Introducción: Presentaciones

Ahh chocolate.¿Acaso existe algún manjar que se le pueda comparar?De tantas variedades tantos sabores olores e incluso componentes. En mis emm digamos miles de años de vida he visto muchas clases de este.

Disculpa mi grosería querido lector no me he presentado, soy la muerte. Si, que no te extrañe he aparecido en otros relatos y ahora también lo hago en este. Generalmente solo aparezco para relatar historias que son de mi interés o las mas complicadas; esta vez te relataré una historia que todos conocemos vista desde una perspectiva un tanto diferente.

Por esto mismo he empezado con ese pequeño argumento del chocolate porque es precisamente en él en lo que se centra mi relato. Del chocolate y de uno de sus mejores fabricantes, es decir, el famosísimo Willy Wonka. Si me dijeras que no has oído hablar de él probablemente me echaría a reír o de indignación te mataría. Pero tranquilo tengo mucho trabajo y de momento no estás en mi lista.

Centrándome de nuevo en lo que decía antes esta será la historia que hasta hoy nadie se ha atrevido a contar, razones hay muchas la principal supongo es que nadie lo creeria o simplemente que resulta un tanto escabroso (ya descubrirás a que me refiero),la historia que sucedió mucho antes de que Charlie visitase la fábrica de chocolate y Willy Wonka buscase un sucesor. Porque esa vez no buscaba un sucesor, ya lo creo que no, buscaba un nuevo tipo de chocolate; el más espeso y delicado a la vez, que se deshiciese sin llegar a perder el sabor y sobre todo que contase con el inconfundible sabor humano que vuelve loca a la gente.

El chocolate perfecto.

Y lo único que se necesita para obtenerlo es algo que fácilmente se puede conseguir…la esencia humana.Y ahora te preguntarás que como se consigue, pues muy fácil fabricando chocolate humano en el sentido literal de la palabra. Ese fue el objetivo que Wonka quiso conseguir y para ello envió por primera vez 5 tickets dorados con los que atraería 5 niños a su fábrica y con los que podría realizar su mejor chocolate.

A patir de aquí comenzaré narrarte como fui llevándome de aquella fábrica las jóvenes almas de esos niños y las de sus padres. Te advierto que aunque cortés no me ando con rodeos a la hora de expresar las cosas así que relataré las cosas tal y como yo las viví y no fueron precisamente cosa delicada.

Bienvenido a la fábrica de dulces Willy Wonka donde el principal ingrediente, serás tu mismo.