Y la muerte nunca se mostró más fácil de alcanzar que en aquellos momentos.

Él lo sentía, una creciente necesidad de descansar; callar sus pensamientos por unos instantes y ahogar en lo más profundo de sí el agobiante peso de la derrota.

Tres vacilantes latidos, débiles y últimos. Su capacidad auditiva los captó; Steve acongojado alzó su rostro, sus labios se entre abrieron, contrariando a sus impulsivas intenciones de pronunciar su nombre en una suplica no emitió palabra alguna. Otro vengador caído.

Desvío su vista hacía el vacío. No era capaz de seguir observando el cuerpo de Natasha, no sabiendo que ahora era nada más que un cascarón vacío, incapaz de volver a albergar su esencia.

La aurora boreal era un espectáculo. Sí su corazón no estuviese tan resquebrajado, tan jodidamente roto, seguro gozaría los vivos colores. En lugar de eso, lo hacía sentir indigno, sí el permitirle seguir unos momentos más con vida era un acto de misericordia por parte de un ser superior... No necesitaba la misericordia de nadie, no cuando sus compañeros, sus amigos, padecieron un destino distinto.

Cerró sus ojos, y aunque impaciente por terminar con todo, permitió al tiempo seguir su curso. Sí moriría, si llegase a sobrevivir, no haría nada por interferir en lo que fuera a suceder. Ya no tenía la fuerza para enfrentarse a algo más, Steve se rindió.

Morir no debía ser tan malo. Bucky, Natasha, Tony, Clint... Volvería a ver a sus amigos... No, morir definitivamente no parecía ser algo malo. Morir, comenzaba a convertirse en un sinónimo de reencuentro, volver a casa.

¡Si tan sólo pudiese hacerlo ya!. Él ya estaba mentalmente preparado para partir, hizo lo que pudo, ahora era el turno de otros para luchar como lo había hecho Steve. Pero, su cuerpo no dejaba de intentar curar sus heridas, cada pequeña célula trabajaba para garantizar su supervivencia.

-Siempre me gustó este planeta-.

Sí, Steve se encontraba en un estado crítico, pero no estaba alucinando, escuchó la voz que expresaba admiración. Contrariado volvió su vista, he ahí lo observó.

-No me mires así, soy real. Y hasta donde se no me han salido cuernos aún ¿oh sí? -. Todo su ser demostraba una tranquilidad antinatural. El moreno chiquillo no parecía morir de frío, no estaba asustado y miraba a su alrededor maravillado, como si los cadáveres en los alrededores no fueran capaces de restarle belleza al lugar. Steve movió su cabeza con un gesto, mostrando negatividad ante la pregunta.

-¡Que bien!. ¿Sabes? Ya los he tenido antes, y no, no es nada cómodo, créeme-. El chico, movió con su pie descalzo levemente la pierna de Natasha y tomó asiento sobre la nieve al lado de Steve.

-¿En serio? ¿No dirás nada?-. La mirada confusa de Steve se mantuvo sobre el chico, le analizó. Más allá de poseer una sonrisa inquietantemente traviesa, no aparentaba ser una amenaza. No era diferente a cualquier otro chico.

-Me intrigas, pero no eres la cosa más extraña que he visto-.

-¿Incluso si tuviera mis cuernos ahora?-. El chico acortó la distancia entre ambos.

-Si, incluso si tuvieras eso-. Steve no solo meditó sus palabras, sinó el porque se encontraba conversando con él, después de todo lo ocurrido.

El chico emitió una sonora carcajada.

-Te aseguró Steve, que el día en que me observes de esa manera, cambiarás de opinión- volvió esta vez a reír suavemente.

Escuchar su nombre pareció sacarlo de un extraño trance, la realidad volvió abrumando a Steve y causándole dolor. El bosque seguía igual de espeso y oscuro, los cuerpos seguían sobre la nieve y la aura en el cielo no perdió intensidad; los instantes después de la llegada del chico los recordaba dulces, con el mismo efecto embriagante de una bebida alcohólica, capaz de hacer que todo sea menos mortificante y lo importante perdiera relevancia.

-¿Que..?-. Miró una vez más el lugar, confirmando lo ya observado antes.

-¿Que soy? O ¿Quién soy?-. El chico asintió esperando desde hacía varios minutos alguna pregunta. -Mira, la primera no puedo responderla, ¡Dios, ni yo sé que soy! Solo existo y ya- guardó silencio unos instantes mientras observaba el cielo, Steve notó una pasajera tristeza en su semblante. -La segunda, en cambio, es más fácil. Llámame... ¡Matt Abelsson!- concluyó con un contagioso entusiasmo.

-Hum...en realidad sólo iba a preguntarte ¿Que haces acá?, ¿De dónde apareciste?-. No necesitaba tener un chiquillo al borde de una crisis existencial. Desde un principio aquellas preguntas parecieron ser las más adecuadas.

Matt realizó una mueca de sorpresa para luego sonreír con nerviosismo -Upsss, creí que preguntarías lo típico-. El chico cambió de tema rápidamente - Vine a realizarte una propuesta-.

-¿Propuesta?- Steve le miró incrédulo. -No estoy comprendiendo Matt-.

-Me gustan los finales felices, y este no es para nada feliz. Dime infantil, pero amo que el bien triunfe sobre el mal-.

-Yo igual, pero eso no me dice nada-.

-Es lógico Steve, solo estaba introduciendote en mis intenciones- Matt hizo un gesto de obviedad antes de proseguir -Sera un juego, como la búsqueda de un tesoro. Tu y tres de tus amigos escogidos por ti, no importa si ya estan muertos, deberán encontrar al resto-.

-¿Un juego dices?. Eso significa que hay un reglamento...-

-No soy estricto, si logras encontrar un hueco en el sistema y me sorprendes no me molestaré, al contrario me agradará, significa que elegí a un excelente participante-.

-¿Que ganarías tú y que gano yo?, ¿En qué consiste ese juego exactamente?- para Steve todo aquello era excesivamente surrealista, tal vez ahora era una de esas pocas noches en las que lograba dormirse al primer intento...

-Yo...yo no ganó nada- Matt reflexionó, volviendo a valorar sus motivaciones -Divertirme un rato tal vez- murmuró levemente, Steve escucho aquello y alzó levemente su ceja -¡Que va! No pienses erróneamente Steve, no soy una bestia para pedir tu alma a cambio o engañarte para arrebatartela-.

-¿Mi alma?- lo anterior revelado por Matt le causó un escalofrío y aunque sintió el impulso de rebatir el tema continuo-No puedes negar que todo lo que mencionaste anteriormente encaja perfectamente en una película de terror moderna-.

-Si ahora que lo mencionas si... ¡Steve no te vallas por la tangente!. Estábamos discutiendo sobre el juego, es importante-.

Matt, cambió de posicionarse de manera relajada, la tención subió por su espalda y se instaló en la palma de sus manos, qué, nerviosamente jugueteaban con pequeñas ramas secas.

-Tu recompensa es simple, obtendrás a tus amigos de vuelta-.

Steve giró su cabeza hacía un lado, tan rápido que las vértebras de su cuello crujieron. Una melena roja, un pedazo dorado de metal y una flecha rota incrustada sobre la nieve eran lo más distinguible entre la oscuridad.

-Se más específico respecto a todo. ¿En qué consiste el juego?,¿Qué debo hacer?-.

-Eso creo que ya lo expliqué Steve- Matt sintió la esperanza mezclada con confusión y tristeza provinientes del mencionado, suspiró con cansancio. - Deberás elegir a tres amigos más, escogelos minuciosamente, porque ellos te ayudarán a encontrar al resto. El juego se llama "Opuestos/Iguales...-

-¿Que significa eso?- no quiso ser maleducado, pero las palabras ya habían salido de su boca. -Disculpa, prosigue-.

-A eso me estaba acercando Steve. Significa lo que indica su nombre, un "Opuesto/Igual" de la persona que busques puede ser idéntico o diferente de como lo conoces. Ejemplo: su aspecto físico puede ser el mismo, pero el carácter cambió por completo, o viceversa, tener un aspecto físico completamente distinto pero conserva su personalidad intacta. Debes tener en cuenta que no solo su aspecto y personalidad se verán cambiados, sinó el género, nacionalidad, creencia, especie y estilo de vida-.

-Si no puedo reconocerlos...¿Cómo esperas que los encuentre?-.

Matt sonrió con cierta ironía.

-Eh allí el detalle Steve, la apariencia y personalidad son subjetivas, cambian o se modifican con el tiempo. En cambio la esencia permanece, debes encontrarlos por su esencia. Has sido su amigo Steve, los conoces, conviviste con ellos, no te debería ser tan difícil reconocer su alma entre cientas-.

Steve no despegó la vista de la nieve, producía finos brillos bajo la luminiscente aurora. Sí todo aquello era verdad, si lo lograba, era una oportunidad que jamás volvería a producirse, así lo sentía.

-Matt... Acepto-. Steve volvió sus mirada hacía el chico, prestando atención a sus ojos, buscando un truco o una trampa inexistente.

-Bien Steve ¿Quienes serán junto a ti los buscadores y quienes serán los opuestos iguales?-.

-Buscadores...- Steve analizó con sumo detalle a quienes tendría de su lado y a quienes buscaría, con la misma tacticidad de un jugador experto en una final de ajedrez - Natasha, Wanda, Clint-.

-¿Y los opuestos iguales?-.

-Peter, Tony, Bruce, Thor, T'Challa, Visión, Bucky-.

Matt sonrió asintiendo, se alzó y comenzó a realizar trazos sobre la nieve hasta culminar una figura que Steve no logro reconocer.

-Tha na ceithir colbhan san t-saoghal a 'coimhead airson seachd lasraichean neo-thorrach.

A 'gabhail a-steach geama riatanach, na h-innealan rannsachaidh Steve Rogers, Natasha Romanoff, Wanda Maximoff, Clint Barton

Feumaidh iad na h-anaman a lorg Peter Parker, Tony Stark, Bruce Banner, Thor Odinson, T'Challa, Visión, James Barnes*1- Steve no comprendió nada más allá de los nombres de sus compañeros de equipo pronunciados de manera extraña. Matt sonriendo con cansancio concluyó-Que el juego comienze-.

*1: Los cuatro pilares en el mundo, buscan a siete perecederas flamas. Incluidos en un juego necesario, las herramientas de búsqueda son Steve Rogers, Natasha Romanoff, Wanda Maximoff, Clint Barton, necesitan encontrar las almas de Peter Parker, Tony Stark, Bruce Banner, Thor Odinson, T'Challa, Visión, James Barnes.

¡Hola afortunado lector!

En realidad el afortunado soy yo, por el hecho que tú leas esto. 😄

Cómo el título del capítulo reza, ésto es una propuesta tanto por parte de Matt hacía Steve, como de mí hacía ti. ¿Que opinas? 😮😉