Marce in awesomeland
¿Qué esta pasando aquí?
Era un día bastante aburrido la verdad, parecía que hoy todos tenían algo que hacer, todos excepto yo.
Suspiré pesadamente acomodándome mejor bajo el árbol que me cobijaba con su sombra en el día soleado.
Allí estaba yo Marcela of the Desert (chica que últimamente siempre estaba metida en algún problema gracias a sus conocidos. Sí, esque yo soy una santa y cuando me meto en un lío usualmente es por culpa de los demás) con un block de dibujo y un lápiz en la otra mano, sin saber exactamente que dibujar.
El cantar de los pájaros, la brisa del viento, la repentina paz que se percibía este día; comencé a cerrar mis ojos con lentitud, tal vez Morfeo era más fuerte que mi fuerza de voluntad.
Pero una repentina ráfaga que hizo que mis dibujos volaran por allí me despertó.
-¿Pero qué…?
Rápidamente encontré al culpable de mi insomnio, y esque esa cabellera roja era fácil de percibir.
-¿Jack? ¿Qué haces? Creí que ibas a estar ocupado…
Me ignoro y siguió corriendo… ¿Desde cuando Jack me ignoraba? Iba a gritarle un quejido, tal vez no había oído mi leve voz, pero entonces note algo más ¿Esas eran orejas de conejo? Pfff ¿Qué hacía Jack con unas orejas de conejo? Decidí seguirlo curiosa, mejor ver que hacen los demás que morirme de aburrición allí.
-¡Espérame! –Siguió corriendo quejándose de que era tarde- ¡No me ignores!
Lo pierdo de vista entre tanto mendigo árbol. ¡Ah pero que graciosito el hombre! ¡Me dice que va a estar ocupado creando robots y más tarde me lo encuentro corriendo con unas ridículas orejas de conejo e ignorándome totalmente! No me vengan con que esta ebrio por que entonces si lo regaño.
Logró visualizar un movimiento que se pierde bajo un árbol.- Ahora quieres jugar a las escondidas… ¡Bien! –Ignorando que me ensuciare mi ropa con la tierra me agacho y sorprendentemente puedo entrar bajo el dichoso arbolito, pero…
Mis manos dejan de sentir el suelo, solo hay vacio ¿Pero que mierda tiene ese Jack en la cabeza para irse a aventar bajo las raíces de un árbol? Intente salir por donde entre pero ya era demasiado tarde; yo estaba cayendo por una especie de abismo. Voy a morir.
Me doy de bruces contra un duro piso de mármol, sorprendentemente no me rompí la nariz, el brazo o algo, me dolió hasta la madre pero sobreviví, de hecho ni siquiera vi sangre, lo cual me pareció extraño, en fin, mejor para mí, no quería tener que enfrentarme a mi hemofobia.
Esperen un momento… ¿Piso de mármol? ¿Bajo un árbol? ¿Qué mierda….? ¡Ah ya se! El 'genio maligno' (léase Jack) seguramente tiene una guarida secreta aquí… sniff ¿Cómo es que no me lo conto? Fingiré lagrimitas y dolor cuando lo vea, eso sí, después de regañarlo por ignorarme.
Una vez más escucho sus pasos correr ¿Esque ni siquiera va a venir a preguntarme si sobreviví de la caída? No, no, ahora si estoy ofendida, esto ya es personal. Persigo el sonido de sus pasos hasta una puerta de madera negra.
-Te encontré~
Cual fue mi sorpresa cuando abrí la puerta y no encontré absolutamente nada, NADA. Entro a la habitación circular por si se esconde en algún punto ciego de mi vista fuera de allí.
-Que raro… juraría que… -Dándose la media vuelta.
¿Qué? Una vez me gire para regresar, ¡la puerta había desaparecido! ¿Qué clase de truco era este? Vuelvo a girarme a observar la habitación a la que el destino cruel me había condenado. Había algo que no había notado, una pequeña, que decir pequeña, diminuta puerta al otro extremo. Me acerco a ella.
-¿Qué es esto? ¿Una puerta para barbies?
Si quería salir de aquel lugar redondo que comenzaba a causarme claustrofobia esa parecía la única salida. El problema era que yo medía como un metro sesenta y esa puerta cómo diez centímetros.
-Quieren volverme loca… -Me giro de nuevo en busca de una señal, y encuentro algo más.
Una mesita de cristal, juraría que eso allí no estaba. Pero ya qué, parece que hoy me estaba dando un ataque extraño en los ojos o en el cerebro tal vez. La mesita tiene sobre si un frasquito de vidrio con un liquido dentro, de ella cuelga una etiqueta que reza: "Bébeme".
-Ok… algún sujeto enfermo quiere hacerme algo, de eso segura. –Vuelvo a mirar la botellita con recelo- Mierda, parece el único camino en este lugar.
La tomo entre mis manos, busco alguna etiqueta aparte de la antes mencionada, nada, un dibujo de advertencia, nada, la destapo y la huelo con cautela pero… no olía a nada. Vuelvo a mirar la habitación de pared a rombos en busca de otra alternativa, pero no, mi vista vuelve al frasco, Doy un suspiro y terminó sorbiendo un poco de ese extraño liquido.
-Sabe a…. ¿chocolate? No, espera ¿uva?
¿Que pinche sabor podía confundirse con chocolate y uva? Oh sí, seguro allí ya me habían envenenado y yo ni en cuenta, pero ocurrió otra cosa. El cuarto en el que estaba comenzó a crecer y crecer, inclusive la mesita, es más, inclusive el frasco.
-Uh-oh…
Gracias a dios mi ropa empequeñeció conmigo, no me hubiera gustado nada la idea de quedarme desnuda en semejante lugar. Mis ojos se dirigieron a la pequeña puerta, por fin podía cruzarla.
-Todo esto esta muy pero muy enfermo…. –Tomo la perilla y la giro.
Y del otro lado de la puerta había… ¿Agua?... ¿Esto es el mar? Oh no no, aquí me quieren matar, si no morí por la caída, ni por el veneno alucinógeno extraño ahora quieren ahogarme. Iba a comenzar a correr para huir pero la inmensa ola arrasó contra mi; era cómo si se hubiera roto la presa en frente mío.
Después de mucho patalear y agitar los brazos mi cabeza logra salir a la superficie, pidiendo aire lo más pronto posible. El cielo comenzaba a oscurecer y yo no quería quedarme allí pero donde quiera que mirara solo había agua, el cuarto en el que antes estaba había desaparecido ¿Porqué a mi?
Y remando sobre una sombrilla (si, una sombrilla) llega mi salvador.
-¡Jack! ¡Cielos gracias! –digo sujetando la mano que me extendía- Tienes que darme muchas, muchas, pero muchas explicaciones. –Subiendo a su paraguas.
-¿Cómo sabes mi nombre? ¿Explicaciones de qué?- Me miro desconcertado
-No juegues ahora Jack, no me gusto nada que me ignoraras, y ahora que si quieres hablarme finges olvidarte de quien soy.
-Es verdad, no se quien eres… -Se rasco la cabeza intentando recordar- ¡Seguramente eres una fan mia! ¡Jack Spicer el conejo genio maligno tiene muchos fans malignos!
¿Escuche bien? ¿Dijo conejo?
-¿Cómo que conejo? Siempre creí que el mono era tu animal favorito –Alargo mi brazo para jalar sus tontas orejitas.
Pero ¡Oh surprise! La cosa esa se siente tan real que me hace dudar, y esa cara de dolor que puso… Oh no…
-¿Qué experimento hiciste ahora? ¿Te mutaste con un conejo? –Lo miro bastante preocupada por su salud mental.
-¿De que hablas? Yo siempre he sido un conejo, me estas dando miedo…. –Puso su típica cara de bebe asustado- Ahora, si me disculpas, me tengo que ir… estoy llegando tarde, y si llego tarde me cortaran la cabeza.
-¿Eh? ¿A dónde? ¿Quién?
Pero el señor 'soy un conejo hecho y derecho' se había bajado de la sombrilla apenas llego a la orilla, esperen ¿había una orilla antes ahí?
Parecía que este día me iba a dejar más preguntas que respuestas, mejor me baje yo también siguiendo a la única persona en la que podía confiar ahora, si es que se puede confiar en un Jack que al parecer esta drogado.
Nos adentramos en un denso bosque, la oscuridad amenaza con que nos perdamos, pero el parece conocer muy bien el camino, por que no ha dejado de correr. Comienzo a cansarme y atraso un poco mis pasos, nunca fui buena en atletismo, pero cuando levanto la vista… ¡Lo perdí de nuevo!
-¡Me lleva la chingada!
Mi grito desesperado hace que dos personas salgan alarmadas de su escondite.
-¿Por qué te lleva la chingada?
Las voces me son familiares, esfuerzo un poco la vista y los identifico al instante.
-¡Romano! ¡Feliciano!
-Esos somos nosotros –Dijeron al mismo tiempo.
-¿Han visto a Jack? ¿Saben que esta pasando aquí?... ¿Por qué tienen esos sombreritos ridículos con una hélice arriba?
-¿Quién es Jack? –Pregunta inocentemente el menor
-Se refiere a el conejo, bastardo, ese que paso corriendo hace rato.
-Ah~
-¡Ese mismo! ¿Romano sabes a donde fue?
-Por allá –Dijeron ambos, pero uno señalaba a la izquierda y otro a la derecha.
- Por…. ¿Dónde?
-Es obvio que se fue por allá, baka otouto
-Ve~ pero yo lo vi irse por allá
-Pónganse de acuerdo por favor.
-Ve~ Oye –dirigiéndose a mi- ¿Jugamos a algo?
-¿Qué? Eh… no gracias Ita-chan, que ahora estoy buscando a Jack.
-Juega con nosotros –Ordeno Lovino.
-Pero… Jack….
-Tenemos una cuerda de saltar, ve~
-De verdad, ahora no, tal vez después.
-Seguir a ese bastardo no te va a traer nada bueno.
-…. –Esperando una explicación.
-Sí, ve~ cómo la historia de los tomates ¿Te acuerdas fratello?
-Ni siquiera me lo recuerdes –El moreno se tapo la cara.
-Chicos yo… no….
-Hace un tiempo vivían unos tomates en relajada armonía… -Comenzó Feliciano.
-Pero uno de esos tomates vio un día a un payaso, le dio curiosidad y quiso seguirlo…
-¿Le están diciendo payaso a Jack?
-El payaso se mostro muy amigable y cautivo al tomatito
-Nadie volvió a saber de ese tomate bastardo –Sentenció Romano.
-Ve~ desde ese entonces en Mc Donald's se usa la kétchup.
- … (¿Qué pedo?)-Los miro raro- Eh…. Chicos, de verdad tengo que irme…
Se me figura ver movimiento en cierta dirección, seguramente era Jack, me dispongo a irme de allí mientras los gemelos discuten que si la historia era realmente de un payaso y Mc Donald's o era un rey y Burger King.
Seguí mi rumbo, sorprendentemente estaba comenzando a amanecer, que raro, que yo supiera la noche no duraba tan corto. Me encuentro un caminito hacia una casita afeminada, rosita y con corazoncitos, pff que ñoña puede vivir allí.
Me trago mis palabras cuando veo a Jack asomarse por la ventana.
-Eh… ok…. –sacudo mi cabeza, eso no importaba ahora, lo había visto incluso con vestido, así que esa escena no era muy traumante, o al menos eso quería creer.
-¡Oye!
-¿Eh? ¿Ya quieres hablar conmigo?
-¡Ayúdame a buscar mis guantes!
-Solo me quieres para favores, desgraciado.
-¡Pero ya!
-Tsk, todo esto me lo vas a pagar, a mi y a el karma –murmure entrando a la casita.
Seguramente están en su nueva y afeminada habitación; comienzo a abrir cajones y revolver cosas pero entonces mi sentido del olfato percibe algo que huele delicioso.
Y sobre una mesa hay una charola con galletas recién horneadas, allí solitas y abandonadas, cómo queriéndome decir algo. Oh~ ahora lo entendí, Jack me hizo una especie de sorpresa bastante enferma solo para que estas galletitas terminaran en mi pancita.
-Gracias por la sorpresa cursi mal lograda~ -Digo tomando uno de los apetecibles tentempiés y llevándomelo a la boca. – Yomy~ oh.. ¡owowowowww!
En esta ocasión la habitación comienza a hacerse cada vez más y más pequeña, quedándome atrapada allí y rompiendo algunas ventanas, muebles, paredes entre otras cosas.
Jack que ya estaba afuera mira horrorizado cómo algo esta destruyendo su preciada casita.
-¡N-NO! ¡NECESITO AYUDA!
Robo-Jack que iba llegando mira sorprendido hacia mi.
-¡Robo-Jack! ¡Ayúdame! ¡Saca a ese monstruo de mi casa!
-¿MONSTRUO? ¡JACK SPICER TE ESTAS PASANDO!
El robot, que siempre había sido más valiente que su creador, da pasos firmes hacia la casa mientras busca una solución para sacarme de allí.
-Quememos la casa
-¿QUÉ? –Gritamos Jack y yo al unísono
-Es la única forma de que el monstruo salga de allí
-¡ESTAN LOCOS! ¡VOY A MORIR! ¡NO ME GUSTA ESTO! ¡NO ME GUSTA!
-Robo-Jack, no podemos hacer eso, ¡es mi casa!
-¡ESO JACK! ¡DILE!
Y así, conejo-Jack tuvo un momento de iluminación divina, saco un frasquito parecido al que había en la habitación redonda y entro a la casa.
Robo-Jack observó con escepticismo desde afuera mientras dentro Jack se paraba frente mío mirando asustado mis enormes ojos azules con sus ojos rojos.
-Tomate esto –Extendió la botellita
-Lo haría pero… mis brazos están atorados en tus ventanas –Sonreí inocentemente
-Esta bien… -Muerto de miedo se acerca más a mi, trepa un poco por mi cabello café hasta estar a la altura adecuada y vacía el contenido del frasco en mi boca.
Mi tamaño esta reduciendo, gracias al cielo, e-esperen, sigo reduciendo… ok, nuevamente estoy del tamaño de un bicho. Solo espero que este despistado no me pise.
Jack me miro algo enternecido por mi actual tamaño, me sonríe tímidamente y me ofrece su mano para llevarme a otro sitio.
Saliendo de su lamentablemente destruida casa a Jack se le ocurre mirar el reloj.
-¡TARDE!
Y sale corriendo casi olvidándose de que estaba en su mano, por lo que caigo al suelo, no fuertemente, gracias a que allí había una almohada que salió volando de su casa cuando la medio destruí.
-Tsk, y yo que pensé que al fin te comportarías amable conmigo.
Robo-Jack ni se había dado cuenta de que yo estaba ahí, así que lo mejor era seguir a Jack, lo sé, soy terca cómo una mula. Me adentré con mi pequeño tamaño entre los pastos ¿Qué cosa me esperaba ahora?
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*:'D fail, esta cosa esta bien fail, LOL, pero fue una idea que me surgió en un rato de aburrimiento, jijiji, arriba mi mega crossover. Los personajes que aparecen aquí pertenecen a : Marce (a mí –Hellworld) Jack y Robo-Jack (a Christy Hui –Duelo Xiaolin) Ita-chan y Romano (Hidekaz Himaruya –Hetalia) La historia original obviamente es Alicia en el país de las maravillas por Lew.. Lew… oh Dios, ¿cómo se llamaba Carl? Bueno, cuando recuerde lo pongo. xDDD en el próximo capítulo: '¿Fumas?' Me encontrare con nuevos personajes como Edo y Al… y mi queridísimo hermano Gaara xD oh sí, esperen a ver lo que ocurrirá con eso.*
