Ella no está, ella se fue
Ella se escapa de mi vida
Y tú que sí estás, preguntas ¿Por que
La amo a pesar de las heridas?
Lo ocupa todo su recuerdo
No consigo olvidar
El peso de su cuerpo.
Sus cuerpos se encontraban nuevamente, en una lucha por conseguir el poder de ser el dominante.
Sus beso manifestaban todo menos amor o dulzura, era obvio que ambos deseaban ese encuentro, sin embargo las lágrimas que escapaban de Tony aún sabían a dolor.
Loki no podía soportarlo, el verlo tan débil al hombre de hierro le partía el corazón, ¿Donde estaba ese hombre que le desafío aquella vez en su torre? ¿Donde estaba ese hombre que se burló de él y de Thor?
Ese hombre desaparecía durante las noches, ese hombre perdía su brillo día tras día. Aún después de casi dos años seguía llorando, día tras día.
Loki, era un maestro del olvido, si amo mucho a Thor, sin embargo él eligió, y no lo forzaría a qué le amara si no podía hacerlo.
Entonces su relación comenzó, el lo buscaba inconveniente y regresaba al lado del castaño mayor.
No era ya raro, primero fueron los besos hasta un pequeño roces por encima de las ropas. Ahora no perdían tiempo en entregarse a la pasión y al deseo, ese que Tony decía haber perdido.
Loki comenzaba a enamorarse y al parecer el hombre de hierro no se daba cuenta aún. Ahora era Loki quien buscaba nuevamente el amor en un midgarno.
Ésta noche inventaré una tregua
Ya no quiero pensar más
Contigo olvidaré su ausencia.
Tony sentí diferente el tacto de Loki era uno mucho más delicado, uno más íntimo y esto no le gustaba.
Mientras se besaban se alejó un tanto agitado por el beso. Mirando a Loki le pregunto.
-¿Que ocurre?.- vió como Loki simplemente lo observaba y después desviaba el rostro algo sonrojado.
-Solo...solo quiero hacer las cosas bien esta noche...
-¿Las cosas...- fue callado con un beso con sabor a algo que no sabía cómo definir ni mucho menos intento entender.
Recordaba esas noches con Steve, donde sentía que nada pasaría, que todo estaría bien y que ambos estarían en la misma cama.
Pero sintió los besos del dios del engaño, tan reales que se pregunto por un momento, ¿Quien era el verdadero Dios del engaño? ¿Loki o Steve?.
Cerro sus ojos y a su mente se vinieron esos momentos donde Steve estaba encima de él besando y marcando su cuello, cuando lo sentía rodear su reactor de arco con su lengua y como descendía hasta llegar a su sexo que goteaba expectante y necesitado.
Entonces tomo de los hombros a Loki, esa no era la espalda del rubio, no era esa la espalda tan ancha que era tan deliciosa de marcar con sus uñas, esa espalda era delicada casi como la de sus antiguas amantes, una espalda casi de mujer.
Y si te como a besos, talvez
La noche sea más corta, no lo sé
Yo solo no me vasto, !!quédate!!
Y lléname su espacio, !!quédate,
Quédate!!.
Lo separa un poco del placer que le otorgaba con su boca, no podía evitar sentir esa tristeza en su corazón.
Entonces lo vio por primera vez, al dios del engaño enamorado y no solo poco, estaba que babeaba por él.
Pero no podía darle su corazón no lo volvería hacer.
-¿Que ocurre...
Nuevamente callado con un beso que lo dejo desorientado y algo sonrojado.
Loki termino ganando aquella vez, saber quién sería el activo aquella noche era simplemente notable.
Beso todo su cuerpo desde su frente hasta un pequeño beso en sus dedos del pie.
Lo trato como la primera vez que lo hizo Steve. Como algo tan delicado que le hizo sentirse nuevamente amado, pero !no¡ No aquello era un solo momento de lujuria y deseo nada más.
Con un movimiento salvaje logro hacer que Loki quedará de bajo de su cuerpo, comenzando a tocar cada parte de su cuerpo le intento enviar el mensaje: "nada de cursilerías, maldito bastardo" lo beso durante mucho rato, un beso tan desesperado y ansioso que no sabía a nada.
Parecía que el tiempo pasó aún más rápido, pues de un momento a otro, Tony parecía estar más qué listo para que Loki entrara en él.
Unas horas jugaré a quererte,
Pero cuando vuelva a amanecer
Me perderás para siempre.
Loki sin más miramientos entro en el, sintiendo como un latigazo de placer le recorría la espalda, las paredes de Tony se contraían, entonces evitó moverse, quería mostrarle a Stark que lo amaba y que él nunca le haría daño.
Tony ya deseoso de seguir movió sus caderas sugerente, suplicando con gemidos mal pronunciados el que lo tomara.
Las primeras embestidas se hicieron presentes, dando a ambos más placer del que nunca habían sentido, tal y como sentía Tony algo tenía aquel encuentro que lo hacía único a los otros.
Subiendo el ritmo y la fuerza de las embestidas Loki abrazo a Tony gimiendo en su cuello mordiendo ligeramente.
-ahh, Loki...no, no me muerdas...ahg
-Tony, ahh~ Tony yo, yo...
-Es nuestra noche, no digas nada...
Ambos eran una más de extremidades sudorosas llevadas por el placer aquella noche.
Pasaron las hora y seguian dando rienda suelta al place y lujuria que había en su cuerpo.
Entonces paso, mientras Tony estaba boca a bajo sin mirar a Loki, cerro sus ojos, casi rezando porque fuera otro quien le otorgara tal placer.
-ahh S-Steve, más...más fuerte agh
Loki paro por unos segundos, Tony parecía que no entendía lo que dijo entonces, uso su magia, haría feliz al hombre de hierro.
Convirtiéndose en Steve, le hizo dar vuelta, antes había entrado en la mente de Stark para saber cómo era el cuerpo al completo del capitán, y ahora lo tendría que usar.
Tony quedo perplejo al ver a su Capitán, pero algo no cuadraba, no era con quién estaba aquella noche. Cuando iba a reclamar algo, fue callado con una mano en su boca.
-Es nuestra noche, no digas nada...
Entonces Tony lloro, entre la felicidad y la tristeza, el ver a su amor nuevamente le llenaban su corazón de alegría y tranquilidad, pero al reconocer las palabras de Loki le rompió el corazón. Loki estaba haciendo lo posible porque él dejará de sufrir.
-Solo está noche, no puedo hacerte esto, no puedo romperte.
Loki lo miro más que triste, pero acepto todo con un beso, distrayendo a Stark, ya que en su muñeca derecha estaba atando un pequeño hilo.
Aquel hilo se encontraba hechizado, después de quitarlo de la muñeca de Tony, olvidaría sus encuentros con Loki, y posiblemente ayudaría a sanar su corazón un poco más.
Después de un largo rato nuevamente terminaron, callendo casi sin fuerzas a la cama, aún era de madrugada, Loki como siempre ocurría fue a prepararle un café a Tony.
Al regresar vio la cama con sábanas nuevas y un Tony sentado ahí con un rostro afligido, al verlo sonrió de lado, una sonrisa tan diferente, una de dolor.
Se acostó a su lado. Entonces fue momento para hablar.
-¿Por qué?
-Quería hacer esta noche especial...solo eso
-Me mientes, eso no es todo...
-Recuerdas que alguna vez te dije que Peter y Wanda son tus debilidades...- Aquello fue más una afirmación que pregunta.
-Como olvidarlo. Pero que tiene que ver...
-Tony. Tu eres mi debilidad...- dijo Loki mirando a la nada.
-Loki... Sabes que yo no soy tu debilidad
-Por favor Stark, déjame creer que eres mi debilidad está noche...
-Supongo no es malo eso...
-Yo lo creo
-Loki...
-No tienes porque contestar, esta es nuestra noche, no digas nada... ¿No?
-Solo una cosa más...
-¿Si?
-Hazme creer que soy tu debilidad está noche...- Loki lo miro y supo que estaba por cambiar de forma cuando suspiro y cerró sus ojos.- Pero quiero que lo hagas tu, nada de cambios, nada de trucos, se tu y solo tú...
Besando a Loki cerraron el trato.
Nuevamente sus cuerpos se hicieron uno solo por horas donde Loki le dedicó las más hermosas palabras que ni siquiera Steve me dedico antes.
Después de algunas horas, Loki y Tony nuevamente estaba acostados juntos comenzando a caer en los brazos de Morfeo.
Los primeros rayos de sol entraron por la ventana. Loki despertó primero y supo que desde ese momento ya no debia amanecer en esa cama nunca. Así que decidió irse.
Antes de marcharse, se acercó a Tony y le miró dormir un momento, sus pestañas Lucian hermosas, y su rostro haría competencia con las mujeres más hermosas de los nueve reinos.
Vio aquel pequeño hilo, y con dolor en su corazón acercó su mano para quitarlo de la muñeca de Tony. Antes de quitarlo por completo, lo beso hasta tener el hilo en su poder.
-Te voy a extrañar, Stark.
Entonces el dios de los engaños se esfumó sin dejar rastro.
-Yo también, Loki. Yo también...
