmación. Yo no respondí, no podía aceptar que eso pasaría- Natsu... Sé que no eres muy expresivo con lo que sientes, pero creo que seria el mejor momento para decirlo.
-Yo... -¿Me escucharía? ¿Estaba consciente? Sabia perfectamente a lo que se refería Igneel, no entendía como lo supo o si yo era demasiado obvio pero no me importaba, no en esa situación- te amo Lucy.
Silencio. Empece a temer que ella hubiera muerto, pero no podía ser o los dragones ya habrían desaparecido. Mire a mi padre como si él pudiera darme la respuesta y al ver que negó con la cabeza pensé lo peor.
-No esta muerta -aclaro al ver mi reacción- Lucy. ¿Puedes moverte? -le hablo directamente a ella, como si la conociera de toda la vida.
-Agh... -escuche su quejido y por primera vez me alegre de oírlo.
-Eres digna hija de Layla -hablo mi padre haciendo que ambos lo miráramos confundidos- la conocí y a su gran poder, no cualquiera puede llamar dragones.
-S-soy una idiota... -me partía el alma escucharla hablar tan frágil... La apreté un poco más hacia mi, así no se escaparía de mis brazos, nadie podría arrebatármela- yo... Nunca pude hacer nada bien y quería... Al menos darles un regalo antes de mo...
-¡No! -la corte antes de que terminara la última palabra- ¡No vas a morir Lucy! ¿Entiendes? ¡Te tienes que quedar conmigo!
-Natsu... -sus ojos se llenaron de lágrimas pero no me sentí culpable, era lo que sentía- tengo que hacerlo, así el mundo no se acabara...
-¿Y qué hay de mi mundo? ¡No puedes ser tan egoísta como para llevártelo! -sentí la mirada compasiva de Igneel sobre mi.
-Natsu -me llamo el dragón de fuego- ¿Entiendes la situación?
-¡Me importa una mierda la situación! ¡Ustedes se quedaran conmigo! -ahora era yo el que tenia lágrimas en el rostro. Maldición, no podían ser así... Ya había perdido muchas cosas, no a ellos... Por favor...
-Por favor... No lo hagas más difícil -me suplico Lucy. ¿Y si el egoísta era yo? Para ella también debía ser complicado todo eso- quiero hacerlo, si esta es la forma en que puedo salvarlos moriré con gusto. Quiero que sean felices.
-Creo que de Erza ya aprendimos... Que no hay que morir por los amigos, hay que vivir por ellos -le recrimine, sabia que debía dejarla ir pero me costaba tanto...
-Pero Natsu, tú no eres sólo mi amigo -¿De qué hablaba?- también te amo, tonto.
-¿Y me pides... ¡Qué te deje morir!? -debía estar loca, si, la falta de poder mágico le afecto y por eso me lo pedía, Lucy lucharía por vivir y quedarse con Fairy Tail, lo sé.
-No quiero que mueran todos por mi culpa. ¿Cómo crees que me sentiría? -me dejo callado, no pude poner objeción.
-Creo que esta resuelto -sentenció Igneel- Natsu, ahora escucha. La vida no es siempre como deseamos, sufrimos y pagamos cosas que no deberíamos. Pero tú eres fuerte, sabrás continuar adelante pase lo que pase. ¿Nunca te rindes no es cierto? Es momento de que lo demuestres, por todos tus amigos debes ser fuerte.
-Papá... ¡Maldición! ¡No quiero que esto pase! -grite con todas mis fuerzas.
-Mejor deja de maldecir y despídete de nosotros. ¡Idiota! -se quejo él y lo que más me molesto era saber que tenia razón y era lo que debía hacer.
-Yo... ¡Los quiero, más que a nada! Y desearía que se queden conmigo para siempre y si no puede ser así yo iré con ustedes -hable sin pensar, pero eso me hizo pensar en algo- ¿Puedo? -Igneel negó con la cabeza- bueno, no me rendiré tan fácil, ya lo dijiste. Igual, Igneel, fuiste el mejor padre que pude pedir, gracias. Lucy, me hubiese gustado no ser sólo amigos y poder pasar más tiempo juntos... -¡Clic!- Lucy... ¿Quieres ser mi novia?
-Natsu... Estoy a punto de morir. ¿Qué dices? -negó ante el pensamiento.
-Digo que te amo y me da igual lo que pase hoy -hable seriamente porque no era algo cualquiera- así mueras, quiero que seas mi novia.
-Eres un tonto, hablas sin pensar. Siempre destruyes todo, metes la pata y nos quedamos sin dinero por tu culpa -hablaba llorando, pero no la detuve- pero así te quiero. Si, Natsu, acepto.
Y se formo nuestro primer y último beso... Mire a mi padre, que sonreía. Mire a mis amigos, que aprovechaban la aparición de los dragones y que hubieran acabado con muchos demonios para poder recuperarse y descansar. Mire a los otros dragones, junto a sus hijos... Y mire a la chica que nos cumplió nuestro último deseo.
Punto de vista: Lucy
Era un idiota, yo estaba a punto de morir y ambos lo sabíamos pero aun así me pedía ser la novia... Natsu nunca cambiara, siempre impulsivo. Lo mire una vez más antes de suspirar y forzarme a ponerme de pie, intento detenerme pero Igneel me ayudo así que no pudo negarse y me sostuvo por la cintura.
-Gracias por todo... -murmure. Eran demasiadas cosas las que tenia que agradecer, así que lo hice en general- diles a todos que los amo, que nunca los olvidare y que sean muy felices. Y más les vale no sentirse mal, que no desperdicien sus vidas. Adiós... Natsu...
Volví a concentrar magia, forzándolo a alejarse aunque intento detenerme. Lo veía gritar mi nombre pero intente ignorarlo, me dolía mucho hacerle esto... Sabia que sufría pero confiaba en que pudiera superarlo con el tiempo. Le sonreí una vez más, la última vez... "Todo esta bien." Forme con mis labios para que los leyera. Todos los dragones volvieron hacia mi y desaparecieron en un gran estallido de luz que ilumino por completo el lugar, con ellos se llevaron más de mi poder y mi cuerpo lo sufrió. Todas mis llaves formaron solas un círculo a mi alrededor y brillaron. "No estoy sola, todos mis amigos están conmigo." E intensificaron su brillo afirmando mis pensamientos.
-Ábrete, portal a nuevos mundos -hablaba débilmente, pero era suficiente- sella a los demonios que escaparon de su lugar. Trasporta a los dragones a su universo. Para que el mundo tenga paz... ¡Me ofrezco a mi, sella la oscuridad en mi interior!
En ese momento sucedió algo extraño, no alcance a comprenderlo del todo pero vi que el portal creado por el Reino se abrió, una fuerte luz salió de dentro de él y los demonios desaparecieron... Todo ocurrió en cámara lenta. Vi que todos me observaban, algunos asustados, otros desconcertados y otros gritando. Desee lo mejor para todos, que cumplieran lo que deseaban... Mire por último a mi novio, deseando que pudiera ser feliz. Y entonces una mano me sujeto por el hombro, era imposible... La magia a mi alrededor no permitía a nadie entrar. La persona me llevo sin que pudiera verla claramente hacia el interior del portal y todo termino... Al menos para mi.
No sabia donde estaba, pero podía asegurar que la muerte no es nada dolorosa, todas las heridas en mi cuerpo habían desaparecido y me encontraba perfectamente, incluso mis ropas eran distintas y sanas. Levante la vista para ver a la persona delante de mi y sentí como me congelaba...
-Mamá... -susurre mirándola. Al parecer los Dragon Slayer no eran los únicos que se encontrarían con sus padres ese día...
¿Qué les pareció? =D
Y... No sabia bien como hacer las personalidades de los dragones -_- Así que disculpen si no les pareció como actuaron .
Sé que quedo algo exagerado que Lucy pudiera invocar a 5 dragones, teniendo en cuenta que ya a varios espíritus cuesta, pero es que tenia que ponerlos a todos y bueno, ya que va a morir y todo eso al menos que lo haga con un gran final x)
Todo esto es producto de mi imaginación junto con teorías e_e Por ejemplo no creo que Sting y Rogue mataran a sus padres, por eso puse todo eso xD
Eeen fin, dejando a un lado porque la historia ojala les gustara ;3
Sera corta~ (Pero no aseguro cuantos capítulos tendrá por las dudas, aun así serán pocos)
Lalalala~ ¿Me dejarían un Review? ¡Quiero saber que les pareció! D=
Nos vemos, nos vemos =P
Chaaaauu
